El transporte público que surte a las principales urbes del estado de Tlaxcala de trabajadores y estudiantes está dominado por una sola empresa. Esto no siempre fue así, pues a inicios de este siglo existían, aún, concesiones a trabajadores del transporte independiente, que hacían de este sector uno con más competencia, ofreciendo al usuario un mejor servicio, sin embargo como ley inequívoca del capitalismo “la ley del más fuerte” tuvo que dejar fuera a los menos capitalizados convirtiendo al sector de transporte en un monopolio con jugosas ganancias.
La empresa de Autotransportes Tlaxcala, Apizaco, Huamantla es hoy por hoy la que domina el mercado del transporte sobre las principales arterias que comunican al interior del estado y podría decir que con las principales metrópolis que nos rodean (Puebla y Ciudad de México), sin embargo, aún existen otros peces gordos que le hacen competencia.
Los operadores de la empresa atah son al final de cuentas trabajadores asalariados que al final de la jornada reciben un salario bien medido por los patrones, con el que recuperan, para el siguiente día, las energías que le permitan seguir manejando el autobús. Es decir, su salario representa, sin bien les va, parte de la canasta básica, un lugar en el cual descansar y rehacerse para la siguiente jornada. En otras palabras, son obreros del transporte público, explotados por un patrón el cual se queda con la parte del león. En toda empresa se exige el mayor rendimiento del obrero, pues entre mayor mercancías produzca, más será la ganancia del patrón, en nuestro caso, el chofer es exigido en el proceso de trabajo para cumplir con ciertas condiciones preestablecidas. Tales condiciones no son más que la forma de obtener el mayor provecho a la actividad productiva del obrero. Es así como vemos a varios choferes de esta empresa arriesgando su vida y la de sus pasajeros por llegar a tiempo a hacer un registro en algunas paradas, habiendo sanciones de no llegar al minuto programado (ni uno más ni uno menos).
Como otra consecuencia de lo anterior, hay registro de los múltiples choques que han sufrido estos minibuses azules y blancos a lo largo y ancho del estado, de los que han resultado varios lesionados. “El choque de un autobús de la empresa Autotransportes de Tlaxcala, Apizaco, Huamantla (ATAH) contra una combi colectiva en la carretera Vía Corta Santa Ana-Puebla, a la altura del municipio de Chiautempan dejó como saldo preliminar 11 personas lesionadas. Uno de los lesionados fue trasladado al Hospital General de Tlaxcala por la gravedad de sus lesiones, mientras otros fueron atendidos en el lugar, dos de ellos con heridas de consideración pero que no ponen en riesgo su vida, mientras que otras ocho personas con tercera prioridad, considerados solo golpes y lesiones no graves”. 17 de noviembre de 2022. Quadratín Tlaxcala.
Se suma al riesgo que corren los pasajeros en el transporte Atah lo caro que resulta este, pues recientemente aumentó sus tarifas. Al respecto el medio La Jornada de Oriente publicó “Para Leonardo, servidor público que viaja diariamente de Huamantla a Tlaxcala y viceversa, “es injusto” este aumento, porque antes pagaba 42 pesos “y con esta disposición que no se sabe si en realidad es legal, ahora son 46 pesos, cuatro más (9.5 por ciento)”.
Es necesario agregar que comúnmente los minibuses viajan con sobrecupo. “Los días lunes por la mañana en la ruta Huamantla- Tlaxcala es común ver los carros al full donde te exigen ocupar el último espacio del pasillo”. Con base en este punto es curioso preguntarse ¿Qué autorización legal tienen para poder viajar con el doble de la capacidad del minibús? ¿Por qué ninguna autoridad vial hace algo al respecto? Tal parece que hay convenios de peso con el gobierno del estado.
Recientemente llamó mucho la atención, haciendo uso incluso de memes en las redes sociales, el proyecto de la introducción de un mini tren en la zona conurbada de Tlaxcala, que comunicará al jardín botánico con las instalaciones del IPN. Quien conoce Tlaxcala sabe que la distancia entre estos dos puntos es corta, aun no queda claro qué objetivos tiene este novísimo transporte, sin embargo, lo que está claro es que no beneficia en nada al grueso del pueblo trabajador y estudiantil del estado de Tlaxcala.
Es necesario que el estado brinde un transporte de calidad, barato y seguro a los trabajadores y estudiantes de Tlaxcala que viajan todos los días a la capital. Los trabajadores son los generan la riqueza, mantienen la administración del estado y los que con sus manos dan belleza a nuestras ciudades. Los jóvenes deben recibir todo el apoyo del estado y de nuestras universidades para que todos nuestros jóvenes estudien una carrera, pues una sociedad nueva con menos desigualdad hace falta también en Tlaxcala. Hay ejemplos que seguir, sin embargo estos ejemplos solo se han logrado con la unión y la lucha de estos dos sectores de la sociedad, que es a lo que El Movimiento Antorchista en Tlaxcala los invita. Vale.
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