Con el título de este artículo fue nombrado el ciclo de conferencias que realizó en Oaxaca, del 19 al 22 de junio, la Dra. Aleida Guevara March, hija del revolucionario argentino-cubano Ernesto, “Che Guevara”.
Antes de entrar en materia diré que no pretendo negar la importancia de la lectura en la transformación de una sociedad, tampoco descalificar el loable esfuerzo de la Doctora Aleida Guevara.
Para quienes luchamos auténticamente por un mundo mejor, la Revolución cubana será siempre un monumento a la consecuencia y a la osadía de sus líderes históricos y tocará a sus continuadores demostrar la misma grandeza.
Para quienes están dispuestos a sumarse a la construcción de una patria más justa y más equitativa para todos los mexicanos, la tarea del momento es entender que es urgente que leamos, que leamos y nos eduquemos en la teoría marxista-leninista.
Sin embargo, creo que no se identifica bien a sus verdaderos hermanos de lucha en nuestro país, pues no son quienes desde el oficialismo reniegan de la Revolución, escondiéndose detrás del eufemismo de “transformadores”, en vez de declararse revolucionarios con firmeza y claridad, utilizando a la doctora y a la Revolución Cubana, oportunistamente, para parecer izquierdistas auténticos con la pretendida valentía de plantar cara al Imperio, al mostrarse en público con los líderes latinoamericanos que con esfuerzos dignos de reconocerse, luchan por liberar a sus naciones. Remitámonos a las pruebas.
Según el Doctor en Economía, Abel Pérez Zamorano, en su artículo “La Cuarta Transformación, Desastrosa Herencia Económica”, “AMLO nunca quiso tocar a los multimillonarios…
México es de las economías que reportaron un descenso en su recaudación de 2021 a 2022, mientras que 20 países registraron aumentos (OCDE, Expansión, 7 de mayo). Este año el Gobierno gastará nueve billones de pesos; la quinta parte del presupuesto se financiará con aumento de la deuda.
El endeudamiento total, interior y exterior, aumentará en 2.3 billones de pesos y totalizará 12 billones; es el más elevado de los últimos diez años (Centro de Estudios de las Finanzas Públicas), Latinus, 21 de octubre del 2023”.
Por su parte, el periodista Luis Hernández Navarro, en su artículo “Elecciones y Financieros, aplaudir con las alhajas”, sostiene que, “En 2023, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el sector registró una ganancia de 273 mil millones de pesos. Un aumento de más de 10 %.
En cinco años, a pesar de la pandemia, esos bancos obtuvieron 958 mil 702 millones de pesos. Según Bloomberg, desde que el tabasqueño asumió (su gobierno) a fines de 2018, la riqueza de los cinco hombres más ricos de México pasó al doble de la del resto de latinoamericanos en palabras del movimiento global que busca combatir la pobreza y la desigualdad.
Esto les ha permitido aprovecharse de los choques económicos tras las recientes crisis globales para incrementar su ganancias, al subir los precios de los productos en los sectores que controlan más de lo que aumentaron los precios en el agregado de la economía mexicana” (por subir los precios por arriba de la inflación real, diría yo).
Resumiendo. En el gobierno que dice realizar una transformación desde la izquierda, el capital financiero y los ricos han encontrado el mejor de los mundos posibles, pues estos no sólo no pagan impuestos acordes a sus fortunas y ganancias, sino que AMLO les permite robar literalmente a los mexicanos, con el aumento del precio de las mercancías y servicios que comercializan, más allá de la inflación real, empobreciendo cada vez más a los mexicanos.
Aquí no hay transformación ni Gobierno de izquierda alguno, mucho menos un proceso revolucionario, ni siquiera al nivel de las llamadas izquierdas democráticas, tan de moda en Latinoamérica, que han terminado en fracaso y dando paso a las derechas más recalcitrantes, como en Argentina y Chile.
Este es, pues, el Gobierno más neoliberal que jamás hayamos tenido los mexicanos.
Los antorchistas esperamos que el histórico y solidario apoyo del internacionalismo cubano sea aprovechado por los pobres del mundo y de México, que los estudiantes y profesionistas que tuvieron la oportunidad de asistir a estas conferencias entiendan la importancia de la lectura para educar y concientizar a las masas populares.
Pero he de decir que los esfuerzos de la doctora Aleida Guevara corren el peligro de ser usados para la promoción de algunos sedicentes izquierdistas, que no van más allá de citar algunos eufemismos progresistas, pensando que, al llevar estas conferencias a escenarios selectos, adquieren el carácter de concientizadores.
Es innegable que la lectura es indispensable para las revoluciones sociales, porque la explicación racional de la realidad social solo puede ser comprendida a través de la elevación teórica de las masas populares y ésta, a su vez, sólo se adquiere a través del estudio.
Pero para quien algo entiende de marxismo-leninismo –que no es otra cosa que el conjunto de conocimientos científicos acerca de la sociedad—, está claro que la teoría por sí sola no sirve de mucho para un proceso revolucionario auténtico, puesto que existe una relación dialéctica entre teoría revolucionaria y práctica revolucionaria, pues existe en ellas una dependencia recíproca, ya que la teoría sólo puede surgir como expresión de los procesos de la realidad y, la práctica, no es más que la aplicación de los planteamientos teóricos acerca de las leyes del desarrollo de esta realidad, la una solo haya aplicación y comprobación en el ámbito de la otra y viceversa.
Por lo tanto, para quienes están dispuestos a sumarse a la construcción de una patria más justa y más equitativa para todos los mexicanos, la tarea del momento es entender que es urgente que leamos, que leamos y nos eduquemos en la teoría marxista-leninista, en primera instancia.
En segunda, que sepamos que, en el contexto del cambio de era mundial que se vive en la pugna entre el Imperialismo y las fuerzas que luchan por un mundo multipolar, una revolución social es posible y necesaria en nuestro país, pero ésta no puede hacerse sin la participación de las masas populares, a quienes ha mediatizado la 4T con las transferencias monetarias directas de los programas del Bienestar, empobreciéndolas en los hechos, mientras permite al capital nacional y extranjero saquearnos sin medida.
La lectura de la teoría revolucionaria nos dirá, si la asimilamos correctamente, que la educación y politización de hoy será decisiva cuando las masas populares sufran las consecuencias de la crisis que hoy está sembrando la 4T.
La mejor aplicación de la lectura revolucionaria será la concientización mediante el estudio y la lucha práctica con que encabecemos a nuestro pueblo por la mejora real de sus condiciones materiales de vida. Y a eso invitamos a los mexicanos de bien y comprometidos con el progreso y desarrollo verdaderos.
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