Desde que el actual presidente de Culiacán ocupó el cargo, a pocos días el antorchismo sinaloense le entregó un listado de las necesidades más elementales que requieren solución urgente en las colonias y poblados rurales.
Han pasado ya meses y meses de esto y las soluciones se pueden contar con los dedos de una mano, la gran mayoría de las peticiones duermen el sueño de los justos, pocas muy pocas tienen proyecto ejecutivo y ni éstas han iniciado.
Entre las pocas acordadas están: solares para familias que viven rentando o arrimadas con su familia aquí en la ciudad de Culiacán; la regularización de colonias, como la Ampliación 5 de Febrero, Piedras lindas y Rincón del Parque; la construcción de aulas para el telebachillerato de Emancipación, drenaje sanitario de Estación Obispo, red de agua potable para Sánchez Celis (por cierto aprobada ya por el gobernador Rubén Rocha Moya), parque infantil para Península de Villamoros, pavimentaciones de algunas calles en Culiacán, entre otras.
Uno se pregunta, ¿qué será más necesario construir aulas y sanitarios para las escuelas, agua potable y drenaje sanitario para familias necesitadas del servicio o un reloj para tomarse la foto?
Tanto que se criticó al presidente municipal que puso “morrines” por muchas partes de la ciudad capital (gasto igual innecesario) y ahora nos salen con un reloj, mientras las familias padecen de un pésimo servicio de agua potable, de infraestructura educativa y vivienda. Ver para creer con este gobierno de “primero los pobres”, frase muy bonita y conmovedora pero hueca de contenido.
Por estos incumplimientos el antorchismo volverá a las calles, no nos queda de otra ante tanto aplazamiento de inicio de las obras acordadas previamente con el señor secretario del Ayuntamiento, en representación del alcalde Gámez Mendívil.
Exhortamos a Juan de Dios Gámez a honrar el compromiso asumido por sus funcionarios, pues son obras de gran necesidad para familias culiacanenses.
Como la necesidad apremia, mañana hará acto de presencia en las oficinas del Palacio municipal una comisión de los peticionarios para pedir la ejecución de las obras acordadas. No más, pero no menos.
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