En el Movimiento Antorchista, durante 50 años, no hemos descansado en la tarea de crear a un ciudadano listo para cambiar la realidad del país en beneficio de todos los mexicanos. Es un trabajo duro.
Los antorchistas hemos ido despacio, pero con calidad. Lo vimos en las elecciones del tsunami de la “Cuarta Transformación” (4T): todos los partidos quedaron borrados, pero Antorcha quedó intacta.
Desde 2015 lucha por la obtención de la clave oficial; a lo largo de ya casi diez años, nuestro centro educativo ha entregado a la sociedad a más de 500 estudiantes de origen humilde.
No perdimos gente, sino que ganamos más. Donde gobernamos volvimos a ganar, cuando todos los demás partidos perdieron todo. Esto demuestra la solidez del trabajo de Antorcha.
Nuestro mayor objetivo es construir la conciencia del pueblo de México, porque Antorcha no sólo quiere cambiar una colonia o un pueblo. Aspiramos a crear un país nuevo, un país diferente. Queremos mejorar en México entero. Es lo más importante, porque es lo más difícil de lograr.
Hacer que la gente luche por otros pobres que no conoce, o por el país, y que se comprometa con las causas de todos los marginados resulta muy difícil. Esa entrega, paciencia y laboriosidad lleva 50 años.
En Chiapa de Corzo, las colonias populares organizadas sabemos reconocer los 50 años de lucha tenaz del Movimiento Antorchista Nacional, y hoy egresa la séptima generación de nuestro centro educativo: la preparatoria “Ing. Aquiles Córdova Morán”.
Desde 2015 lucha por la obtención de la clave oficial; a lo largo de ya casi diez años, nuestro centro educativo ha entregado a la sociedad a más de 500 estudiantes de origen humilde pertenecientes a estas colonias del Cañón del Sumidero, técnicos en ventas, de los cuales al menos 34 se han convertido en profesionales.
La defensa por nuestra institución ha sido ardua, pues en el camino nos hemos topado con enemigos de la educación y la concientización del hombre. Defender nuestro centro educativo ha costado años de lucha y de coraje ante los embates de un sistema despreocupado por la educación y la formación de hombres y mujeres dispuestos a cambiar su realidad objetiva.
Nos han amedrentado; nos han querido correr del predio destinado para nuestras aulas, nos han querido destituir, nos han calumniado, nos han encarcelado y hasta nos han matado por la defensa de nuestro plantel oficial en Simojovel, como fue el caso de Benito Quezada, que dio la vida durante la fundación de nuestro centro.
Pese a estas vicisitudes, nos hemos mantenido firmes en la idea de crear al hombre nuevo a través de una educación integral, que va desde la ciencia, el arte y el deporte, como lo veremos a continuación en nuestro banquete cultural.
Resultado de horas de esfuerzo de un trabajo en conjunto con Antorcha Magisterial, quienes comprometidos con la educación del hombre nuevo conformamos la plantilla docente, sabemos que la lucha codo a codo con los estudiantes es el mejor medio para la solución de nuestras demandas.
¡Esta es nuestra bandera!
Hoy también honramos la memoria del compañero Amílcar Hernández Cruz, joven audaz que entregó su vida a la construcción de un país mejor. Originario de Simojovel y nacido de las filas del trabajo cultural de Antorcha, fue vocero de la federación y miembro de la comisión estatal de publicaciones de Antorcha en Chiapas, docente de los centros educativos de Berriozábal y un ejemplo del proyecto educativo de Antorcha en los pueblos más humildes. Hoy lo recordamos con mucho entusiasmo y fervor. La mejor manera de honrar tu memoria es seguir y cultivar tu ejemplo.
¡Amílcar amigo, en Antorcha sigues vivo!
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