Claudia Sheinbaum es ya la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien se caracterizó por ser un personaje que pasó en su gestión con más pena que gloria. Durante su gobierno de más de cuatro años fueron altas las expectativas que tenían en ella quienes le confiaron su voto en 2018, pero que a la huida de su cargo deja un mal sabor de boca porque no hay resultados y la realidad la puso en su lugar como una pésima mandataria.
Ahora, Claudia quiere ser presidenta de la república alentada por el propio López Obrador, quien ve en ella a la candidata idónea porque él que siempre ha buscado la lealtad a ciegas de los miembros de su partido y lo ha expresado con toda la desvergüenza del mundo, justamente Claudia posee todas estas amables cualidades para el señor, ser sumisa y no cuestionar en nada al mandatario. Claudia parece más bien la calca de Andrés Manuel López Obrador, al grado de ser difícil distinguir a uno de otro.
López Obrador ha tratado de ensalzarla, la ha cuidado y ha salido en su defensa cuando claramente iba a pique por su mal gobierno por los claros desvíos de recursos, subejercicios ampliamente documentados por distintos medios de comunicación, dinero que en vez de haber sido invertido por Sheinbaum en el mantenimiento del STC, simple y llanamente una y otra vez, de forma descarada no lo gastó, prueba de una falta de inteligencia y tacto para ejercer los recursos en tiempo y forma en las obras y servicios para los que fueron etiquetados.
Hoy tenemos un metro que se cae a pedazos, dejando a su paso en su destrucción a varios muertos, los muertos de Claudia, los fallecidos de la L-12, humildes personas que regresaban de sus trabajos para reunirse con sus familias y la joven estudiante de artes de la UNAM, todos ellos víctimas de la ineptitud, dejadez, mal gobierno y falta de soluciones para invertir los recursos en el transporte de los pobres, el metro.
La campaña adelantada
Claudia Sheinbaum llegó al poder de la Ciudad de México con una amplia simpatía de las masas, misma que se ha ido desgastando por sus pésimos resultados y porque la ex mandataria favoreció más a los ricos y no construyó obra pública para los más pobres, además de que gran parte de su gestión la ha dedicado a su campaña proselitista, aunque lo negara innumerables veces tratando de engañar a los mexicanos. Disfrazó su campaña de giras a los estados de México para impartir “conferencias magistrales” sobre su supuesto “exitoso” gobierno, sin vergüenza alguna, ahora tratando de ganar las conciencias de la población de otros estados.
Por todos estos desacatos, Claudia Sheinbaum claramente ha cometido violaciones a la ley electoral, ya sea para ayudar a la eterna campaña del presidente y a ella misma que ya se sueña presidenta y quiso estar en ventaja de sus contrincantes, gastando claramente a manos llenas los recursos del erario.
Por fin Claudia Sheinbaum anunció su retiro del cargo como jefa de Gobierno, más que nada obligada por las circunstancias y sus contrincantes, quienes como Marcelo Ebrard ya habían renunciado a su cargo en el gobierno federal, y a ella no le quedó más remedio que hacer lo mismo pues claramente se estaba valiendo de su investidura como jefa de Gobierno para hacerse promoción y con los recursos del erario para pagar sus decenas de bardas, espectaculares, etc. Y cuando medios de comunicación la cuestionaron acerca de toda esa publicidad adelantada, ella lo negó, dijo que ella no había sido, tratando de generar en quienes la escuchaban la idea de que ella posee el amplio apoyo de la ciudadanía, que está dispuesta a cooperar de su propia bolsa para hacer pintas en su favor, contratando a decenas de rotulistas, pues estas pintas aparecieron en varias ciudades del país.
Nada menos, en diciembre de 2022 el equipo de Marcelo Ebrard, otro de los precandidatos, denunció la existencia de al menos 700 anuncios colocados en las avenidas de las ciudades más importantes del país, con un gasto millonario. Estos recursos, ¿no hubieran servido mejor para mitigar los problemas de agua, vivienda, transporte, seguridad o del Metro, en la CDMX?
¿Que deja Sheinbaum en la ciudad?
