Por Daniel Osorio García
Dirigente del Movimiento Antorchista de Quintana Roo
Los morenistas Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Mario Delgado y el hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, están ligados irremediablemente a la tragedia del convoy de la Línea 12 del metro, cuya estructura de la estación Olivos cedió y provocó la muerte de decenas de personas; se les vincula porque se estima que las autoridades dejaron de cumplir su trabajo y tomaron la decisión equivocada de no darle mantenimiento a esa vía férrea, como consecuencia ocurrió el fatal acontecimiento.
El percance, ocurrido el pasado tres de mayo, dejó un saldo de 24 muertos y más de 70 heridos, entre ellos, tres integrantes del Movimiento Antorchista, cuyas familias y amigos exigen, en primer término, se aclare qué fue realmente lo que pasó en esa tragedia que enlutó los hogares antorchistas y de otros ciudadanos; segundo, que se aplique la ley si es que se incurrió en negligencia homicida, toda vez que se afirma no se dio el mantenimiento adecuado a esa línea del metro.
Ese percance dejó en evidencia las prioridades equivocadas del gobierno de la Cuarta Transformación (4T), que sin importarle las consecuencias ha quitado recursos a programas que eran esenciales para destinarlos a obras faraónicas que marcan el sexenio de López Obrador, tales como: el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas en Tabasco. El gobierno de la 4T tomó la equivocada medida de no aplicar recursos para el adecuado funcionamiento del metro.
Tan es así, que el Partido Acción Nacional (PAN) presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia de hechos por la probable responsabilidad penal de Marcelo Ebrard, Mario Delgado, Claudia Sheinbaum y Florencia Serranía, directora del Metro, así como de quien o quienes resulten responsables por el desplome del tramo elevado de la Línea 12. Un dato que se destaca es que el actual dirigente de Morena, Mario Delgado, fue secretario de Finanzas de Marcelo Ebrard, cuando se construyó la Línea 12.
En su denuncia el PAN pidió a la FGR iniciar las indagatorias correspondientes, a efecto de conocer la verdad legal, y para ello, le solicitó realizar las diligencias para pedir la declaración de procedencia y el inicio de juicio político, contra Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; y del canciller Ebrard, exjefe de Gobierno capitalino.
¿Pero qué éxito puede tener una querella de ese tipo cuando el manto del poder protege a los citados en la denuncia, todos gobernantes e integrantes de la 4T con Morena? ¿Será procedente la solicitud de que es necesario que la investigación abarque tanto el aspecto legal y humano, para que sus resultados apoyen el ejercicio de la acción penal en contra de los inculpados, así como de quien o quienes resulten responsables de los hechos narrados en la denuncia? ¿De verdad la Fiscalía General de la República citará a esos funcionarios para que rindan su declaración y se llegue a la verdad de lo ocurrido en la Línea 12 del Metro y se puedan fincar responsabilidades, pues como ha ofrecido el presidente López Obrador nadie está por encima de la ley?
Pero como dice el viejo refrán popular mexicano: “hágase la voluntad de dios, en los bueyes de mi compadre” porque en la Comisión Permanente del Congreso, Morena y sus aliados rechazaron crear una comisión especial plural de seguimiento a las investigaciones que se realicen por parte de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y de la Fiscalía General de la República para que se sancione a los responsables del desplome de la Línea 12 del Metro.
Al gobierno de la 4T se le hace bola el barniz porque ahora no pueden usar el pretexto de que el error fue de los gobiernos anteriores corruptos o de los neoliberales, y no pueden, porque ellos han sido el gobierno del pasado, los culpables de la tragedia son los que hoy ostentan el poder de la ciudad de México y del país. Por eso usan su poder en el congreso para evitar que tanto Ebrard como Sheinbaum los dos delfines de López Obrador para sustituirlo en el 2024, sean llamados a cuenta.
Es de destacar también los señalamientos del ex candidato presidencial Ricardo Anaya, quien aseguró que “la ineptitud mata” refiriéndose al colapso de la Línea 12 del Metro.
“La lección es muy clara, la lección es que la ineptitud mata y hay que decirlo, este ha sido el gobierno de la ineptitud que cuesta vidas humanas”. Lo más lamentable de la tragedia es que las autoridades de la 4T en la ciudad de México, que encabeza Claudia Sheinbaum, no tuvieron la capacidad de respuesta ante la magnitud de tan lamentable suceso.
No existió atención adecuada a los heridos, no hubo información oportuna a familiares de las víctimas e incluso los cuerpos fueron entregados 72 horas después de la fatal tragedia, como ocurrió con el menor Brandon Giovanni Hernández, que ante la ineptitud de las autoridades primero se le dio como desaparecido cuando en realidad su cuerpo estaba en la lista de las víctimas fatales.
Muchos, en especial los de la 4T, piden no hacer leña del árbol caído, no politizar esa tragedia, pero en realidad quienes hemos alzado la voz por el desplome de la línea 12 del metro, es para exigir se brinde justicia, se aplique la ley contra aquellos que, por obviedad, mal ejercicio de la administración pública o por negligencia fueron artífices de ese lamentable hecho que enlutó a decenas de familias mexicanas, y ante todo prevenir y evitar vuelva ocurrir una desdicha de ese tipo, si nos quedamos callados, mañana podemos ser nosotros o nuestra familia. Vale.
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