Una manera de honrar las luchas sociales que se han realizado a lo largo de la historia a favor de los depauperados es aprender de sus errores y, por supuesto, corregirlos para que en el presente se puedan ejecutar de manera efectiva. De nada sirve hacer aniversarios conmemorativos si no estamos dispuestos a hacer nuestros los ideales que defienden los intereses de la clases trabajadora, en eso consiste celebrar las luchas que se han realizado hasta nuestros días, pues, solo así, será válida la celebración que se ejecuten como muestras de afecto a quienes en aquel momento, entregaron hasta la vida para cambiar la terrible desigualdad social.
En este momento, anda navegando el lema de que “el 2 de octubre no se olvida”. ¿Pero, por qué no se olvida? ¿Será que no se olvida porque quedó pendiente la solución a las demandas del estudiantado de aquel momento? O será que no se olvida por el asesinato que realizó el gobierno contra los estudiantes? Bueno, lo que no se olvida es la actividad sangrienta que ejecutó el gobierno al servicio de la clase poderosa contra el alumnado. Eso, pues, es lo que el pueblo no olvida, pero, aunque pareciera que es una muestra de inconformidad, es necesario aclarar que no es todo lo que debemos recordar. Lo que verdaderamente no se debe olvidar son las demandas que los obligaron a crear el movimiento estudiantil. Veamos algunas de ellas y después de ello sigamos analizando: Extinción del Cuerpo de Granaderos, instrumento directo en la represión y no creación de cuerpos semejantes. Derogación del artículo 145 y 145 bis del Código Penal Federal (que establece el delito de disolución social) instrumento jurídico de la agresión. Deslindamiento de responsabilidades de los actos de represión y vandalismo por parte de las autoridades a través de policía, granaderos y ejército.
Estas demandas, digo yo, eran una muestra de lo que desde ese entonces, ya se veía venir. El verdadero problema (y que, por ese motivo no le convenía al estado que se difundiera la verdad real y por supuesto, no hubo una claridad que manifestara los verdaderos problemas) es que el presente sistema socioeconómico ya estaba demostrando al servicio de quien estaba, ya se observaba la desigualdad social que el sistema ofrece para la clase trabajadora, y bueno, prueba de ello es que el mismo gobierno (que es el mequetrefe de la clase dominante) no permitía (y no permite) que el pueblo manifieste sus intereses, siempre, bajo el mando de este sistema, se buscará desprestigiar y agredir la lucha de los humildes y en este caso, la lucha estudiantil.
Bien, lo que no se dijo en aquel momento es precisamente esto no se denunció de manera correcta el problema que representa el estado cuando está bajo el mando de la clase explotadora, buscan crear leyes e instituciones que escondan las verdaderas intenciones de la clase en el poder.
Ante esta situación, y sin perder el hilo de mi opinión, ¿qué debemos hacer los estudiantes hoy en día? ¿Celebrar la lucha que emprendieron los estudiantes? Pues, aunque se escuche contradictorio, pero eso no es la finalidad que el estudiante revolucionario debe recordar, lo que debemos tener presente en todo momento es la terrible desigualdad que, como en aquellos años, hoy se vive y de manera más agudizada, más violenta.
No vayamos muy lejos, hablemos únicamente de esta reapertura escolar. ¿El gobierno de la 4T atendió al llamado de la FNERRR cuando su demanda principal era dotar de internet gratuito para todo el estudiantado matriculado y así evitar la deserción escolar? No, el gobierno de López Obrador hizo caso omiso al llamado estudiantil. ¿En esta reapertura escolar, se tomó en cuenta el bolsillo tan desgastado que presentan las familias mexicanas que le impiden, pagar el pasaje de sus hijos para trasladarse de su hogar a su unidad educativa? Nuevamente no. ¿El gobierno federal tomó en cuenta el porcentaje de la matrícula para que de esta manera dotara de insumos desinfectantes como arcos sanitizantes, gel, cubrebocas y demás insumos que respondieran a la necesidad de todo el mundo estudiantil? ¿Se tomó en cuenta la falta de comedores escolares, nuevamente por el desgaste económico familiar que impide asegurar el desayuno del alumno dentro de su escuela? ¿Se le brindó de uniformes gratuitos a todos los niveles escolares? ¿Se observó a profundidad la infraestructura tan humillante que presentan los centros escolares?, la sencilla y fría respuesta es “no” a todo eso, no se toma en cuenta la salud, alimentación y economía que presenten los padres de familia, son ellos quienes cobran los tragos amargos que está generando la covid-19, el pueblo está solo. Ahí está el verdadero problema, ahí está la pobreza, ahí está la desigualdad más viva que nunca y claro, ahí está el estado que dice “primero los pobres”.
Ahora, lo que debemos hacer (los estudiantes de la mano del pueblo) es tomar nuevamente con hambre de progreso las riendas de este país, es necesario y urgente que la FNERRR cobre su fuerza y luche por los problemas que presenta la clase desprotegida, es necesario salir a las calles, es necesario levantar la voz, dejemos a un lado los recuerdos que nos dejó el movimiento del 68, es mejor poner en práctica la enseñanza que ellos nos dejaron. Los estudiantes no están dormidos, los estudiantes están dispuestos a luchar, y ese es el llamado que hace esta federación estudiantil, esto es lo que debemos hacer, no más ceremonias conmemorativas, la solución está en retomar la lucha social. ¿Cómo ven jóvenes, hacen suyo la invitación de la FNERRR? ¿Le entramos?
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