El Sistema de Evaluación del Desempeño al Ejercicio (PBR-SED), institución que mide el grado de cumplimiento de los objetivos de las políticas públicas y de los Programas Presupuestarios, coloca a la gestión del gobierno de Sheinbaum por debajo de estados como: Guanajuato, Yucatán, Jalisco, Puebla, Estado de México y Oaxaca, un pésimo resultado para esta entidad gracias a los malos manejos de Claudia.
En las redes sociales, que últimamente se han convertido en un foro importante para distintos grupos de la sociedad que expresan sus inconformidades a través de ellas, ni tardos ni perezosos empezaron a reprochar a la ex mandataria todos los rubros en los que Claudia Sheinbaum no dio resultados, le reclamaron por la falta de mantenimiento a las líneas del metro, mismo por el que ocurrió el colapso de la L-12 con víctimas mortales, por el encubrimiento a la ex directora del metro, Florencia Serranía, sus conciertos con cargo al erario, que por cierto presumió como logros de su gobierno, “desmadró el humedal de Cuemanco para su distribuidor vial, dio permisos a diestra y siniestra para construir edificios para la iniciativa privada en la CDMX, tiene al metro en abandono absoluto”, “desde cuándo debió renunciar porque no puede con el paquete, pero ahora lo hace por interés personal”, “gastó más para publicidad anticipada en vez de invertir en mantenimiento del metro”, dijeron capitalinos a través de su cuenta de Twitter.
También la gestión de Claudia Sheinbaum, estuvo marcada por continuos subejercicios millonarios, o sea, dinero que fue asignado para ser empleado por la autoridad de gobierno en determinados rubros, pero que se gastó en lo que fue etiquetado, simplemente los reportó como dinero no gastado y de su paradero nada se sabe.
Mientras tanto los problemas sociales incrementan al por mayor en la CDMX: la delincuencia está desbordada: la Encuesta Nacional de seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), arrojó que el porcentaje de habitantes mayores de 18 años que no se sienten seguros, en Milpa Alta pasó de 71.4 por ciento al 73.9 por ciento, y en Iztacalco, de 68.2 por ciento a 70.1 por ciento. En la alcaldía Cuauhtémoc el nivel de percepción de inseguridad pasó de 58.5 por ciento a 64.9 por ciento.
Se suma que en la Ciudad de México existen cientos de hogares sin escrituras a los que las autoridades les niegan grosera e injustamente los servicios básicos por su calidad de irregulares, condenándolos a vivir en una terrible marginación.
Según datos del Inegi, el más alto porcentaje de habitantes de la CDMX sin acceso a agua potable entubada en el hogar se encuentra en las viviendas sin escrituras.
El Instituto de Vivienda del gobierno capitalino, que debía resolver esta necesidad tan apremiante de los seres humanos, resultó ser un proyecto que favorece a las clases medias, con empleo e ingresos formales, dejando en la indefensión a millones de capitalinos que se ganan día a día la vida en la informalidad, ellos son los que muchas veces tienen que habitar estos asentamientos irregulares
Estos asentamientos se encuentran ubicados principalmente en Xochimilco, Tlalpan, Milpa Alta, Tláhuac, Cuajimalpa, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Magdalena Contreras y Álvaro Obregón, algunos de ellos con 20 o 30 años de antigüedad, tiempo en el que han padecido no contar con agua potable entubada, electricidad y drenaje, calles que en tiempos de lluvias se forman tremendos lodazales y con la inseguridad en todo su esplendor, pues sus habitantes tienen que transitar por calles oscuras poniendo en riesgo su seguridad y hasta su vida.
Sheinbaum ni mitigó mucho menos resolvió este problema tan añejo, ni resolvió la inseguridad, miles de familias vinieron a engrosar los terribles datos de pobreza
Día a día incrementan en la CDMX las extorsiones, cobro de derecho de piso, secuestros o robos. El transporte cada día está pésimo, la L-12 del metro, colapsada hace más de dos años sigue sin funcionar, aunado a que en el metro peligra nuestra vida por todos los cortocircuitos, conatos de incendios, humaredas, interrupciones y marchas lentas que ocurren casi a diario.
Claudia Sheinbaum se va en busca en un nuevo cargo, la presidencia de la república, cuando ampliamente demostró que no pudo con la ciudad, que sus promesas quedaron incumplidas, que no estuvieron en su gobierno “primero los pobres”. Con todo esto, perfectamente podemos vislumbrar qué nos espera a todos los mexicanos si ella llega a la presidencia de la república.
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