Resulta muy difícil aceptar que haya entidades del país, como Baja California o Chihuahua, donde casi la mitad de la población, 48.7 %, según un análisis dado a conocer por el grupo plural de expertos en economía y política pública de México ¿Cómo vamos?, tomado del Consejo Nacional de Evaluación para la Política de Desarrollo Social.
Dicho estudio fue dado a conocer en una publicación el pasado 28 de septiembre por El Universal Querétaro, donde se explica que los trabajadores de México reciben salarios por debajo de sus necesidades más elementales, a pesar de que somos un país tan rico, grande y con muchas riquezas naturales, y, sobre todo, con un pueblo tan trabajador como el nuestro, ubicado en el número catorce a nivel mundial en producción de riqueza.
Es difícil de asimilar que en Querétaro hay más mujeres que hombres en pobreza laboral, a pesar de que muchas de ellas trabajan largas jornadas para sobrevivir.
Sin embargo, lo sorprendente de este análisis realizado por esta asociación civil es que esos estados no son los menos peores, pues al comparar el ingreso laboral per cápita a nivel nacional, se estimó que en otras entidades, el porcentaje de la población sin ingresos suficientes para cubrir el costo llegó hasta más de 80 % de su población.
Destaca, según este resultado, que Chiapas es el estado con mayor proporción de habitantes sin ingresos suficientes para comprar las dos canastas, con 85.5 % de su población en esas condiciones, seguido muy de cerca por Oaxaca con 81.3 % y Morelos con 78.5 %.
Y en Querétaro, que ocupa el lugar 16 de los 32 estados de México, donde, según las autoridades del estado, los trabajadores son felices con un salario promedio de 637 pesos por día, de acuerdo con los resultados de este mismo estudio, el 65.7 % de la población tiene un ingreso por habitante menor al costo que representan conjuntamente la canasta alimentaria y la canasta no alimentaria.
La primera, como sabemos, está integrada por productos elementales como tortillas, huevo, leche, frijol, carne, pastas, arroz, azúcar, café, frutas, verduras y otros; y los gastos de la canasta no alimentaria corresponden a la salud, transporte, materiales para el aseo de la casa, educación, vivienda, ropa, calzado, servicios públicos como teléfono, agua, luz, entre otros.
Y un dato que resulta verdaderamente estremecedor y difícil de asimilar —aunque es muy conocido— es el que se refiere a que en Querétaro hay más mujeres que hombres en pobreza laboral, con los salarios más bajos, a pesar de que muchas de ellas trabajan desde las siete de la mañana hasta las siete u ocho de la noche, hasta en tres o cuatro casas distintas haciendo labores de limpieza para sobrevivir, viéndose obligadas a desentenderse de sus familias.
Y es que por cada 100 hombres que no tienen un ingreso que les permita comprar la canasta alimentaria, hay 113.3 mujeres en condiciones de pobreza laboral, mientras que a nivel nacional el promedio es de 112.9 mujeres, destacando entre los más desiguales Colima, con 126 mujeres en pobreza laboral, y Jalisco, con 124.
Ante esta situación tan injusta, ¿por qué los mexicanos nos dejamos engañar por santos que almuerzan? El asunto es muy evidente.
Si no se han subido los impuestos a los capitalistas, que se quedan con la riqueza de los trabajadores, es claro que los pobres cada vez seremos más y cada vez seremos más pobres. Y mientras el pueblo no despierte y se organice para luchar por una vida digna, seguiremos siendo víctimas de quienes en amasiato tienen en sus manos el poder económico y político.
Etiquetas: ¿Cómo vamos?, Universal Querétaro, salarios, México, ingreso laboral, canasta alimentaria y no alimentaria, mujeres, pobreza laboral
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