Valle de Santiago en la actualidad es uno de los 46 municipios del estado de Guanajuato, cuyo origen se remonta al siglo XV, cuando los purépechas se apoderaron de este fértil y extenso valle al que pusieron por nombre Camémbaro (lugar de ajenjo o estafiate), rodeado desde la era geológica prehistórica, por 12 volcanes extintos, que le dieron el nombre, del País de las Siete Luminarias, aunque en realidad son ocho los que se conservan hasta nuestros días, algunos de los cuales, al quedar su sequedad más baja del nivel freático, se llenaron de agua y las llamaron Hoyas y en la actualidad tenemos: Las Hoyas de Álvarez, de Cintora, Blanca, de Solís, de Estrada, de San Nicolás Parangueo, del Rincón de Parangueo y la Alberca. Únicas en el mundo y consideradas “Maravillas Naturales de México”, que, en estricto sentido, deberían ser Maravillas Naturales del Mundo.
La fundación legal u oficial por parte de España como villa de Valle de Santiago corrió a cargo de Cristóbal Martínez y Juan Fernández, por órdenes del Virrey de la Nueva España, el 28 de mayo de 1607.
Al establecerse en México el régimen federal y sancionada la carta política del estado de Guanajuato, el 1 de abril de 1826, Valle de Santiago quedó comprendido entre los 18 municipios dependientes de la nueva entidad federativa.
Esta población desde sus orígenes se caracterizó, por rechazar la esclavitud que les imponían algunos grupos más desarrollados como los purépechas y más tarde los indios caciques de Jilotepec, y prefirieron ser nómadas libres. Llegado el Movimiento Insurgente, se tiene registrado que la inmensa mayoría de la población vallense estaba en favor de éste y lo manifestaron de diferentes formas, la primera de ellas, fue la recepción cálida y de apoyo al cura de Dolores, a su paso por estas tierras cuando se dirigía a Valladolid (hoy Morelia) el 11 de octubre de 1810, así como la integración de muchos de sus hijos a la lucha por la Independencia de México, entre los que destacaron Andrés Tamayo, Lucas Flores, la distinguida doña Gertrudis Vargas, quien entregó personalmente, a don Miguel Hidalgo, a su hijo José María Magaña de 19 años, quien más tarde sería general.
También podemos nombrar a Albino García y sus hermanos, como a Francisco Javier Mina, quienes no fueron vallenses de nacimiento, pero hicieron de esta tierra su centro de operaciones, donde planearon muchas batallas; les ganó el repudio de los realistas, principalmente de Agustín de Iturbide, que entre sus fechorías estuvieron la muerte y el descuartizamiento del propio Albino García, así como el fusilamiento de más de trescientos insurgentes.
El sentido de esta narración de hechos históricos, de los diferentes momentos por los que han pasado los habitantes de Valle de Santiago desde su fundación como población, es recordarles que muchos de los problemas que originaron su participación activa en estos y otros movimientos sociales de carácter nacional, que por razones de espacio no comenté, no han sido resueltos hasta hoy en día, ni en el país, ni en el municipio, como lo demuestra el siguiente informe.
El informe anual 2020 de la Secretaría del Bienestar, sobre la situación de pobreza y rezago social en el País de las Siete Luminarias, indica que es uno de los 10 municipios más pobres del Estado, que tiene una población total de 153 mil 94 habitantes, de los cuales 87 mil 875, que representan un 57.4% del total de los vallenses, viven en pobreza; 77 mil 771, que equivalen al 50.8% viven en pobreza moderada; 10 mil 104 personas, que son el 6.6% están en la pobreza extrema, es decir, no saben, si mañana comerán; 110 mil 385 ciudadanos, carecen de seguridad social, que es la protección que una sociedad proporciona a los individuos y sus hogares, para asegurar la asistencia médica y la seguridad del ingreso en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes de trabajo, maternidad o pérdida del sostén de la familia, esto representa el 72.1% del total de la población, es decir, 7 de cada 10 habitantes están en el desamparo; el 25.1% que equivale a 38 mil 427 ciudadanos tienen rezago educativo, esto quiere decir, que 1 de cada 4 habitantes de Valle de Santiago mayor de 15 años no cuenta con la primaria y/o secundaria terminada.
Si estos datos no fueran suficientes para darnos cuenta del grado de pobreza y rezago social que existe en el municipio, agregaré sólo otros dos: 31 mil 231 ciudadanos carecen del algún servicio básico en su vivienda, esto es el 20.4%, lo que equivale a decir que 1 de cada 5 habitantes sufren esta problemática; 14 mil 85 ciudadanos viven hacinados (amontonados), esto representa el 9.2%, que significa que 1 de cada 10 habitantes, padecen este mal. En contraste con esta situación, sólo 14 mil 553 personas en Valle de Santiago no son pobres y no tienen carencias económicas, ni rezagos sociales.
La situación se agrava con la pandemia que en el municipio ya hizo estragos y hay 2 mil 734 contagiados de los cuales, han fallecido 162 y, a este dolor provocado por el pésimo manejo de la crisis sanitaria por parte del Gobierno morenista, hay que agregar el impacto económico que hace más vulnerables a los más humildes y que también ha impactado al sistema educativo, por el fracaso de las clases en línea que está provocando una mayor deserción escolar.
Ante esta catastrófica situación del municipio, el Movimiento Antorchista llama a los vallenses para que exijan a los futuros candidatos a presidente municipal, que se comprometan con propuestas y acciones claras y concretas, para revertir la pobreza y el rezago acumulado, pero debemos tener conciencia, de que sólo hay una forma de obligar a quien resulte electo a cumplir la palabra empeñada, y esa forma se llama organización y lucha del pueblo, de otra manera seguiremos padeciendo el abandono de la autoridad. Que conste.
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