En un contexto en el que en nuestro hermoso estado predominaban la pobreza y el rezago social, y que pese a las dificultades que día a día vivíamos los quintanarroenses la situación se agravó con la llegada de la pandemia toda vez que las cosas se complicaron aún más, de tal forma que las autoridades tanto municipales, estatales y federales no han sido capaces de corresponder a dicho escenario por lo que pareciera que al gobernador de Quintana Roo no les importa el sufrimiento de sus gobernados principalmente de los más pobres que son en los que recae más esta dolencia.
Al respecto, cabe resaltar que en su reciente Quinto Informe de Gobierno, Carlos Joaquín González anunció triunfante lo siguiente: “combatimos la pobreza disminuyendo las desigualdades”, pero en el campo de los hechos los datos estadísticos oficiales en cuanto a la medición de la pobreza nos demuestran todo lo contrario, de esta manera enfatizamos que según los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) durante el periodo del 2018-2020, que corresponde a la administración estatal actual, Quintana Roo ocupó el primer lugar a nivel nacional de los estados en donde aumentó la pobreza, lo anterior registrándose que la población con ingreso inferior a la línea de pobreza extrema por ingresos pasó de 7.1 por ciento en 2018 a 23.1 por ciento en 2020, mientras que la población con ingresos inferior a la línea de pobreza por ingresos de 36.1 por ciento en 2018 a 57.0 por ciento en 2020.
Lo que significa que en esta administración la entidad se registró un deplorable aumento de la pobreza sumando 346 mil 500 nuevos pobres en 2020, destacando que de tener 30.2 por ciento personas en esta situación en 2018, para el 2020 pasó a 47.5 por ciento de la población total de la entidad en esta situación; mientras que según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020, del INEGI la entidad en la que más creció el problema alimentario en los hogares fue Quintana Roo con un 62.1 por ciento. Estos son solamente algunas referencias oficiales de los deficientes resultados obtenidos en lo que va de este gobierno, y el impacto negativo en la afectación de la calidad de vida de las familias más vulnerables y marginadas, que en este periodo ha aumentado considerablemente.
Pero seguramente estos datos no se incluyeron en el informe de Carlos Joaquín, donde resaltaron los exitosos proyectos y millonarias inversiones recursos económicos con acciones de gobierno que poco o nada han impactado en la vida diaria de las familias más vulneradas de nuestro estado. Aunado a esto, los desastres naturales son otro golpe fuerte que han recibido los que menos tienen y en los que más se puede ver la falta de apoyo y falta de sensibilidad del gobierno actual, ya que ignoran sus verdaderas necesidades y hacen oídos sordos a las inconformidades del pueblo que se manifiesta mediante los medios a su alcance con la esperanza de ser escuchados y que sus demandas sean satisfechas.
Por tal motivo, ante el desinterés reiterado, la falta de voluntad política y ante una carente atención oportuna y eficiente por parte de las autoridades del gobierno del estado, los antorchistas seguiremos denunciando la falta de apoyo y exigimos unidos y organizados en pie de lucha como ciudadanos libres, conscientes, responsables y comprometidos por transformar nuestra situación actual de la mano del pueblo trabajador que en este gobierno se ha sumido en la pobreza.
De esta manera, hemos reclamado constantemente las soluciones de las demandas más urgentes de más de 35 mil antorchistas a través de los medios que la ley nos permite, como son las manifestaciones, cadenas humanas, mítines; y cómo a pesar de todas estas acciones el gobierno no ha querido escuchar a su pueblo, subiremos de tono nuestras lucha por lo que este 28 de septiembre realizaremos una marcha de protesta representativa de manera simultánea, en Chetumal con alrededor de 500 personas y en Cancún con 200 asistentes, cuidando el protocolo de sana distancia, uso adecuado de cubrebocas, uso de gel antibacterial, lo anterior debido a que somos conscientes que sigue vigente el COVID-19, pero también considerando que es necesario que el gobernador del estado escuche nuestro reclamo legítimo, ya que todos sabemos que si el pueblo no se organiza y exige sus derechos, los burgueses que ostentan el poder no harán caso a sus necesidades.
Por lo anterior, es tiempo de que todos alcemos la voz juntos con fuerza y vigor para que el gobierno nos voltee a ver y de una vez por todas de solución a las necesidades más apremiantes de su pueblo, porque ya nos cansamos de esperar, ya le tuvimos mucha paciencia, es hora de actual, ¡queremos hechos, no palabras!, no más mentiras.
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