Los días 22, 23 y 24 de noviembre en el Teatro de la Paz en San Luis Potosí, se alzará el telón después de la tercera llamada, y el pueblo potosino y de todo el país podrá disfrutar de obras teatrales de grandes dramaturgos clásicos y modernos. Cientos de actores, hombres y mujeres nacidos del mismo pueblo y preparados durante años, les harán reír, llorar y, sobre todo, reflexionar con representaciones que abordan temas sobre los problemas del hombre y de la sociedad.
Debemos disponernos a presenciar este importante evento cultural que el Movimiento Antorchista Nacional realiza cada año y que ha tenido como sede la capital potosina –solo interrumpido por la pandemia–, pero que ahora nuevamente retorna.
Todos los que acudamos saldremos siendo otros: mejores, más amantes del teatro y, sobre todo, más conscientes de nuestros problemas y de los problemas de la sociedad en la que nos tocó vivir.
El teatro es una expresión artística de gran belleza y fuerza para transmitir las diversas situaciones, muchas veces complejas, a las que el hombre se ha enfrentado –y se enfrenta– en su devenir social e histórico, y también en su vida cotidiana, y cómo las enfrenta y resuelve.
En pocas palabras, el teatro, el buen teatro, es una representación de la realidad misma plasmada artísticamente. Sin embargo, es importante mencionar que el teatro representado en los escenarios de hoy, además de ser un negocio donde sólo se presentan obras de baja calidad vendidas como mercancías, tiene un fuerte contenido ideológico con la cosmovisión de las clases del dinero.
En su libro Conferencias Culturales, en el apartado sobre teatro, nos dice el ingeniero Aquiles Córdova Morán: “…a partir de los griegos todas las clases poderosas se han apropiado del teatro, y es una de las artes que ha estado más sometida a los proyectos oficiales de cultura, es decir, es la expresión artística de la que más se adueña el poder político. ¿Por qué? Porque saben de su poder de penetración popular y, por eso, en cada etapa del desarrollo de la humanidad, el teatro se manifiesta claramente como un arma de la clase dominante para someter a las clases dominadas”.
El Movimiento Antorchista Nacional, que desde su surgimiento hace cincuenta años se ha planteado la lucha por una sociedad más justa y equitativa donde se erradique la pobreza en México, ha promovido la actividad artística, en particular el teatro, como un arma de liberación del pueblo trabajador.
El teatro debe servir para llevar conciencia social y política al trabajador sobre su situación de explotado; debe sensibilizarlo, liberarlo de la anestesia que le inyectan las clases del dinero y sus representantes, para que se decida a transformar la sociedad en la que vive en una mejor.
En la obra mencionada anteriormente, el ingeniero Aquiles Córdova afirma: “…ha llegado el momento de que el teatro lo use el proletariado, de que las organizaciones proletarias le arrebatemos a la burguesía esta poderosa arma educativa, artística por excelencia, y la pongamos al servicio de la educación del pueblo”.
En este Encuentro Nacional de Teatro, del cual será anfitrión el Movimiento Antorchista potosino, se presentarán obras preparadas por escuelas de teatro promovidas por el Movimiento Antorchista Nacional en distintos estados del país; también se lucirán obras presentadas por compañías de teatro invitadas. Todo un deleite en el Teatro de la Paz y en el Centro de Difusión Cultural “Raúl Gamboa” del Instituto Potosino de Bellas Artes (IPBA), dada la gran cantidad de obras que se presentarán.
A este evento puede acudir el obrero, el campesino, el estudiante, la ama de casa, todo el pueblo trabajador, ya que la entrada será gratuita.
Estoy segura de que todos los que acudamos saldremos siendo otros: mejores, más amantes del teatro y, sobre todo, más conscientes de nuestros problemas y de los problemas de la sociedad en la que nos tocó vivir, que es necesario transformar en una sociedad más justa y equitativa.
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