Aumento de la canasta básica y bajos salarios

Iván Leo Tepatzi Ramírez
Dic 6, 2021
Chihuahua

En nuestra Carta Magna, en el artículo 4° dice: “Toda persona tiene derecho a la alimentación que le permita un desarrollo integral adecuado a su edad y condiciones especiales. El estado proveerá lo necesario para garantizar el ejercicio de este derecho”. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del Gobierno de México dice que “la canasta básica pasó de 23 a 40 productos de primera necesidad, y entre ellos están el maíz, frijol, arroz, azúcar, harina, aceite, atún, café, avena, etc.

El Coneval dice en su estudio de la medición de la pobreza que, se necesitan 3 mil 478.26 pesos al mes por persona en una zona urbana y 2 mil 290.26 al mes por persona en una zona rural para poder comprar la canasta básica. Si multiplicamos lo que dice el Coneval por cuatro integrantes de una familia, tendríamos como resultado que esa familia de 4 integrantes en una zona urbana requeriría de 13 mil 915.88 pesos al mes y en el caso de la zona rural 9 mil 161.4 pesos, es decir que para que esto pueda ser así, el jefe de familia necesitaría ganar 3 salarios mínimos diarios para subsidiar la canasta básica, pues el salario mínimo es de $141.70 que multiplicados por 3 mínimos, daría como resultado $425.1 pesos diarios, por semana 2 mil 550.6 pesos y por mes 10 mil 202.4 pesos.

Pero estos buenos deseos se caen por la borda ante nuestra realidad, pues comprar todos los productos de la canasta básica es prácticamente imposible, primero, porque no todos los mexicanos en condiciones de trabajar tienen trabajo. Dice la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que en México hay 30 millones 963 mil 6 personas en el empleo informal y porque los que tienen trabajos formales ganan un raquítico salario, pues en las maquilas un obrero gana aproximadamente $1500, que al mes serían $6000, esto comparado con una canasta básica qué cuesta $13 mil 915.88 pesos le resulta imposible cubrirla. Además, hay que sumarle la reciente inflación en los productos de la canasta básica. Dice El Economista del 11 de noviembre “La tasa de inflación interanual en México se ubicó en 6.24% en el mes de octubre, su nivel más alto en cuatro años y el peor resultado para un octubre en más de 20 años. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INCP) se ha mantenido presionado por el incremento generalizado de precios de los energéticos, así como en los precios de los alimentos. Y debido a eso, la canasta básica elevó sus precios en 8%.

El portal www.heraldobinario.com.mx dice: “Analizando unos productos que maneja la Secretaría de Desarrollo Económico SEDECO-CDMX y la PROFECO en un período de octubre de 2018 al 15 de noviembre de 2021 se puede observar un alarmante aumento de los precios. Vea usted la diferencias en ambos precios: aceite (2018) $26.20, (2021) $42.07, un incremento del 60.57%, atún (2018) $14.60 (2021) $18.90, un incremento del 29.45%, huevo (2018) $26.34 (2021) $35.00, un incremento del 32.88%, frijol (2018) $22.40 (2021) $39.00 un incremento de 74.11%. Estos datos ayudan a ilustrar cómo el salario percibido es insuficiente ante el alza de los precios en los productos de la canasta básica. Esto es solo en los gastos de alimentación, pues además hay que sumar los gastos por servicios, como el agua, la energía eléctrica, la renta, saldo para el teléfono, internet para los hijos ahora que siguen en clases por línea, gasolina, transporte público, calzado, ropa y si en la familia hay algún integrante con alguna enfermedad crónica, la compra de medicamentos. Todo esto es el viacrucis que tienen que recorrer los mexicanos honrados, el pueblo humilde. Pero lo peor del problema es que el Gobierno federal aun sabiendo de buena fuente estos datos, no haya implementado una política social destinada a hacer menos dura la vida de los más vulnerables. A pesar de que no hay suficientes empleos formales y millones de mexicanos tengan que emplearse en la informalidad, si a esto le sumamos un incremento en los precios de los alimentos y una política fallida del Gobierno federal en el combate a la pobreza, lo que se augura es más pobreza y sufrimientos para los mexicanos. El pueblo ha tenido paciencia, ha soportado tantos agravios, pero está llegando la hora en que por más mentiras que se le cuente, ese pueblo se levantará bravo y hará justicia por su propia mano, para erigir una patria justa para todos los suyos. Que conste.