El 11 de marzo se cumplió un año del primer mexicano fallecido por covid-19 y lamentablemente hay que señalar que aún no se logra domar la pandemia, contrario a lo que presume el presidente Andrés Manuel López Obrador y tampoco se avanza a buen ritmo con la campaña de inoculación, aunque el Gobierno federal celebre que ya tenemos la vacuna, las dosis aplicadas son mínimas y con un panorama de desorganización en la mayoría de los centros de vacunación que se han instalado.
Según las cifras que reporta la Secretaría de Salud, han fallecido 193 mil 142 personas, pero sumando las que dio el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), son ya 226 mil 783 y la cifra se incrementa todos los días.
Somos miles los que hemos perdido a un familiar o a un amigo como resultado de esta terrible enfermedad que ha tenido enorme impacto económico y social a consecuencia del mal manejo que le ha dado el Gobierno de Morena y como prueba de ello, hace unos días el responsable de hacerle frente a la pandemia, el doctor Hugo López-Gatell se paseó sin cubrebocas por las calles de la Ciudad de México, sabiendo que está contagiado, lo que sin duda fue una gran irresponsabilidad, por lo que algunos juristas señalan que podría haber incurrido en un delito que amerita hasta tres años de cárcel y lo peor, él lo sabía y con el mayor cinismo culpó a los medios por la publicación de la aparición de sus fotos, sin admitir su mala conducta.
De acuerdo también con las cifras oficiales, se han designado tres millones 488 mil dosis hasta el 9 de marzo, pero únicamente a 605 mil 801 personas se les ha aplicado la segunda inyección, lo que representa apenas el 0.48% del total de la población del país y sólo el 2.7% ha recibido una de las dos inyecciones, teniendo como resultado que no haya condiciones ni para el regreso a clases ni para bajar la guardia a pesar de la actitud optimista del Gobierno que se apresura a modificar el semáforo epidemiológico en la mayoría de los estados y que más bien se abre la posibilidad de otra oleada de contagios ante la llegada del periodo vacacional de semana santa. A esto le sumamos que se sigue modificando el compromiso de vacunar a los adultos mayores, ya que la primera fecha era el 8 de febrero, después a fines de marzo y ahora se dice que durante el transcurso del año, entonces tenemos que señalar que no hay nada que celebrar y que por el contrario vamos muy mal con la campaña de vacunación.
Durante esta semana se volvió a notar malestar por parte de nuestros adultos mayores ante el desastre y la desorganización que ha provocado que estén formados hasta más de tres horas, sufriendo las inclemencias del tiempo. Los medios registraron estos casos en el municipio de Santa Lucía del Camino en Oaxaca; en San Francisco del Rincón y en Silao, Guanajuato, así como en Veracruz, por mencionar algunos.
De igual manera siguen las protestas de los médicos que exigen ser inmunizados. En Guanajuato, de los 17 mil trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) casi la mitad del personal no ha recibido ninguna vacuna y de acuerdo con una declaración del doctor Francisco Moreno, médico internista e infectólogo del Centro Medico ABC, gran parte de los doctores del sector privado que atiende el coronavirus en el país, tampoco han sido vacunados.
Mientras tanto, a pesar de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que Morena debe acatar la ley y dejar de usar las vacunas con fines electorales, estos lo continúan haciendo con ésta y con todos los programas sociales del Gobierno federal. Casos como los de Víctor Romo alcalde en Miguel Hidalgo, el de Aida Valencia, subdelegada del Bienestar en Oaxaca y de los “Servidores de la Nación” en Guanajuato, son el ejemplo vivo de que la medida se la pasan por el arco del triunfo con tal de llevar a aun puesto a sus candidatos en la próxima elección de junio.
Para colmo, los gobernadores de ocho estados, entre ellos Nuevo León, Tamaulipas y Guanajuato, denunciaron haber recibido un aumento de cuatro mil vacunas echadas a perder, que, aunque la Secretaría de Salud señala que fueron trasladadas a una temperatura no recomendada, no perdieron su potencia y pueden ser aplicadas; es un ejemplo más de la irresponsabilidad de cómo este Gobierno maneja la pandemia y sin importarles que con ello pongan en riesgo más vidas de mexicanos.
En conclusión, este año de pandemia y el mal manejo por parte del Gobierno federal, nos ha salido muy caro, miles de muertes y con ello miles de viudas y huérfanos; miles de desempleados y encarecimiento de los productos de la canasta básica; incremento de la inseguridad y de los feminicidios; una administración que ha acrecentado la corrupción y derrochado el presupuesto de la nación, un país en el que la pobreza vuelve a la registrada hace una década.
No hay de otra, urge un cambio de rumbo y de la implementación de un nuevo proyecto de país y éste debe de ser el que desde hace 47 años Antorcha viene proponiendo, con el que habremos de construir una sociedad más justa. De eso no hay duda.
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