Los que formamos parte del grupo de mexicanos, quienes desde hace más de cuatro décadas y media tomamos la honrosa decisión de luchar por la construcción de un México real y enteramente nuevo, más justo y equitativo para todos, pero, sobre todo, para los olvidados de siempre. De esta manera, los antorchistas gracias a las incansables jornadas de lucha que libramos contra los gobiernos priistas, panistas e incluso perredistas podemos decir sin temor a equivocarnos que conocemos cabalmente los vicios y los errores del viejo modelo contra el cual votaron más de 30 millones de electores en 2018.
Nos consta como a muchos mexicanos más, que el viejo sistema estaba en crisis, tanto por la concentración de la riqueza y el poder como por la corrupción del aparato de gobierno y por la marginación y el olvido de las masas populares. Es por esta lamentable situación que prevalecía, en que el entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador supo venderse como la opción antisistema y como la solución providencial a todos los problemas del país y de las masas trabajadoras. Fue eso, indudablemente, lo que lo impulsó a la cima del poder político.
Con anticipación, por diversos medios advertimos del peligro de que AMLO y sus fanáticos seguidores llegaran al poder de la nación y hoy, a más de 2 años de la llamada 4T, estamos viendo y palpando, no solo la insensibilidad política y la corrupción que caracterizó a los gobiernos del PRI y PAN, sino los desastrosos resultados del gobierno morenista. Contrario a la acusación que hace López Obrador a sus críticos de ser conservadores, fifís y/o adversarios, a estas alturas se puede ver ya con mucha claridad que los señalamientos que hacen muchos analistas y líderes sociales no se tratan de simples opiniones ni interpretaciones, ni fanatismos ni odios. Son las cifras y los hechos que nos ofrece el gobierno de la 4T. Son datos duros, no retóricas. Es la cruda realidad.
Veamos algunos datos ya muy conocidos: el Coneval advirtió que, en 2020, 12 millones de mexicanos cayeron en la pobreza, 70 millones de mexicanos no tienen ingresos suficientes para adquirir la canasta básica. Según el Inegi, el Producto Interno Bruto con López Obrador cayó a menos 8.6 por ciento, de hecho, durante el Gobierno de Morena, aun antes de la pandemia, no se había crecido en lo económico con lo cual el desempleo alcanzó los 7 millones. Por otra parte, pese a que el Gobierno de AMLO desapareció 109 fideicomisos, entre ellos el Fonden para ahorrarse supuestamente miles de millones de pesos, no ha invertido lo necesario para contener la pandemia. Al momento de escribir estas líneas, de acuerdo con números oficiales han fallecido 137, 916 por covid-19 y 1,588,369 casos confirmados, ocupando nuestro país el cuarto lugar de muertes por covid-19 a nivel mundial, detrás de Estados Unidos, Brasil e India. Allí están las cifras irrebatibles, rotundas y contundentes.
Por lo tanto, el peligro que nos amenaza es que en las próximas elecciones muchos mexicanos se vuelvan a equivocar y voten por Morena y se consolide por esa vía el desastroso proyecto morenista. O peor aún, que la oposición reconquiste el poder solo para retornar al viejo modelo contra el cual votó el pueblo de México, lo que incrementaría sin remedio el descontento popular.
Por eso los Antorchistas hemos sostenido y seguimos sosteniendo hoy, que derrotar a Morena en las urnas es solo una parte del problema; que hace falta, además, un nuevo proyecto integral de país que procure el crecimiento y desarrollo económico sostenido, con equidad y justicia social para todos. El pueblo trabajador que es la mayoría, debe darse cuenta a la luz de estos hechos, que Morena es más de lo mismo, antidemocracia, imposición y corrupción. Por lo que, en esta elección venidera, sobre todo los afectados por las políticas antipopulares de Morena, deben votar de manera organizada, unida para impedir que se consolide el peligro que nos amenaza.
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