Decir como dicen los ideólogos de la derecha y sus opinadores en las redes sociales y demás medios de comunicación, que las características que exhibe el modelo de la Nueva Escuela Mexicana (NEM), con sus libros hechos a las carreras, sin criterio pedagógico, ni científico, ni siquiera bienintencionado, y en general todo lo que la cuarta transformación de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) está haciendo con la educación, por significar una verdadera reducción en la calidad de la educación en diversos modos, es “comunismo”, es una mentira, una calumnia más, en contra del pensamiento comunista.
Para entender esta contradicción y ver la verdadera conclusión, basta establecer tres verdades notables. Si usted, amable lector, accede a seguirme en este ejercicio, creo que no le quedará duda y sabrá interpretar, por lo menos en general, cualquier opinión en lo que se refiera al proyecto educativo de la 4T o cualquier otro que le atraviesen enfrente.
Un sistema educativo es complejo, tiene muchos elementos, no podríamos abordar todo eso, por ello solamente tocaremos los objetivos generales de la educación. Si intentamos perfilar en general los objetivos de la educación que propone el sistema dominante, los que propone el “comunismo”, y lo que propone e intenta implementar AMLO en México con sus libros y todas sus demás acciones de gobierno, ya podremos comparar y opinar.
Recordaré lo que dije en la ocasión anterior y que presento hoy como referencia: “en la escuela se tratan de construir en el individuo conocimientos, habilidades y hábitos, así como virtudes y valores, es siempre responsabilidad de la sociedad en su conjunto, en defensa del colectivo que en esa educación se produce y reproduce... una vez que esa sociedad se divide en clases con intereses encontrados, es necesario el dominio de una clase (la fuerte) y el sometimiento de las otras; esta característica inevitablemente se reproduce en el sistema educativo, no hay educación ajena a los intereses de clase, la educación en una época y lugar determinados, sea pública o privada responde a los intereses del sistema, es decir a los intereses de la clase dominante. Esto es lo que quiere decir ideología. Luego, no hay ni puede haber educación pura e independiente de la ideología de clase”.
1. Los defensores de la educación capitalista, neoliberal, aseguran que “se centra en el desarrollo y superación personal de manera individual bajo una lógica de competitividad y productividad”. Suena bien, pero es una verdad a medias. El sistema necesita (y ha logrado) en efecto un poderoso desarrollo científico y tecnológico, pero en las manos y bajo el control de una élite privilegiada, esa clase rica dominante, y sus cortesanos. Luego, no necesita brindar educación científica y de calidad a todos, sino solamente a los herederos de esa clase, y sus cortesanos. La separación de la educación en pública, bajo la tutela del Estado, y la privada, en manos de esas mismas clases privilegiadas, les asegura brindar una educación de calidad suprema para sus hijos y una educación básica barata, superficial y adoctrinadora para los hijos del pueblo. Sí, ahí va la dosis ideológica, que es precisamente el adoctrinamiento en torno a esa idea del “desarrollo y superación personal de manera individual bajo una lógica de competitividad”, pero sin darles a todos acceso a ese desarrollo y superación personal. Claro, a nadie se le impide, pero a todos se les niega, excepto a los hijos de los poderosos dueños del dinero... y sus cortesanos. Eso de que en el capitalismo “el pobre es pobre porque quiere” es una mentira desvergonzada, la pobreza es producto del sistema, y la reproduce porque la necesita.
2. Los creadores de la teoría comunista fueron científicos universales y humanistas. De hecho, su humanismo y cientificidad fue lo que los llevó a crear su teoría social científica, el comunismo es resultado del pensamiento científico. Fueron Carlos Marx y Federico Engels, como síntesis del pensamiento científico de vanguardia, quienes crearon el materialismo dialéctico, el método científico supremo de análisis de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano y se lo regalaron al mundo de manera desinteresada y total. Para beneficio de la humanidad entera. La prueba suficiente de esto está en el hecho de que no existe una sola tesis del pensamiento marxista que haya sido científicamente rebatida por ningún pensador burgués; ni siquiera el más elevado y profundo científico ha podido superar a Marx y/o demostrar la falsedad de ninguna (ni una sola) de sus tesis.
La educación para estos genios, consecuentemente, debe ser científica, poderosa, profunda y universal; no abogan por la mala educación, por contenidos superficiales y poco rigurosos, sino todo lo contrario, entienden la importancia de la educación de calidad y la desean para todos. Esto choca, inevitablemente con el objetivo capitalista de una educación de calidad, pero elitista. Pero Marx y Engels fueron científicos y, por ello, tenían claro que una educación así de universal y libre solo era posible en un sistema económico diferente al actual, en uno en el que ya no hubiera diferencias de clases ni fuese necesario el dominio de una sobre otra; una educación comunista será necesaria, posible e inevitable cuando la sociedad sea comunista. Solo entonces la educación sería en realidad libre y realmente científica y no sería necesario adoctrinar a nadie. Intentar establecer algo parecido en la sociedad actual es una tontería, un imposible, un despropósito, o un engaño vil y pernicioso.
3. La propuesta y las acciones de AMLO, con sus libros y su NEM, no mejoran en ningún sentido la educación pública, es decir la de las clases trabajadoras, la del pueblo, y sí la degradan al hacerla menos científica, menos profunda, menos educadora. Esto coincide con sus otras acciones en otros aspectos de la educación, al recortar presupuestos, desaparecer escuelas de tiempo completo, guarderías, desayunos escolares, cancelar las obras de infraestructura educativa, hoy hay escuelas que no tienen ya no digamos laboratorios, si ni siquiera agua para lavarse las manos, y hay miles de localidades que no tienen escuelas. El presidente fundó escuelas patito y luego se olvidó de ellas, puso secretarias de Educación más interesadas en quedar bien con él y aprovechar el puesto para “mocharle” a los salarios de los empleados, y despreciar, por ello, todo intento serio para mejorar la educación y menos si eso contradice lo que ordena el jefe supremo. Sobrevive nuestra alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), como ejemplo de que una educación pública de calidad es posible, aún en el capitalismo; ¿y no ha intentado AMLO recortarle el presupuesto y mermar su autonomía? Si no ha podido es porque ahí no está agarrando pichón. Por dónde se le vea, la NEM y los chafas libros de texto son solo una raya más al tigre, ni más ni menos. El proyecto educativo de AMLO es completamente regresivo, destructivo de la educación pública.
Estas son tres verdades indubitables.
Ahora piense usted, amable lector, la educación que implementa AMLO y su 4T, ¿es más comunista o más neoliberal?
Lo que se puede y debe hacer hoy por la educación, lo que las clases trabajadores deben hacer, es luchar por mejorar la educación para ellos, para sus hijos, mejorar la educación pública en los hechos, no en los discursos y las promesas demagógicas, sino en la realidad, con más escuelas, más recursos, más presupuesto, mejores planes de estudio que no vean a los estudiantes como peces en una pecera a los que se les pide escalar un árbol. Esta educación, hoy, solo se puede conseguir luchando. A eso los invita Antorcha Campesina.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario