MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Desastre en Guerrero, ¿totalmente natural?

image

En menos de un año, Guerrero ha sido devastado por dos huracanes. “Otis”, en octubre del año pasado, de categoría cinco, y “John”, hace unos días, de categoría tres, han dejado una estela de destrucción y miles de damnificados. Aunque se tipifican como desastres naturales, no todo es culpa de la naturaleza.

Las condiciones sociales, económicas y políticas juegan un papel determinante en la magnitud del desastre, como lo explica el estudio de Piers Blaikie y otros autores, que indica que la vulnerabilidad es una condición previa para que los daños sean tan severos.

La vulnerabilidad de Guerrero, agravada por la pobreza y la falta de planificación, convierte a los desastres naturales en tragedias humanas evitables.

Guerrero, uno de los estados más pobres de México, con un 66.4 % de su población en situación de pobreza, enfrenta altos niveles de vulnerabilidad. Viviendas mal construidas, materiales de baja calidad y la autoconstrucción sin supervisión adecuada agravan los efectos de los huracanes. 

En el 14 % de las viviendas, con suelos de tierra, habitan más de 700 mil personas, y una gran parte de la población carece de servicios básicos como agua entubada y drenaje.

Además, la rápida urbanización y la falta de planificación han empujado a muchas personas a asentarse en zonas de alto riesgo, como cerros o márgenes de ríos. A esto se suma la mala calidad de las obras públicas, como el caso del puente Ajuchitlán-Totolapan, dañado por Otis, y diversas denuncias de materiales deficientes en otras infraestructuras.

Estas fallas humanas, sumadas a la pobreza y la exposición al riesgo, explican la magnitud de los daños que se ven en Guerrero.

Pero, ¿quiénes son los responsables de esta vulnerabilidad? La falta de acción de los tres niveles de gobierno para mejorar las condiciones de vida de la población y el incremento de la intensidad de los fenómenos naturales debido al cambio climático son factores clave.

El calentamiento global, causado por la búsqueda de riqueza de los grandes multimillonarios a costa de la explotación irracional de los recursos naturales, intensifica la frecuencia y fuerza de los huracanes. Mientras no haya un cambio en este modelo, la población, especialmente los más pobres, seguirá sufriendo las consecuencias de estos fenómenos.

 

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más