En Quintana Roo, prevalece un alto índice de desnutrición en niños y niñas en edad preescolar, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), lo que significa que más del 24 % de los menores de cinco años carecen de una alimentación nutritiva y de calidad.
Esto ocurre a pesar de los millones de pesos en apoyos asistencialistas anunciados por los gobiernos, supuestamente para garantizar la alimentación de las personas más necesitadas. Sin embargo, estos recursos no impactan realmente en el mejoramiento de la calidad de vida de la población más vulnerable, en especial de los niños, quienes en un alto porcentaje padecen desnutrición.
La desnutrición infantil es resultado del consumo insuficiente de alimentos en cantidad y calidad, lo que provoca retrasos de crecimiento, problemas en el sistema inmunológico y otras enfermedades.
La desnutrición tiene en la pobreza una de sus principales causas, situación que se relaciona con la ausencia de políticas públicas efectivas por parte del gobierno de Mara Lezama.
En el año anterior, Quintana Roo ocupó el primer lugar a nivel nacional en aumento de la población carente de una alimentación nutritiva y de calidad, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, que registró a 553 mil personas sin una alimentación digna.
Sin duda, la desnutrición infantil aparece como resultado del consumo insuficiente de alimentos en cantidad y calidad, lo cual provoca retrasos de crecimiento, problemas en el sistema inmunológico y otras enfermedades.
La encuesta analizó la información de mil 765 niñas y niños menores de cinco años, muestra que representa a 9 millones 992 mil 16 menores en México; con esos datos, se obtuvieron las prevalencias de cuatro indicadores del estado de nutrición: bajo peso, baja talla, emaciación (delgadez y debilidad extrema), además de sobrepeso y obesidad.
Cabe resaltar que a nivel nacional los índices de desnutrición en niños de la península de Yucatán son más altos que la media nacional.
También se revela que el bajo peso se encuentra en mayor medida en las localidades rurales, con un 5.6 %, y en menor proporción en las urbanas, con un 4.1 %. La baja talla también prevalece en las localidades rurales, con un 18.5 %, y menos en las urbanas.
La Ensanut indica que la baja talla se mantiene prevalente en el 12.6 % de las niñas y niños menores de cinco años, lo que representa alrededor de un millón 258 mil 300 preescolares en el país; la emaciación se ubica en el 1.5 % de los menores, y el bajo peso en el 3.7 %.
Sin embargo, las políticas públicas alimentarias implementadas por los gobiernos federal y estatal carecen de una estrategia integral, clara y precisa para combatir la desnutrición, y mucho menos existe un plan de acción específico para atender a los niños en edad de preescolar en condiciones de desnutrición.
La intervención de los gobiernos se limita a dar apoyos asistencialistas con subsidios alimentarios insuficientes, con fines electorales, sin una preocupación real para atender a fondo esta problemática que impacta fuertemente a la población infantil de Quintana Roo.
Derivado de esta lamentable situación, los padres de familia de las escuelas de nivel preescolar ubicadas en colonias de zonas vulnerables de Chetumal demandan al gobierno federal y estatal que tomen en serio las necesidades de educación y de alimentación de calidad para los niños que viven en estas zonas marginadas por los gobiernos.
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