El ser humano desde que aprendió a analizar las cosas, a conocer su entorno social, por ejemplo y a buscar las formas de cómo transformar todo lo que le rodea, siempre ha vivido en constante cambio. Esto nos indica que los cambios suceden, aunque no los percibamos o bien estemos en contra de ellos; pero el ser humano ha llegado a un punto donde al parecer se ha extraviado y aunque pretenda cambiar lo que sabe que se debe cambiar, no logra entender que es lo primero que se debe cambiar.
Por ejemplo, hay grupos políticos y hombres con gran poder económico que también buscan cambiar todo, organizaciones que se dicen de izquierda y partidos políticos que buscan por igual cambiar toda una sociedad para supuestamente mejorar sus condiciones de vida. Todos pues al parecer hablamos de cambios, pero casi nadie quiere empezar por donde se debería empezar, es decir, por el individuo primero. Esta forma de ver y pensar las cosas pareciera que es lo más correcto, pero veamos bien qué cambio queremos realmente como individuos y como sociedad, aquí está el verdadero problema al que se enfrentan todos los que quieren un cambio, pero sin tocarse a sí mismos, queremos pues cambio de forma, superficial, o cambio de fondo, de raíz.
Y así tenemos actualmente al grupo de poder que gobierna nuestro país, la cuarta transformación; un grupo que se piensa de “izquierda” y quizá hasta “comunista”, pero que realmente de esto nada tiene; ¿cómo podríamos cambiar toda una sociedad sin pensar primero en el individuo aislado, el individuo como el reflejo de uno mismo, porque hasta nos olvidamos que somos semejantes, esto es precisamente lo que se tiene que analizar primero si realmente queremos un cambio de raíz, y repito, ahí tenemos a los morenistas que quizá quieren cambiar todo pero sin cambiar ellos mismos, una gran contradicción. Y lo vimos y vivimos en estas elecciones del día 6 de junio, hicieron todo un proceso electoral muy a su modo, a su conveniencia, es decir, una elección de estado, qué hicieron, aplicaron todas las viejas prácticas corruptas que han utilizados los demás partidos políticos, prácticas que ellos mismos cuando estaban en la oposición repudiaban a morir junto con López Obrador; estas formas de cómo se buscan hacer los cambios, cuando como personas individuales, como seres humanos no se han detenido a pensar si esos actos que siguen practicando son los más correctos, limpios y viables para cambiar toda una sociedad.
Mucho han hablado ellos de una verdadera transformación, pero lo que no sabemos es a qué tipo de transformación se refieren, porque en este proceso electoral que pasó, los actos que cometieron no son dignos de alguien que busca un cambio de raíz, todo lo que hicieron para quedarse en el poder es repudiable, inmoral como dicen ellos, actos que no van de acuerdo con el pensar y ser de quien o quienes dicen que nuestro país requiere de una transformación, cuando realmente ellos como personas se dedicaron a amenazar, a intimidar y obligar a votar por los candidatos morenistas. Estas actitudes no son de una transformación progresista y dialéctica, es una actitud sucia y podrida de unos cuantos que siempre nos han hablado de moral y de respeto al prójimo. Actuaron pues como una organización de delincuentes, no como una organización política que busca gobernar para mejorar la situación del país, son más bien una verdadera deformación ya que solo se dedicaron a comprar conciencias de una y mil formas, abusando de la pobreza e ignorancia de nuestro pueblo, ¿así quieren transformar al país? ¿Corrompiendo a todo mundo cuando son los primeros que nos hablan de honestidad?
Por eso decía al principio que para cambiar realmente lo que se debe cambiar, tiene que empezarse por el individuo aislado, es decir, por el ser humano como tal, ¿cómo? con otro tipo de educación, de moral, de honradez y de trabajo, se trata pues de una educación integral, para ello el ser humano tiene que cambiar su forma de ser y de actuar, etc., solo así podrá cambiar toda una sociedad, porque se nos olvida también que cada individuo forma parte y es parte de una misma sociedad y si el individuo no cambia primero, la sociedad jamás podrá cambiar para bien de todos, y así tenemos a la 4T, quieren cambiar todo menos ellos como individuos; por lo tanto no hay cambio ni transformación auténtica si no cambian los que gobiernan este país actualmente. Todo lo que digan es un engaño vil para el pueblo, pero éste tiene que despertar y educarse para darse cuenta quién es su verdadero enemigo.
El Movimiento Antorchista Nacional a esto sigue invitando, a que el pueblo salga de su ignorancia para que no lo confundan y lo conformen con un simple programa de apoyo económico, queremos un México en desarrollo, que progrese y para ello necesitamos una educación más integral, más profunda y más científica, no queremos educación para ser simples obreros del capital, México necesita verdaderos científicos que piensen en su país y no solo en sus intereses personales, ojalá tomemos conciencia más pronto que temprano y exijamos al gobierno actual que cumpla con su deber, no necesitamos merolicos mañaneros, necesitamos un presidente con visión de futuro, no un peleador callejero que con todo mundo confronta y no resuelve nada.
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