La mayoría de los mexicanos sabemos, por diferentes medios de comunicación, sobre la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador; algunos están en contra y otros a favor, pero en cualquiera de los dos casos, lo que sí es verdad es que se trata de otro engaño más del gobierno de la Cuarta Transformación.
Este suceso y los demás que se han suscitado en estos tres años de gobierno de los morenistas me recordó el mito de la caverna de Platón, que dice que dentro de una caverna vivían encadenados unos hombres. Llevaban ahí desde que nacieron, sujetos a la pared de la gruta por el cuello, los brazos y los pies. De esta forma, cada uno de ellos solo podía mirar a la pared que tenían enfrente, ya que una pesada argolla les impedía girar la cabeza. Por lo tanto, no conocían más que lo que podían ver desde su posición.
Detrás de ellos había un pasillo con una hoguera. Por el pasillo andaban con mercancías otros hombres, y los prisioneros encadenados, veían sombras reflejadas en la pared frente a sus ojos, sin poder determinar a qué o a quién pertenecían.
Los hombres creían que la forma de los objetos que veían era la realidad, ya que no podían ver nada más. Así que se habían hecho a la idea de que tras ellos deambulaban espantosos monstruos de extrañas formas.
Un día, uno de estos hombres consiguió liberarse de las cadenas. Al darse la vuelta y ver la hoguera y a los hombres que iban y venían con mercancías, empezó a darse cuenta de lo equivocado que estaba.
Después, el hombre consiguió llegar al exterior a través de una empinada cuesta y, al salir, contempló un mundo muy distinto al que conocía. De pronto vio el cielo, la luz del sol, que le cegó hasta el punto de no poder soportarlo. Descubrió las montañas, los animales y las personas libres.
Su mente empezó a darle vueltas a todo, cada vez más consciente del error que le había hecho creer una mentira. Y después de acostumbrar sus ojos al nuevo mundo, no sin cierto dolor, logró verlo todo mucho más nítido.
El hombre regresó a la cueva, porque sintió el deber moral de liberar a sus compañeros y compartir aquel descubrimiento con ellos. Pero antes de soltar sus cadenas, les contó lo que iban a ver, lo equivocados que estaban y lo que les esperaba. Sus compañeros pensaron entonces que mentía, que estaba ciego y loco, y no le creyeron. De hecho, de camino al exterior de la cueva, pensaron que lo mejor sería matarlo.
Así el pueblo de México, se ha acostumbrado tanto a que le mientan y lo engañen que en muchas veces se encuentra en la posición de los que estaban en la caverna, creyendo una realidad distinta a la que vivimos a diario.
Cuantas veces no hemos escuchado en las mañaneras de López Obrador que asegura que todo va bien, de que no hay nada de que preocuparse, que él tiene otros datos; le ha sacado la vuelta a los feminicidios, evade su responsabilidad, como gobernante, por la muerte de periodistas, quitó las escuelas de tiempo completo con el pretexto del intermediarismo. Vivimos en un país donde nos quieren hacer creer otra realidad para evadir lo que sí sucede todos los días en las calles y en los hogares mexicanos.
La revocación de mandato es otro de estos engaños con el que se pretende hacer creer al pueblo que hay democracia, que López Obrador y los morenistas sí se atreven a calificarse con tan duro escrutinio de los mexicanos.
Pero, insisto, la realidad la padecemos todos, campesinos, amas de casa, profesionistas y todos los mexicanos en general. No seamos parte de este engaño, no nos dejemos convencer por las sombras que se reflejan en el fondo de la caverna, liberémonos del yugo y vallamos a descubrir nuestra realidad que nos está topando en las narices a todos.
No salgamos a votar en este ejercicio que no servirá de nada, porque nuestra realidad seguirá igual o peor, mientras López Obrador seguirá presumiendo que el pueblo lo alaba como si fuera un mesías.
El pueblo necesita organizarse, educarse, concientizarse y luchar para tener un mejor futuro para todos, solo la organización comunitaria podrá enfrentar los problemas que aquejan a la mayoría, saquemos a nuestra gente del engaño en la que los tiene el al llamado gobierno de la Cuarta Transformación.
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