El compromiso número 95 de Andrés Manuel López Obrador al asumir la Presidencia de la república en 2018 afirmaba de manera contundente:
“Crear empleos en México y en Centroamérica es la alternativa a la migración, no las medidas coercitivas (…) La relación con el gobierno de Estados Unidos será de respeto, beneficio mutuo y buena vecindad. Es momento de cambiar la relación bilateral hacia la cooperación para el desarrollo.”
El Movimiento Antorchista ha exigido que los gobernantes mexicanos cumplan con cuatro puntos básicos que, de cumplirse, pueden hacer de nuestra patria una nación autosuficiente en el terreno económico.
Como podemos ver, la 4T inició con una visión que abarcaba no solo a nuestro país, sino a todos nuestros vecinos más cercanos del continente, como Guatemala, El Salvador, Honduras, entre otros.
Sin embargo, a la vuelta de más de seis años, y en pleno inicio del segundo piso del proyecto morenista, la realidad nos demuestra que todo se quedó solamente en buenos propósitos.
Esta situación pudiera pasar desapercibida si no fuera por las medidas que está tomando nuestro poderoso vecino del norte, el recién electo presidente Donald Trump, quien ha decidido deportar a todos los indocumentados que han cruzado la frontera en busca precisamente de un empleo y de un mejor ingreso que su país de origen les ha negado.
Todo el mundo sabe que, tal como lo prometiera en campaña, el presidente norteamericano inició desde el primer día de su gobierno, la cumplimentación de las deportaciones masivas, que los medios se han encargado de detallar oportunamente y que aseguran que una cantidad de entre 400 mil y 500 mil connacionales fueron literalmente aventados de este lado de nuestro territorio.
Por esta acción, fue inmediatamente tachado por diferentes actores de la política, incluido el gobierno mexicano, de inhumano y cruel; y de minusvalorar las enormes contribuciones que la mano de obra de los indocumentados le aporta a la producción industrial y agrícola de aquel país.
El Movimiento Antorchista, desde su nacimiento, ha exigido que los gobernantes mexicanos cumplan con cuatro puntos básicos que, de cumplirse, pueden hacer de nuestra patria una nación autosuficiente en el terreno económico. Esos cuatro puntos son:
Primero: Empleo para todo aquel que tenga edad de trabajar.
Segundo: Incremento del salario real cuando menos a un 300 %.
Tercero: Una recaudación fiscal progresiva, donde pague más quien gana más.
Y, por último, como punto cuarto: La utilización de todo lo recaudado en obras como hospitales, escuelas, modernización de carreteras y vías de comunicación, y, en fin, mejoramiento de la infraestructura que proporcione mejores condiciones de vida para los mexicanos y facilite la circulación de bienes y servicios.
El problema es que nuestros gobernantes se niegan a escuchar y menos a poner en práctica, no sólo lo que nuestra organización ha propuesto sino, como ya quedó dicho, incluso lo que ellos mismos han planteado en su programa de gobierno.
Ante esta situación, ¿qué alternativa tenemos los mexicanos? Debemos reconocer en nosotros mismos y en quienes padecen las mismas carencias que nosotros, la gran fuerza social que representamos aquí y en donde quiera que nos ponga la vida. Hay que unir fuerzas y poner en marcha nuestro propio proyecto de país si los que dirigen la nación no han hecho ni harán.
“Por sus hechos los conoceréis”, sentencia la Biblia. Y si los hechos de nuestros gobernantes demuestran que no les interesa resolver de raíz nuestros problemas económicos, entonces no tenemos tiempo que perder más que impulsar el fortalecimiento de nuestra organización.
El programa “México te abraza” que ha puesto en marcha el gobierno federal y que debiera decir “México te abraSa” con “s” en virtud de que, en los hechos, es como si nuestros paisanos cayeran en medio de grandes llamaradas de desempleo, bajos salarios e inseguridad y muerte, es un ejemplo más de lo que aquí afirmamos; que son programas electoreros pensados para entretener el hambre, pero nunca para resolver el problema definitivamente.
Por todo lo hasta aquí escrito, te invitamos una vez más a integrarte a nuestra organización y unirte a nuestra lucha.
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