Ahualulco, SLP. Don Hipólito Flores es beneficiario del Insabi, pero este sistema de salud solo cubre las consultas médicas, no los medicamentos y, mucho menos, los estudios de laboratorio que requieren los pacientes como él, que padece cáncer y que no cuenta con recursos económicos para cubrir el costo de su tratamiento. Enfermarse, para hombres como don Hipólito, se convierte en un viacrucis que combina la enfermedad y la pobreza.
"Me indicaron que solo podían brindarme la consulta, pero que el medicamento y los estudios no me los podían dar, y estoy muy preocupado porque, según el diagnóstico, la enfermedad pone en peligro mi vida”, dijo don Hipólito, afligido por su estado de salud.
Así opera el Insabi, el programa de salud ideado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que resulta insuficiente para los pacientes con enfermedades crónico degenerativas, quienes al carecer de algún sistema de seguridad social completo recurren a lo que antes era el Seguro Popular, desaparecido por orden del mandatario federal.
Don Hipólito es una persona de la tercera edad, habitante de la comunidad de Ipiña, municipio de Ahualulco, en San Luis Potosí, fue diagnosticado con cáncer en el Hospital Central donde los médicos le prescribieron un medicamento cuyo costo es de más de 12 mil pesos y que necesita adquirir cada tres semanas, así como un estudio denominado Gamafría ósea, que no le cubre el Insabi.
Preocupado por su condición económica y su enfermedad que dependen de un sistema de salud público deficiente, Flores solicitó el apoyo del Movimiento Antorchista, que al conocer su caso, inició las gestiones necesarias ante dependencias de salud para que obtenga el medicamento y los exámenes clínicos que requiere.
Bartolo Hernández, responsable del Movimiento Antorchista en el municipio, dijo que actualmente en el país, la inversión en salud es "muy baja", por lo que existen graves carencias en la atención a la población, y en el caso de padecimientos como el cáncer la situación es más grave, porque ni siquiera hay suficientes medicamentos, lo que hace más cara y difícil está enfermedad para quienes la padecen.
“Esto debe hacer que la gente vea que los escasos apoyos directos que da el gobierno no resuelven de fondo sus problemas, sino que los mediatizan; pues estos problemas son estructurales y requieren de un modelo económico nuevo", apuntó.
Remarcó que el Movimiento Antorchista propone y promueve un modelos económico que cree empleos para todos, pague salarios que alcancen para hacer frente a las necesidades de las familias; que implemente un pago de impuestos progresivo donde paguen más los que más tienen modo de hacerlo; y que el gasto social se enfoque en serio a resolver las grandes carencias de la población como la salud, la vivienda, educación, la construcción de infraestructura para lograr un reparto más justo y equitativo de la riqueza nacional.
Señaló que según los datos estadísticos, más de la mitad de la población en San Luis Potosí no cuenta con algún tipo de derechohabiencia, por lo que la población debe cuidar su salud y atender sus padecimientos por la vía privada; pero el problema es que la mayoría son de escasos recursos económicos, por lo que sufren un doble castigo de pobreza y enfermedad.
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