Hace algunas semanas, la secretaria de Educación Pública, maestra Delfina Álvarez Gómez, sostuvo que se estuvo previendo un regreso seguro a las aulas, que fue un regreso “voluntario” para los alumnos, pero será obligado para los docentes puesto que se les ha estado pagando sin hacer sus actividades en la escuela. Aunque parece un simple comentario, la representatividad de la figura de la maestra Delfina hace que sea una visión determinante para el magisterio que respondió de manera inmediata al comentario de la secretaria que se encuentra fuera de lugar.
Los docentes hemos trabajado más del tiempo que establece el horario escolar por estas razones que al parecer a las autoridades les hace mejor ignorarlos que escuchar a la base magisterial.
Los docentes planifican, usan sus propios medios y recursos para brindar atención a los alumnos, es decir, no solo diseñan el material de estudio, sino que lo imprimen y lo llevan a la comunidad, y en muchos casos pagan las reproducciones de los cuadernillos con los cuales trabajará el alumno desde casa, además de recibir llamadas telefónicas a cualquier hora del día para explicar al padre de familia la tarea pendiente del hijo o tutorado. Lo menciono solo para mera información, todo docente sabe que así ha sido el trabajo a distancia, a pesar de esto, las autoridades no se ruborizan al decir que poco han hecho los docentes desde sus hogares.
Pero, ¿qué precio están dispuestos a pagar los gobiernos federal y de los estados para un regreso presencial a las aulas? Estoy seguro que no dimensionan el problema, dado que la covid-19 y la variante Delta están causando más infectados y muertes, algo que los gobiernos lo saben, pero le han restado importancia.
Es sorprendente ver las cifras que a diario se dan a conocer por las propias páginas del gobierno donde las gráficas van en ascenso mientras observamos la deshumanización de la gente, cada día hemos escuchado del número de infectados y fallecidos y se nos hace común y esa actitud no es normal sino es una actitud que se tiene después de ver la nula reacción del gobierno en esta pandemia.
La orden fue todos a la escuela y después le agregan la palabra “voluntario”, es decir, sobre el dolo y la burla, el sarcasmo del gobierno diciendo que los docentes no entendemos la palabra voluntario mientras sus “informadores” ríen con desdén ante las protestas y levantamientos de los maestros.
Hace más de un año Antorcha Magisterial planteó la importancia del regreso presencial a clases, porque consideramos que es importante este regreso, eso sí, con todas las medidas de sanidad y con la totalidad de la comunidad escolar vacunada, además de dotar a las escuelas de todos los materiales necesarios para un regreso seguro para todos. No hacerlo es pagar un precio invaluable porque se está jugando con la vida de los estudiantes. Los padres de familia deben no solamente pedir sino exigir a las autoridades educativas todas las medidas de seguridad para el regreso a las aulas, de no hacerlo estaremos dejando la vida de los menores en seres cuyos intereses van más guiados a la publicidad que a un trabajo responsable y seguro.
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