MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El mal transporte en La Paz, BCS

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Como todas las mañanas caminaba al paradero de la Diana Laura a tomar mi camión rumbo a Agua Escondida, en cuanto llegué noté que había alrededor de 4 personas. Todos estuvimos un buen rato en silencio esperando aquel camión que nos llevara a nuestro destino, sin dirigirnos la palabra nos comprendíamos solo con la mirada, de vez en cuando, alguien se asomaba para ver si éste se acercaba, trascurrió el tiempo y nada. Una señora de mediana estatura y con bolsa de mandado se acerco a nosotros e, interrumpió nuestro incomodo silencio al preguntar, ¿llevan mucho esperando?  A lo que respondió un señor de carácter amargado “no señora, solo más de media hora”.

Esa inquietante pregunta bastó para que comenzara la interacción entre nosotros. Una de las señoras expresaba “siempre es lo mismo, no hay ningún solo día en que pase a tiempo el camión”, una muchacha muy bien arreglada afirmaba y reía al mismo tiempo ante aquella queja. Otros dos jóvenes molestos por la espera decidieron retirarse del lugar, no sin antes, invitando a los presentes a caminar hasta la avenida Forjadores. Después de este acto, el silencio tomo  posesión.

Trascurrieron otros 15 minutos, sin exagerar, para que se escuchara el motor de nuestro transporte, uno a uno se fue formando, llegó mi turno, pagué mi tarifa de 10 pesos y me acomodé en los asientos traseros, que es donde se sienta los hombres (costumbre paceña). Los asientos de enfrente se les concede a los adultos mayores y mujeres, por lo regular si los de atrás están ocupado y los de adelante no, los caballeros prefieren ir de pie en el pasillo.

La satisfacción de haber tomado el trasporte duro muy poco, pues, a unos 200 metros de haber ingresado a la avenida principal, el camión dejó de avanzar dándole tiempo apenas para orillarse. Se levantó el chofer para calmar a los pasajeros diciéndonos que en 5 minutos podíamos continuar con nuestro viaje, esos minutos se triplicaron, la gente comenzó a descender buscando una sombra que los cubriera de los 32 grados centígrados, no pasaron ni dos minutos cuando el chofer dijo “ya podemos continuar palomilla”. Nuevamente, el gusto duro muy poco, solamente logró avanzar un semáforo más.

Alguna gente molesta pidió que le regresaran lo de su tarifa, otros aún mas molestos, se marcharon diciendo “es el colmo con este trasporte, pinche gobierno no hace nada”. La verdad ellos tenían razón. El 80% de los paceños están inconformes con el trasporte público, de acuerdo a una encuesta realizada en 2020 a 400 personas, el 54% utiliza el camión como primera opción, un 28% el automóvil particular y por las altas tarifas un el 8% utiliza Uber y, otro 4% taxi normal.

Los pocos que nos quedamos tuvimos que esperar otros 20 minutos para que fuéramos trasladados al camión que venía atrás. Esta situación, es la que han vivido miles de ciudadanos diariamente: horarios inestables que impiden la movilidad eficaz para llegar al trabajo y moverse ante alguna urgencia. Aunado a esto, el trasporte se encuentra en mal estado: asientos inservibles, mal aseados y con fallas mecánicas frecuentes. Esto debido al monopolio que operan las rutas del trasporte público, los servicios alternativos para la movilidad no son una alternativa por sus altas tarifas. Pasan los años y los gobiernos no echan mano de las instituciones para resolver esta problemática, creo necesario que entre todos debemos presionar a las instancias correspondientes para cambiar esta situación.

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