En Guerrero y en varias partes del país inician protestas, diez años después de la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa “Raúl Isidro Burgos”. Padres de los normalistas reprochan la falta de resultados del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y anuncian que continuarán su lucha con el Gobierno de Claudia Sheinbaum, en espera de que se pueda reconstruir el diálogo y reencauzar el caso para llegar a la tan ansiada verdad y justicia.
La desaparición de los jóvenes ocurrió la aciaga noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, en Iguala de la Independencia, municipio de la zona norte de Guerrero; una década de dolor, incertidumbre, búsqueda incesante, marchas, bloqueos, mítines, volanteo informativo y diálogo con funcionarios, sin resultado favorable.
Al paso de los años y con el cansancio reflejado en sus rostros, el silente andar de madres y padres de los normalistas se hace más lento cada día; sus esperanzas parecen esfumarse, pero el dolor y la ilusión de saber qué pasó con ellos los anima a continuar su lucha… la esperanza los mantiene vivos.
Vidulfo Rosales, abogado y activista, informó que se rompió el diálogo entre el presidente de México y los padres de familia, quienes salieron decepcionados del Palacio Nacional, donde sólo les informaron de un par de detenciones; los informes no avanzan.
Ahí mismo, Joaquina García, familiar de uno de los normalistas, coincidió en que durante este sexenio no hubo verdad ni justicia y denunció la falta de entrega de documentos militares:
“López Obrador nos dio una gran esperanza, sentimos que íbamos a llegar a la verdad porque fue una promesa de un decreto que firmó; lamentablemente, no fue así, pero vamos a seguir en esta lucha”.
La jornada de lucha por el caso que cimbró al mundo entero ya inició. Participan también colectivos, organizaciones sociales, activistas y estudiantes, y se irá intensificando conforme se acerque el 26 de septiembre, fecha que quedó marcada no sólo en Guerrero, sino a nivel nacional e internacional.
El fin de semana, colectivos, familiares de desaparecidos y el Centro de Derechos Humanos de las Víctimas “Minerva Bello” celebraron una misa en el Memorial a los Desaparecidos, ubicado en la Alameda Central de Chilpancingo, también en el marco del Día Internacional de Víctimas de Desaparición Forzada.
En el evento, oficiado por el padre Filiberto Velázquez, se lamentó que la saliente Legislatura no haya aprobado la Ley de Desaparición en Guerrero y anunció que planteará a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda la reestructuración de la Comisión Estatal de Búsqueda y la Comisión de Atención a Víctimas, porque no han sido eficientes en sus tareas.
También se realizó una marcha convocada por el colectivo “Lupita Rodríguez”, que coincidió en la necesidad de aprobar la Ley de Desaparición en Guerrero y denunció que las autoridades se niegan a invertir en un Centro de Identificación contemplado dentro de la ley, que es necesario, ya que el panteón ministerial, que recibe los cuerpos no identificados de la violencia, está a punto de llegar a su capacidad, con casi mil cuerpos.
Tras una década de lucha, cabizbajos, con pies cansados y mirada borrosa de tanto llorar, padres, madres y familiares de los 43 siguen recorriendo calles y oficinas en busca de verdad. El grito de justicia sigue sonando fuerte, demostrando resiliencia y dignidad, porque les faltan 43 y miles más que en algún lugar deben estar.
Lamentablemente, la desaparición, que se incrementa de forma alarmante en el país, sigue dejando en la incertidumbre a miles de familias mexicanas que quedan incompletas al faltar un hijo, un padre, un hermano, etcétera.
No hay peor crimen contra la humanidad que la desaparición de personas. ¡Hasta encontrarlos! Es el grito de familiares que no claudicarán hasta saber dónde están sus desaparecidos.
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