“Éramos conscientes, y lo hicimos a pesar de todo", fueron las palabras de Sean Parker, cofundador de Napster y primer presidente de Facebook al referirse a la manera en que los desarrolladores del gigante de facebook hicieron para aprovecharse de la vulnerabilidad de la psicología humana creando una dependencia similar a la de cualquier droga, pero a través de tres botones distintos: "Me gusta", "Comentar" y "Compartir".
"Facebook se aprovecha de la psicología humana y sólo Dios sabe lo que le está haciendo al cerebro de nuestros hijos", las palabras parecían un rumor alarmista que se extendía de boca en boca desde hace más de cinco años, hoy ya no es más un rumor, los hechos, los daños y los intereses están a la vista.
Repasemos brevemente: ¿qué es facebook y cuál es su relevancia? Facebook más allá de ser lo que conocíamos como una red social azul con una “F” como logo principal es hoy en día un conglomerado de redes sociales compuesta por algunas populares como Instagram, Whatsapp y Messenger. En el mes de enero de 2021 Facebook contó con cerca de 2.740 millones de usuarios activos; Instagram con más de 1.221 millones; y Whatsapp con más de 2.000 millones de usuarios. Solo sumando estas cifras nos damos cuenta de que el impacto de Facebook es tal, que cada red alcanza a aproximadamente a un 25% de la población mundial. Esta es la actual relevancia de Facebook.
La empresa fundada por Mark Zuckerberg, hoy dista mucho de ser el proyecto de unos universitarios que querían crear una comunidad virtual donde compartir fotografías y posteos simples, hace un año aproximadamente, la empresa de la gran “F” se dio el lujo de ponerse frente a frente con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, Facebook restringió la cuenta del aun país más poderoso del mundo.
El poder que tiene Facebook; sin embargo, hoy, a pesar del aparente panorama favorable se enfrenta a un problema al que según sus propios estudios lo llevará a la obsolescencia en un plazo no muy lejano. Facebook en cualquiera de sus modalidades ya no es una plataforma atractiva para los rangos de edad más jóvenes, la mayoría de los usuarios de Facebook se encuentran entre los 18 y los 34 años de edad.
Esto, que parecería para otros negocios. algo rentable por el rango de edad, para Facebook no lo es, y desde hace ya varios meses ha empezado a realizar algunas investigaciones de mercado, mismas que tras salir a la luz han revelado al ojo público algunas cosas que la mayoría ya podíamos anticipar.
Las investigaciones publicadas recientemente por The Wall Street Journal han revelado principalmente la relación entre la aplicación y las tendencias suicidas en diversos jóvenes, muchas de las muertes registradas esconden historias escalofriantes. Entre ellas la de una adolescente de 17 años en Malasia que una mañana de mayo de 2019 publicó una encuesta en Instagram bajo la pregunta: “¿Debo morir o no?”. Al día siguiente fue hallada muerta. Quienes votaron en su encuesta habían respondido que sí.
El anterior caso podría parecer una exageración, pero no es tal, ya que, según la Organización Mundial de la Salud, OMS, cada año 703, 000 personas se suicidan, a esta cifra se añade que muchas más intentan hacerlo sin ningún éxito. El suicidio es la cuarta causa de muerte entre quienes apenas van de los 15 a los 29 años de edad.
“Empeoramos los problemas de imagen corporal para una de cada tres adolescentes”, se lee en un extracto de las investigaciones internas de Facebook Inc. en 2019, filtradas por WSJ. La empresa norteamericana, en vez de actuar, decidió ocultarlo.
Por si fuera poco, el gigante de las redes sociales, además de ocultar estos informes, mantuvo su empeño en desarrollar una plataforma desprendida de Instagram para involucrar aún más a niños y adolescentes en la misma dinámica. Los informes de mercado del conglomerado de redes sociales califican a los menores de 12 años como “una audiencia valiosa, pero sin explotar”, en palabras gringas “Untapped Wealth” o “riqueza sin destapar”.
Las críticas han llegado como una violenta embestida contra el conglomerado de Facebook, sobre todo por parte de algunos políticos de EE.UU., que desde las entrañas de su rancio moralismo han calificado las prácticas de la empresa de Zuckerberg como una amenaza a la integridad de los menores. Pero, ¿no es esa misma actitud que condenan de Facebook la naturaleza del modelo económico imperante?, ¿no es pues la concentración de más riqueza la intención fundamental del capital?
Los legisladores estadounidenses y el público en general debemos de reevaluar las verdaderas raíces del problema de Facebook, la situación va más allá de prohibir el uso de las redes sociales a los menores, pues la intención del capital siempre será extender sus fronteras y ampliar sus ganancias lo más que se pueda, sin importar a quiénes tenga que afectar, sin importar incluso que en el trayecto tenga que llevarse la salud mental de las nuevas generaciones, ni mucho menos menospreciar tanto a los menores como para calificarlos como la “Untapped Wealth”.
Las redes sociales no son un actor menospreciable, son por lo contrario un depredador activo del modelo económico que tiene un negocio por defender, no porque las redes sociales sean malas por sí mismas, sino porque el camino en que se conducen así dictan la marcha. No se acabarán los riesgos del futuro con el falso moralismo, urge conciencia, y una respuesta profunda y dirigida a las bases del problema.
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