El domingo 6 de junio el pueblo de México hizo efectivo su derecho a elegir a sus representantes a través del voto en las urnas electorales. Así pues, en el caso del estado de Puebla se eligieron a las nuevas administraciones de los 217 ayuntamientos que conforman el estado. Quiero verter mi opinión en cuanto a dos casos muy concretos que ocurrieron en 2 de los 217 municipios en donde fueron electos los nuevos presidentes municipales y sus planillas: Ocoyucan y Huitzilan de Serdán. Estos dos municipios han sido gobernados por el antorchismo poblano desde hace ya varios años.
El 6 de junio los pobladores de estos municipios salieron a votar por los candidatos que realmente, a lo largo de su campaña electoral, presentaron proyectos que significan un fuerte apoyo y desarrollo para la mejora de sus municipios. En Ocoyucan, el candidato Rosendo Morales Sánchez del PRI fue electo presidente municipal con una cantidad de 5,830 votos, mismos que lo hicieron ganador en este proceso electoral, en contra del candidato del Partido Acción Nacional que obtuvo 4,188 votos. La diferencia es clara, 1,642 votos de diferencia entre el primer y segundo puesto que obtuvieron los candidatos. El pueblo de Ocoyucan eligió el progreso representado por el candidato antorchista.
Pero esto no representa ningún problema para el pueblo que efectuó su voto por su candidato, pero sí lo que ocurrió pasado el 6 de junio. Pasadas las fechas de jornada electoral y una vez entregada la constancia de mayoría relativa a Rosendo, fue interpuesta una impugnación extemporánea por parte de los partidos políticos PAN, Morena y Nueva Alianza que, como ya mencioné, fueron extemporáneas a los términos plasmados en el reglamento electoral del estado, además de estar sustentadas en acusaciones sin fundamento y sin pruebas claras y contundentes en contra del triunfo del pueblo de Ocoyucan.
Algo parecido ocurrió en Huitzilan de Serdán, donde el candidato del PRI es integrante de las filas del antorchismo y una persona completamente respaldada por el trabajo que ha realizado por muchos años con los huitziltecos para el único beneficio y mejora de su municipio. El compañero Josué Elías Velázquez Bonilla, candidato del PRI, obtuvo 3,611 votos contra 2,689 votos obtenidos por parte del candidato de Morena, es decir, existen 922 votos de diferencia entre Josué y el candidato morenista, una clara y contundente victoria de los Huitzilectos.
Al igual que en Ocoyucan, la oposición morenista impugnó el triunfo del antorchista huitzilteco, fundando dicha impugnación en que el candidato ganador rebasó su tope de gastos de campaña a lo cual el candidato de Morena debe de saber que existen informes sobre los gastos efectuados por parte del candidato que dejarían entre ver si es que existe tal acusación.
Lo ocurrido en estos municipios es algo que claramente tiene como fin imponer al gobierno municipal en dichos municipios, es decir, se quiere pisotear la voluntad del pueblo que ya eligió a sus representantes. La violación a todos los procesos electorales por parte de los perdedores es flagrante, además de que se usa al IEE como herramienta para poder arrebatar al pueblo el triunfo obtenido en las urnas y como mencioné anteriormente, el Instituto Electoral es una institución que debería de ser autónoma pero que se ve completamente parcial hacia los intereses de unos cuantos.
Los antorchistas de Ocoyucan y de Huitzilan no están solos, no defenderán su triunfo solos, los antorchistas de todo el estado respaldamos y apoyamos la lucha que emprenden nuestros compañeros con el único objetivo de que las autoridades hagan valer su voluntad. Vamos a luchar como un solo hombre para que por la vía pacífica se respete el proceso electoral y el triunfo del pueblo pobre.
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