De manera paulatina, el puerto de Acapulco comienza a ponerse de pie tras ser prácticamente devastado por el huracán “Otis”, en octubre del 2023. Poco a poco se restablece la circulación en avenidas, inicia la reconstrucción de casas y continúa la entrega de enseres domésticos a los damnificados por parte del Gobierno federal, aunque los indicios del desastre siguen ahí y pueden observarse en plena avenida Costera Miguel Alemán, donde muchos negocios permanecen destruidos y cerrados.
Las grandes cantidades de basura amontonadas en colonias de la periferia son testigo del desastre ocurrido hace ya cuatro meses; las embarcaciones sacadas del mar como chatarra, las humildes viviendas, árboles y palmeras tiradas también.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció recursos ilimitados para la recuperación de Acapulco, que empieza a tener vida en la zona turística, la más devastada por “Otis”, afectando a un total de 602 hoteles y condominios en las tres zonas de Acapulco: Tradicional, Dorada y Diamante.
Algunos pretenden abusar, pues se han detectado casos de ciudadanos que ya fueron censados y apoyados, y nuevamente están manifestándose para exigir apoyo a las autoridades federales.
El sector turístico de Acapulco continúa con la rehabilitación de hoteles: según el titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del estado, Roberto Arroyo Matus, se prevé que algunos estén ya funcionando en la próxima temporada de vacaciones, al menos al 50 por ciento de su capacidad.
Entre las hospederías que se mantienen en proceso de rehabilitación están el hotel Calinda, Presidente Holiday Inn, One Acapulco, Condesa y Malibú, pertenecientes a cadenas nacionales e internacionales.
Los damnificados que viven en pueblos y colonias de la periferia siguen exigiendo el pago inmediato de apoyos a pesar de no haber sido censados, y de fallas en la carpeta de datos. Se han manifestado en varias ocasiones sin respuesta positiva por parte de las autoridades, y este lunes bloquearon la costera a la altura de La Diana Cazadora.
El director de Gobernación, Francisco Rodríguez Cisneros, señala que se han detectado casos de personas que no son de Acapulco, y acreditan su vivienda en la Ciudad de México y Estado de México, además de desconocer los puntos donde dicen vivir. Comenta que se trata de una situación inusual.
Además, algunas personas pretenden abusar de los apoyos, pues se han detectado casos de ciudadanos que ya fueron censados y apoyados, y nuevamente están manifestándose para exigir apoyo a las autoridades federales.
Lamentablemente, hay muchos habitantes humildes de colonias altas de la ciudad que no han sido censados y, por tanto, no han recibido ninguna ayuda para reparar sus hogares, menos los enseres domésticos anunciados por el Gobierno federal, tampoco tienen empleo formal y ante la necesidad de llevar el sustento a su familia, pasan a engrosar las filas del comercio ambulante.
Colonos y pequeños comercios siguen afectados por la escasez y los altos costos para conseguir materiales de construcción. Algunos pequeños comerciantes optaron por cerrar definitivamente sus negocios; los colonos humildes abandonaron la ciudad en busca de trabajo para poder rehabilitar sus casas.
La recuperación de Acapulco sigue siendo un desafío y aunque afectada, la población sigue luchando por su recuperación después de la embestida de “Otis”, mostrando esperanza, resiliencia y determinación en el proceso de reconstrucción, que avanza a cuentagotas.
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