En estos últimos 3 años, el campo mexicano no registró gran actividad en la producción de maíz, sorgo, naranja, jitomate y aguacate, los 5 productos más importantes del sector agrícola para el mercado nacional; esto avizora una crisis económica y de hambre.
El escenario en el campo es catastrófico y paralas familias que viven y dependen del campo, ni se diga; y será peor porque el Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de la bandada morenista, no hace nada para remediar este mal en el país, y lo que sí ha hecho hasta este momento, es recortar los apoyos al campo con el argumento de implementar su famosa austeridad, austeridad que ya hemos visto en otros rubros que mata.
El campo mexicano tuvo su auge entre 1950 y 1970, cuando se veía a un México próspero, pero a finales de 1994 el gobierno en turno de Carlos Salinas de Gortari realizó acciones que afectaron severamente al campo: uno, optó por acelerar los procesos de apertura y privatización de la economía nacional, siguiendo el modelo propuesto por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI); y dos, la devaluación de diciembre 1994 dejó al campo en manos extranjeras.
Entre los años 2000 y 2015 el campo enfrentó el fenómeno de la concentración de la producción y la polarización, fenómeno que trajo consigo la desaparición de un gran número de productores, y más del 40 por ciento de los hogares campesinos más pobres abandonaron la actividad agrícola; todo esto en conjunto convirtió a México en uno de los países que más importa productos del campo. Como ven, el gobierno, de nueva cuenta, no hizo nada para remediar la crisis del campo.
El gobierno de la 4ta transformación no ha hecho otra cosa que empeorar la situación de los campesinos, con sus acciones mal planeadas y sus resultados pésimos, así lo demuestran: 1) El Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 (PEF), desaparecen paulatinamente el financiamiento al campo y solo permanece el subsidio a la pesca y a la producción de café; 2) para 2020, desaparecen, por falta de presupuesto, a la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) y el Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (FOCIR); 3) PEF 2021 se eliminan los recursos al 100 por ciento; la economía social y el fomento a la producción agropecuaria, específicamente a la ganadería. Duro golpe al campo mexicano, al cual viene disfrazando con programas existencialista de apoyo directo.
Esto nos viene a afectar, pues en México existen 9.3 millones de terrenos en área rural, de los cuales en 1.4 millones se desarrolla otra actividad económica (no agropecuaria o forestal), donde se dan 4.3 millones de producción. Esto no genera una buena producción para consumo local, lo que obliga a México a importar productos.
Tan solo la producción del maíz en 2020 fue de 26,4 millones de toneladas, de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER); entonces, México tiene un amplio déficit, ya que, apenas produce la quinta parte de lo que consume.
Como ven, la falta de proyectos precisos y de inversión están haciendo que México desaproveche tantas áreas para el cultivo; en comparación con otros países, por ejemplo, en China con la mitad de área de cultivo tiene una producción de maíz de 257, 3 millones toneladas al año.
En definitiva, las acciones de López Obrador desde el Gobierno federal dejan claro que no existe empatía hacia el campo y quienes dependen de él, y que sus decisiones solo están agrandando la brecha en los pobres. AMLO está volviendo a un México consumidor, está dando más entrada a las inversiones extranjeras que a las locales, está desaprovechando el gran recurso de tierras fértiles y, sobre todo, se burla del pueblo con su raquítico apoyo existencialistas que les da a los campesinos.
López Obrador ha quedado envuelto en una más de sus mentiras, porque prometió en su campaña electoral que ayudaría a los campesinos con duplicar los apoyos al campo, una vez que fuera presidente, pero una vez sentado en la silla quitó todos los apoyos al campo y le volvió a fallar al pueblo.
¿Qué se necesita para que el campo mexicano produzca para todos, tanto para exportar como para consumo? Lo primero es la voluntad del Gobierno federal para establecer y desarrollar un sistema de crédito y capacitación; lo segundo, participación de productores locales y aplicación de una política más flexible en trámites; tercero, crear canales idóneos para la distribución de la producción local; y cuarto, que proteja los productos básicos ante productos extranjeros.
Mexicanos, es momento de reorganizarnos para exigir al Gobierno federal que cumpla con sus deberes, que busque mejores soluciones para el bienestar del campo y deje de aprovecharse del pueblo necesitado con esos apoyos existencialistas para volver a ser un país de exportadores de alimentos y así los más beneficiados sean los campesinos.
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