La transformación inició en 1998, cuando un grupo de activistas de Antorcha y padres de familia de la escuela primaria “Emiliano Zapata” decidieron luchar y trabajar para sacar a Chimalhuacán de la pobreza y la marginación.
Transformar el municipio a lo largo de 36 años se ha convertido en el orgullo de miles de habitantes que han trabajado por el progreso de sus barrios y colonias.
El Movimiento Antorchista llegó a Chimalhuacán con el objetivo de mejorar la vida de la población humilde, que todos los ciudadanos tengan la oportunidad de un desarrollo integral, objetivo que se puede alcanzar con la participación de la población y el apoyo de un Gobierno progresista.
En los años 80, la población de Chimalhuacán se avergonzaba de vivir en el municipio. La basura predominaba en todas partes, los servicios públicos faltaban y los que existían eran de mala calidad; solo algunas familias tenían acceso. En estas condiciones, Antorcha inició su labor de educación y progreso.
Los líderes del Movimiento Antorchista fueron una alternativa para miles de habitantes del municipio: para mejorar las condiciones de vida, para gestionar obras, servicios, y lo más importante, para comprender que el ser humano debe tener condiciones para estudiar, prepararse, conocer su realidad y entender que sólo de manera unida y organizada se puede lograr el progreso de la población.
Antorcha prendió en la conciencia de miles de chimalhuacanos. Desde que llegaron los primeros activistas, se promovió el desarrollo de barrios y colonias, sembrando la semilla de que se puede construir una sociedad más justa, uniendo a miles de familias para lograr el progreso de todos los habitantes del municipio.
Desde 1988, los habitantes de Chimalhuacán decidieron cambiar la pobreza y la marginación por un futuro más próspero, combatir la pobreza mediante cuatro objetivos que ha diseñado el Movimiento Antorchista Nacional: luchar por empleo para todos los ciudadanos, salarios dignos para los trabajadores, que paguen impuestos los que más ganan y que el gasto social se utilice en obras y servicios para el beneficio de la población humilde.
Las propuestas de Antorcha cambiaron la vida de miles de habitantes de Chimalhuacán. El rezago de colonias y barrios quedó en el pasado. Las acciones que se realizaron a lo largo de 36 años, con el apoyo de los Gobiernos de extracción antorchista, construyeron obras que benefician a miles de ciudadanos, servicios públicos que permiten a la población tener mejores condiciones de vida.
A lo largo de 36 años se construyeron cientos de kilómetros de tuberías de drenaje, de agua potable, de pavimento; además de áreas recreativas, deportivas, centros culturales, y edificios de salud y educación.
La población cambió. Ahora decir “soy de Chimalhuacán” es un orgullo. Los resultados están a la vista; la mayoría de los chimalhuacanos puede disfrutar del progreso, gracias a los ciudadanos que creyeron en la fuerza organizada del pueblo para cambiar la vida de los más humildes.
El cambio de Chimalhuacán sorprendió a miles de mexicanos, se convirtió en un ejemplo de progreso. La población construyó y transformó el municipio; la unidad y organización fue el motor de este cambio.
Además, los líderes antorchistas siempre han trabajado con la población, a la cabeza el biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez, primer presidente municipal y líder del progreso en el municipio.
Antorcha generó desarrollo económico y social, dignificó las condiciones de vida de la mayoría de los chimalhuacanos, ayudó a urbanizar el municipio, logró garantizar los servicios básicos en las viviendas, generó espacios públicos, salud, educación, etcétera; acciones que se obtuvieron con la unidad y lucha de la población.
Por esta y miles de razones, el próximo 1 de septiembre festejaremos el 36 aniversario de Antorcha en Chimalhuacán, honrando la memoria de miles de ciudadanos. En primer lugar, los diez mártires del 18 de agosto del año 2000, pero también a los miles de hombres y mujeres que a lo largo de más de tres décadas han participado en la construcción del municipio y que no llegaron a ver la transformación de Chimalhuacán.
También reconoceremos a todos aquellos activistas de Antorcha que se encuentran en otros puntos del país, pero que han participado en la construcción de este municipio.
Al maestro Aquiles Córdova Morán, que siempre ha estado pendiente de la labor que se realiza, a todos, les decimos: aquí seguimos defendiendo la bandera de Antorcha, porque “Antorcha nos cambió la vida”. Aquí seguiremos hasta acabar con la pobreza de nuestro país.
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