En lo que va del mes que corre, dos sucesos trascendentales enlazados políticamente, marcaron la vida de todas las familias colimenses en general; la marcaron, sobre todo, porque tales hechos vinieron a poner en evidencia, con qué tanta autonomía, independencia y soberanía, ejerce la gobernadora su gobierno de la cuarta en toda la entidad.
El primero de los sucesos que refiero, aconteció el sábado 6 de agosto pasado, y lo protagonizó con su visita, el presidente Andrés Manuel López Obrador, que, como heraldo que antecede a su majestad, fue el preámbulo del segundo suceso que ocurrió el martes 9, es decir, la visita a la entidad del embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar; ni más ni menos que el representante oficial del gobierno de la nación capitalista occidental más belicosa del mundo, tanto así, que, por lo que sabemos, es la misma que en la actualidad, sostiene con sus propias armas una guerra contra Rusia en Ucrania; pero además, es también la misma que Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los EE.UU., fue a representar a Taiwán para organizar otra guerra contra China. Vistas, así las cosas, ¿cuál de las dos visitas nos debería preocupar más?
En un trabajo anterior a este, ya me referí en extenso a lo que creo que fue, el verdadero interés local que trajo al presidente a nuestras tierras. Trataré ahora de opinar, sobre los otros intereses no confesados del presidente, mismos que quedaron explicados bien a bien con la visita del señor embajador; lo que nos dice que AMLO vino también, a cumplir un riguroso encargo que le hicieron en la Casa Blanca de Washington.
Dije en mi trabajo anterior, que en realidad el presidente vino a ofrecer garantías y seguridad al gobierno estadounidense, de que sus mercancías, que llegan y parten al continente asiático y a otras partes del mundo, del Puerto de Manzanillo, transitarán con facilidad y sin contratiempos por la red de autopistas que cruzan el Estado. Y la prueba que ofrecí para tal afirmación, fueron las mismas promesas que hizo públicas el mandatario nacional en relación a esto: 1) ampliar a seis carriles toda la autopista Manzanillo-Colima; 2) la conclusión en el mes de diciembre, de la autopista Colima-Guadalajara; y, 3) la rehabilitación de carreteras estatales en los diez municipios.
Pero dije también, que hay otro tipo de contratiempos que estaban obstaculizando el paso oportuno de las mercancías norteamericanas en su trayecto al norte, me refiero, a los bloqueos carreteros a causa de la inseguridad que se vive en el Estado. Fue por esto que, ante la ineficiencia mostrada por el gobierno federal en este tema, fue necesaria la presencia de Ken Salazar, es decir, del poderío que significa el gobierno norteamericano ante delincuentes y ciudadanos mexicanos.
Por eso yo opino que Ken Salazar, a diferencia de lo que publicaron algunos medios locales, no vino a “ofrecer apoyo a Indira para recuperar la seguridad” (Diario de Colima, 10 de agosto); más bien vino a reclamar al gobierno de Indira, recuperar, a como dé lugar, la seguridad de la autopista, sobre todo al tramo conocido como Libramiento Ejército Mexicano, y especialmente al que se encuentra frente a las oficinas de la Fiscalía General del Estado (FGE), con cuyo bloqueo, se había convertido en la última alternativa que les quedaba a las familias para reclamar atención y búsqueda de sus seres queridos secuestrados o desaparecidos.
Que esto puede ser tal como lo supongo, nos lo pueden decir bien los sucesos ocurridos, después de que el embajador abandonó el Estado. Veamos.
Casi a la misma hora del día 9 de agosto, que el embajador ofrecía el “apoyo a Indira para recuperar la seguridad”, familiares de tres personas desaparecidas bloquearon el libramiento Ejército mexicano en el tramo que ya conocemos, en demanda de la pronta localización con vida de sus seres queridos.
Al siguiente día, al mismo tiempo que, en relación a los bloqueos la gobernadora manifestaba en una rueda de prensa que, “siempre estará del lado de la libertad de expresión y la libre manifestación” (Diario de Colima, 11 de agosto); el encargado del Despacho de la Fiscalía Especializada en Desapariciones de Personas, Héctor Javier Peña Meza, informó que, “la FGE tiene abiertas varias carpetas de investigación por bloqueos al libramiento Ejército Mexicano, que familiares de personas desaparecidas o privadas de su libertad, han realizado entre los meses de junio y agosto…” (mismo medio).
Luego, el día 13 de agosto, el medio digital Afmedios Noticias, difundió un video en el que se puede ver claramente, como es que la Fiscalía, acompañada de la Policía Estatal y elementos de la SEDENA, desalojaron con el uso de la fuerza a los familiares que bloqueaban el Libramiento desde el día de la visita del embajador. Más tarde, dijeron que las personas se retiraron por su propia voluntad. Y ya, “consummatum est” (está hecho). Ken Salazar estarán orgulloso de la gobernadora.
Pero, por si alguna duda cabe del proceder del gobierno de la cuarta transformación, en todo esto que ya he referido, veamos lo que, según un medio local, opinó el Secretario de Seguridad Pública del Gobierno del Estado, Víctor Manuel Llerandi, en la reciente reunión de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y Seguridad: “Aclaró que no buscan perseguir a quien se manifieste pacíficamente, pues respetan el ejercicio de la libertad de expresión”. [Pero], “De igual forma indicó que no van a permitir que se vuelva bloquear el sentido de sur a norte, es decir, en dirección de Manzanillo a Guadalajara, el cual fue desbloqueado el jueves. Por lo que los elementos de la Policía Estatal permanecerán en el lugar.” (Diario de Colima, 13 de agosto)
Y por su parte, como una macabra insolencia ya acostumbrada, el vocero Gustavo Adrián Joya hizo su contribución en la reunión que refiero: “[…] hasta el día de ayer en el estado se tenían contabilizadas 480 denuncias por desapariciones, 554 víctimas de homicidios dolosos, de las cuales 63 son mujeres. Además de 94 víctimas de tentativa de homicidio. […] tan sólo en el mes de agosto han ocurrido 30 homicidios dolosos.” (mismo medio)
Y para cerrar, como se suelen decir: “amor con amor se paga”. Hoy leí en un medio local lo siguiente: “Estados Unidos ha emitido una Alerta de Viaje para seis Estados de México: Zacatecas, Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas […]”. “Ken Salazar destacó, que la alerta emitida por el Departamento de Estado se debe al aumento de actividad criminal en estas entidades.” (Diario de Colima, 18 de agosto) ¡Tómala! Una Alerta de Viaje se emite, para que los turistas no vengan. Gracias, señor embajador. ¿Y la soberanía?
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