El Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (Infonavit) cambió las reglas para precalificar a los trabajadores y accedan a un crédito hipotecario de dicho instituto: ahora se requerirá de 1080 puntos, se revisará el historial anterior, se revisará el cumplimiento de obligaciones de los empleadores, ya no será obligatorio tener un año continúo trabajando y se revisarán más factores, para que el trabajador acceda al crédito.
Con esto, parece que el Gobierno federal busca resolver el problema de la vivienda que ya está garantizado a todos los mexicanos, por estar plasmado en la Constitución. ¿Cómo se resuelve el problema de la vivienda? Es decir que todo mexicano tenga una casa en buenas condiciones, que tengas escrituras, todos los servicios, escuelas cerca, fuentes de empleo, etc.
Para resolver la necesidad de vivienda, en Nuevo León está el Fomento Metropolitano de Monterrey (Fomerrey) y el Instituto de la Vivienda de Nuevo León. Pero aun así quedan muchas familias sin contar con una vivienda propia. El Infonavit tiene su origen desde la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, cuando se estableció la obligación de patrones y patronas con más de 100 trabajadores y trabajadoras, de proporcionarles viviendas cómodas, dignas e higiénicas.
Se creó con la reforma a la fracción XII del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la Ley Federal del Trabajo, y así como a la ley específica que creaba el organismo autónomo y tripartito. El 24 de abril de 1972 quedó establecida la obligación patronal de contribuir a la operación de un Fondo Nacional de la Vivienda para los trabajadores y de esta manera nace el 1° de mayo del mismo año el Infonavit, como un organismo de carácter social integrado por representantes obreros, patronales y del gobierno federal.
La creación de un sistema generalizado para la clase trabajadora y el sector patronal exigía la intervención del poder público en su administración, pero también de la concurrencia de los trabajadores y de los patrones con sus aportaciones. De 1972 a la fecha, el instituto ha tenido éxito al haber dotado a las familias trabajadoras, pero ha sufrido modificaciones por los múltiples problemas que también ha generado en muchas partes del país. En primer lugar, en este instituto se excluye a las personas que no tienen trabajo fijo o no cuentan con seguridad social y que no podrán contar con la posibilidad de tener un crédito. Segundo, al parecer el instituto perdió muchos de sus objetivos, al hacer casas, sin planeación de ningún tipo.
Nada más en Nuevo León, algunas cifras indican que hay más de 60 mil casas abandonadas, precisamente de este instituto, de igual forma, tenía a diciembre del 2018 una cartera vencida de 13.4 %, además de las deudas impagables, que se han difundido por diferentes medios, ya que muchas de las deudas del Infonavit están calculadas en UMAS y el salario del trabajador se paga en pesos.
El abandono de las casas tiene causas múltiples, en primer lugar por ser realizadas con mala planificación. Ahí está Villas de San Francisco, Villas de San Miguel, Palmiras; sólo por poner algunos ejemplos. En el Caso de San Miguel y San Francisco, mucha de la gente abandonó su casa, precisamente porque al lado estaba la empresa SuKarne y era muy desagradable vivir ahí. Ahora la gente que vive en esos lugares es porque no tiene opción y hay mucha gente que se encuentra posesionada del lugar porque no tiene un espacio para construir su vivienda. Aunado a ello, la falta de transporte, inseguridad, los caminos llenos de baches…a decir de los habitantes que aún están ahí, de residencial solo tiene el nombre y el cobro. Y para entender Palmiras, es suficiente darse una vuelta por los alrededores para entender que las familias que viven lo hacen porque no tienen otra alternativa.
Mientras siga este sistema, donde prevalezca la ley de la oferta y la demanda, no será posible solucionar el problema, aunque le cambien de nombre, el sistema es el mismo. Y la solución que ofrecen es una muestra más de que este gobierno no está preocupado por los intereses de los trabajadores, porque la reforma realizada en el instituto no resuelve el problema de fondo. La vivienda seguirá siendo una necesidad de muchos mexicanos que viven en los cerros, en las orillas de los ríos, porque ni siquiera alcanzan los puntos por no contar con un trabajo fijo o trabajar en el comercio informal. Sin lugar a dudas, la lucha por construir un modelo económico nuevo que ofrezca una solución integral a los distintos problemas que tienen los mexicanos y la vivienda ocupa uno de los primeros lugares.
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