En estos momentos, es imposible no hablar de la ola de violencia que se ha desatado en nuestro Estado. Colima, en los últimos días, se ha convertido en una zona de guerra, los últimos acontecimientos así lo demuestran, pues entre narco mantas, balaceras, asesinatos y embolsados, Colima ha dejado de ser el lugar tranquilo que toda la población conocía.
Distintos medios locales, han dado a conocer en distintas notas los acontecimientos ocurridos:
“Durante la madrugada y hasta hace unos minutos de este martes 8 de febrero de 2022, se han registrado distintos hechos que han causado terror en los municipios de Villa de Álvarez, Colima y Coquimatlán. Más de 200 detonaciones, vivienda y vehículos baleados en Senderos del Carmen, un ejecutado en la España, narco lona y un embolsado en Coquimatlán, un embolsado en ex Hacienda del Carmen, narco lona cerca de la Fiscalía, balacera en el Mezcalito y narco manta más cerca del Rey Colimán”
Además, en otra nota se menciona lo siguiente: “sicarios lo confundieron, matan estudiante de 16 años: circula en redes sociales información que el ejecutado de esta tarde, en la avenida San Fernando, casi esquina con Filomeno Medina, en la ciudad de Colima, fue confundido por los sicarios”.
Ante estos sucesos tan lamentables para nuestro Estado, entre la población se han desatado opiniones a favor o en contra del actuar del Gobierno Estatal, encabezado por Indira Vizcaíno Silva, con respecto a la inseguridad que se vive en Colima, y las acciones que se han implementado con apoyo del Gobierno federal para combatir esta ola de violencia.
Sin embargo, considero que el Gobierno del estado, tiene la obligación de salvaguardar la vida de todos sus gobernados, así como lo prometieron en campaña. Pero también tiene la obligación no sólo de la seguridad de los colimenses, si no de atender muchos de los problemas que aquejan a la población, problemas que, aunque no se vean tan desbordados como lo es la violencia, también necesitan atención y solución para miles de familias pobres de todo el Estado. Veamos
En semanas pasadas, antorchistas de diversos municipios de Colima, han estado entregando de manera escrita, a través de oficios dirigidos a la gobernadora, sus peticiones en materia de vivienda, fertilizante, láminas y dotaciones alimenticias, pues son estas principalmente, las que han afectado el bienestar y el desarrollo social de las familias colimenses.
En materia de vivienda la situación es muy grave, los municipios que presentan mayor falta de vivienda, se centran en Manzanillo, Colima, Tecomán y Villa de Álvarez, y son precisamente en tres de ellos, donde se centran los proyectos de colonia que beneficiaran a alrededor de mil familias, sin embargo, aunque el Gmorenista, no ha dicho que no va a resolver este problema, no hay avances en este rubro, pues no han atendido de manera concreta el problema, sólo como ejemplo, no se ha definido la venta de un predio de Tecomán por parte de Ipecol para familias de Tecomán que padecen la falta de un terreno en donde poder edificar su hogar. Es decir, cero avances en materia de vivienda.
Pero también no hay respuesta en el fertilizante para los campesinos en su modalidad peso x peso, pues para los campesinos, debido a la situación económica en la que está sumida el país, los fertilizantes son cada vez más imposibles de comprar, pues su costo se ha duplicado en algunos puntos de venta. Además del apoyo con láminas de asbesto, que ha sido una petición muy sentida por los colimenses, pues con la época de lluvias, sus casas sufren los estragos de las inclemencias del tiempo.
Y no pueden faltar las dotaciones alimenticias, que debido a la pandemia y al desempleo, se ha agudizado más este problema, pues a miles de familias cada vez les alcanza menos para comprar la canasta básica.
A “nuestra Colima” no solo le falta mayor seguridad, le falta más apoyo a la falta de vivienda en la que viven miles de colimenses, más apoyos sociales que realmente le permitan al pueblo vivir dignamente, más empleo, mejores salarios, más apoyo a la educación, a la obra e infraestructura pública, apostarle al deporte y a la cultura. Sin esto, el crimen organizado, seguirá nutriéndose de jóvenes y de la pobreza en la que viven sus familias, urge que los colimenses afectados, nos unamos para exigir que se hagan cumplir nuestros derechos constitucionales, después la tragedia puede ser peor.
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