El domingo 6 de junio los jaliscienses iremos a las urnas a votar por los nuevos diputados federales y locales, así como por los presidentes municipales de los 125 municipios con que cuenta el Estado. Es un año electoral y todos los electores debemos razonar bien sobre nuestra decisión al momento de emitir nuestro voto.
Tenemos la obligación de no olvidar que, en el 2018, la oleada de Andrés Manuel López Obrador logró que ganaran varios políticos a través de Morena que prometían un cambio de raíz en la forma de hacer política en México y mejoras reales para todos los ciudadanos. Ahora es tiempo de revisar si los morenistas cumplieron con sus promesas; si el partido en el poder de la nación ha beneficiado realmente al pueblo de Jalisco; si nuestra calidad de vida ha mejorado, aunque sea de manera mínima.
Veamos algunos de los resultados de la autollamada Cuarta Transformación. Los mexicanos sabemos que no hizo un plan serio para frenar la pandemia del coronavirus, los contagios aumentan y el número de muertos también. En los más de dos años de gobierno morenista en nuestro país ha crecido alarmantemente la inseguridad, hemos caído en una severa crisis económica y millones de mexicanos ahora padecen hambre en sus casas porque no hay empleos o porque están cerradas las empresas.
Además, gracias a la ayuda de los diputados de Morena, las leyes se han endurecido para someter a los ciudadanos de a pie bajo un sistema de terror judicial. La Unidad de Inteligencia Financiera se presta a la persecución y aniquilación de los opositores de la Cuarta Transformación, porque al mandatario federal le molesta tener críticos. Los diputados federales morenistas solo aprueban las leyes de López Obrador y que no han traído ni un beneficio al pueblo trabajador. Creo que es muy difícil hallarle logros a un gobierno que se ha dedicado a dar conferencias mañaneras.
Los antorchistas, desde antes de las elecciones del 2018, sosteníamos que esto era exactamente lo que pasaría con Morena en el poder. Criticamos su plan de trabajo, porque sabíamos que no traería beneficios para la mayoría de los mexicanos. Hoy la realidad demuestra que teníamos la razón. Es urgente quitarle poder a Morena en la Cámara de diputados federal. Urge un contrapeso real y efectivo en el Congreso de la Unión. Asimismo, es necesario evitar que en los Congresos locales y en los Ayuntamientos llegue gente improvisada que solo esté dispuesta a aplaudir todo lo que diga y haga el jefe e ideología de los morenistas, Andrés Manuel López Obrador.
Por las razones anteriores, el que escribe estas líneas se suma a la justa y legítima aspiración de los antorchistas del municipio de Amatitán ubicado en el Valle Tequilero, quienes han tomado la decisión de postular como candidata a presidenta municipal a una mujer que tiene una considerable trayectoria de lucha, a Liliana Lizbeth Ocampo Elías quien ha participado en luchas ante las instancias correspondientes y gracias a ello, en pocos años y sin ser gobierno el antorchismo de esta parte de la geografía estatal ha logrado importantes obras carreteras, puentes vehiculares que benefician a toda la ciudadanía, entre otros logros igualmente trascendentales como apoyos a la vivienda y apoyos al campo.
En este sentido deseo poner mi granito de arena para que el pueblo amatitense organizado en las filas de Antorcha tenga éxito en esta contienda electoral que se ha propuesto librar. Para tal efecto, les digo que el triunfo lo van a lograr, si atienden bien nuestra consigna que hemos formulado desde años atrás, pero que sintetiza lo que quiere decir Antorcha, lo que quiere hacer: hay que actuar, más que en otras ocasiones, como un solo hombre y como un solo ideal. Deben participar sin titubeos de ninguna índole todos los antorchistas quienes, deben llamar a mucha gente para que el próximo 6 de junio todos los mexicanos votemos pensando en México.
Hoy más que nunca se impone el llamado para que los electores no se dejen atrapar por las mañas de los políticos arribistas de siempre, que van a regalar un montón de gorras, van a repartir dinero; que no vendan su conciencia, que no se conviertan en mercancía de la política, que no voten por ellos, que no se dejen denigrar. Hay que hacer que nuestro voto valga y valga mucho, y ese voto tiene que ser muy bien pensado, muy bien meditado y, sobre todo, para apoyar a las gentes que realmente pensemos que van a sacar a Amatitán, a Jalisco y al país adelante.
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