En la más reciente sesión de cabildo del H. Ayuntamiento de Pachuca de Soto, Hidalgo, las regidoras antorchistas, profesoras Guadalupe Orona Urías y Netzery López Soria, haciendo eco al clamor popular de la ciudad capital, propusieron que se destinen recursos municipales o se realicen las gestiones correspondientes para el bacheo de todas las calles por el peligro que representan, tanto para automovilistas, motociclistas, ciclistas como para los peatones, pues ya es común ver que los vehículos invaden el carril de la izquierda y hasta se suben a las banquetas para esquivar los baches, provocando accidentes viales y haciendo mucho más lenta la circulación, amén de las frecuentes averías que sufren los automotores, afectando las economías familiares.
Evidentemente, es genuina la preocupación de las dos regidoras que hicieron tal proposición y representa fielmente el sentir de toda la ciudadanía, por lo tanto, de llevarse a la práctica, el actual ayuntamiento tendría el reconocimiento general pero, en contrapartida, de hacer caso omiso, ignorando o despreciando demanda tan sentida como generalizada, obviamente que recibiría el repudio de sus (mal, muy mal) representados. Bastará con preguntarnos, ¿por qué perdió el PAN la presidencia municipal, ¿qué hizo Yolanda Tellería ante este problema? Precisamente nada, lo ignoró, despreció todos los reclamos al respecto.
El presidente municipal y el gobernador del Estado, ambos priistas, saben muy bien que la gente común, el pueblo llano, por instinto creado identifica espontáneamente a los culpables y, cada vez que caen en un bache, o se les descomponen los amortiguadores o la suspensión o sufren un accidente motivado por el pésimo estado de las vialidades, de inmediato maldice a sus autoridades; pero muchas veces la gente es injusta y saca a relucir a las madres de los dos “representantes populares”, por lo tanto, deben poner atención al planteamiento de las dos regidoras antorchistas, por su propio bien, por el bien de su partido político y de sus propias madrecitas que no tienen más culpa que haberlos procreado.
El tema me trae a la memoria un hecho que muestra, al desnudo, a la clase política marrullera, oportunista, inmoral y traidora que mal gobierna. En las postrimerías del anterior ayuntamiento que encabezó la panista Yolanda Tellería, meses antes de las campañas electorales, el gobernador Omar Fayad declaró a los medios de comunicación, con bombo y platillos, que el gobierno del Estado, del PRI, haría una inversión millonaria para rescatar a Pachuca y al municipio connurbado de Mineral de la Reforma, taparía baches, modernizaría calles y repavimentaría donde fuera necesario; acto seguido, mandó colocar un sinnúmero de vinilonas promocionando su “gran obra”. Días después, en donde colocaron su propaganda (electoral, porque eso fue) inició el bacheo en la calle Abasolo y colocación de algunos topes (para suplir los baches) Y cerraron el telón, se acabó el teatro, ¿Cuántos millones gastó? No lo sabremos, pero seguramente fue mayor el gasto en propaganda que en los pocos baches que tapó y, en consecuencia, cada día estamos peor, con calles intransitables, con verdaderos socavones, hoyancos donde caen los carros y hay que sacarlos con grúa. Y, hay que decirlo, con el dinero erogado en uno solo de los puentecitos multimillonarios que son la “orla” del actual gobierno, bastaría para mantener en buen estado todas las calles de la ciudad y pavimentar en donde haga falta, pero, ¿Qué beneficio tiene Omar Fayad con cada puentecito? Sólo porque el presidente de la República nos asegura que en México se acabó la corrupción, porque si no aseguraríamos que se apropia del 30 por ciento de todo lo presupuestado en cada puente o que se lo reparte con el mismísimo presidente López Obrador en buena paz y armonía, pero no, la corrupción ya se acabó y no hay impunidad, debemos creerle al señor presidente porque es el más honesto de todos los presidentes del mundo y seguramente ya va a meter a la cárcel a sus hermanos, hijos, tíos, primos y sobrinos que descubrieron robando y corrompiendo gentes.
Como colofón diremos que lo propuesto por las mencionadas regidoras ni se aceptó ni se rechazó sino todo lo contrario (frase célebre de un afamado presidente de México) se mandó a las comisiones de Hacienda y Asentamientos Humanos, “para su análisis”, hecho que la regidora antorchista Guadalupe Orona calificó como mandar la proposición a “la congeladora”. Sin embargo, la síndica de Hacienda aportó un dato contundente: hay más de diez mil baches en el municipio, reforzando la justeza y la urgencia de atender el problema. Otro regidor priísta mencionó que hay programas federales para remozar las calles como el Programa de Rescate de Espacios Públicos, el Fondo para el Fortalecimiento de la Infraestructura Estatal y Municipal y el Fondo Minero. ¿Pero entonces, por qué no se ha gestionado en esas instancias, qué esperan, acaso no recorrieron las calles en la campaña y vieron lo urgente de hacer algo para remediarlas, o como AMLO fifí, viajan en helicóptero y desde el mosco orientan a los ciudadanos?
Pues bien, la historia queda inconclusa, pues las regidoras antorchistas afirman que seguirán insistiendo, que no quitarán el dedo del renglón hasta que el problema sea resuelto, mientras tanto, los afectados, que somos todos, debemos mantener la esperanza viva, sabiendo que tenemos verdaderas representantes en el H. Ayuntamiento pero que debemos ver la manera de apoyarlas para una mejor y más rápida solución del problema que a todos nos aqueja. Vale.
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