El capitalismo, es el sistema socioeconómico o modo de producción, en el que vivimos en este país, en el que vive Estados Unidos de Norteamérica (E.U.A.) y en la mayor parte de los 195 países que hay en el mundo (si se llega a reconocer como estado soberano a Palestina), según la ONU. Este modo de producción, a diferencia de los anteriores, cuya base de existencia ha sido el predominio de la propiedad privada sobre los principales medios de producción y la apropiación de lo producido por dichos propietarios; se ha convertido en el sistema que ha desarrollado una capacidad increíble de desinformación y de manipulación ideológica de grandes sectores de la población, por así convenir a sus intereses.
Doy algunos ejemplos para sustentar la afirmación anterior. El pasado 8 de octubre, los grandes medios de información, agencias internacionales de noticias, los diarios nacionales e internacionales, las grandes televisoras, estaciones de radio y las “benditas redes sociales”, dieron la espectacular noticia que un “grupo terrorista” llamado Hamás compuesto de aproximadamente 2,000 combatientes palestinos, burló los sofisticados sistemas de vigilancia y seguridad con los que cuenta el gobierno y ejército de Israel, atacó casas de la población civil y un concierto musical, en la zona de conflicto llamada Franja de Gaza, tomando como rehenes a casi 100 personas retornando a su territorio. Inmediatamente se hizo correr la noticia de que se trataba de un “ataque terrorista”, ante el cual, el Primer Ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, dio la orden de repeler la agresión y contratacar a los palestinos para castigar ejemplarmente a los agresores como una medida de legítima defensa de su país.
Narradas, así las cosas, quienes desconocemos la historia y las verdaderas causas de ese conflicto, nos quedamos con la idea de que los “malos de esta película” son los Palestinos y los “buenos que se defienden” son los israelitas.
Pero no informan las verdaderas causas históricas y actuales del conflicto, como también ocurrió con el reciente caso de la operación militar, que se vieron forzados a realizar los rusos, al “invadir” una región de Ucrania, donde el ejército de ese país estaba planeando y realizando los preparativos para instalar bases militares con armas nucleares que apuntarían a las principales ciudades de la Federación Rusa, las que quedarían a escasos 10 ó 15 minutos de vuelo, para que sus misiles nucleares hicieran blanco en territorio ruso, planes orquestados y financiados por Estados Unidos. En realidad, lo que los rusos hicieron, encabezados por su presidente Vladimir Putin, fue ponerles un alto, “pararle los tacos”, como decimos los mexicanos, a las intenciones de los gringos que, utilizando a los ucranianos, querían tener en la mira a Rusia, con sus armas nucleares.
Pues bien, los medios masivos de información manipulan la verdad sobre éstos y otros conflictos (véase los recientes casos de Afganistán, Irak, Libia, Siria, donde E.U.A. se ha descarado por su afán de apoderarse y controlar la riqueza petrolera de estas naciones) y han decidido respaldar a Israel y condenar al pueblo palestino a una masacre, como las ocurridas el 17 de octubre con el bombardeo del Hospital Al-Ahli de la ciudad de Gaza, que dejó más de 500 muertos y cientos de heridos, también ha bombardeado escuelas operadas por personal de la ONU, que sirven de refugios civiles. Según el periodista estadounidense Dan Cohen, más de “150 empresas de relaciones públicas participan en la “campaña de propaganda de guerra”, ayer condenando a Rusia, y hoy queriendo silenciar el genocidio en Palestina.
Entiendo que me extendí en los ejemplos, pero mi intención es demostrar a mis compañeros antorchistas y a otros posibles lectores que, así como nos han engañado, tergiversando la realidad de los hechos y haciéndonos ver como “blancas palomitas” a Ucrania e Israel, con E.U.A. y las potencias capitalistas occidentales detrás de ellos, y ver a Palestina y a Rusia como “terroristas e invasores”; de la misma manera, tergiversan la realidad estatal y nacional, pues se nos dice a través de esos mismos medios masivos de información, propiedad de los grandes ricos de este país y del mundo capitalista (como televisa, TV Azteca, las agencias nacionales e internacionales de noticias e “influencer” de las redes sociales que han brotado como hongos después de la lluvia), todos ellos o la gran mayoría de ellos, “informan” y nos hacen creer que “todo está muy bien, mejor que en los tiempos de los gobiernos prianistas, conservadores y neoliberales”, como miles de veces ha dicho el presidente de la república y corifeos, nos hacen creer que con los diversos programas asistencialistas se está atendiendo “primero a los pobres” (cuestión que no es cierta del todo), que se está invirtiendo en grandes obras de infraestructura (Tren Maya, refinerías, aeropuertos, etc.) para beneficiar al pueblo trabajador, cosa más falsa que un billete de trescientos pesos, pues esas obras, van a beneficiar, principalmente, a los emporios turísticos del sureste, donde más adelante van a ir saliendo a la luz pública, los amigos, familiares e incondicionales que ya están siendo favorecidos por esta administración federal; intereses y planes a los que se sumó el exgobernador Carlos Joaquín González que, sin ninguna resistencia y con acuerdos políticos para un retiro sin complicaciones ni problemas legales, negoció con la 4T y les entregó la gubernatura del estado de Quintana Roo a la barredora morenista y coaligados.
Pero, la realidad es otra, los datos reales, incluso los oficiales, nos muestran que la pobreza no ha disminuido, por el contrario, se ha venido incrementando; la inseguridad y la violencia han crecido aceleradamente, ciudades tranquilas como Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Chetumal, no conocían los levantones, las ejecuciones, los embolsados, descuartizados, los enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y demás horrores, pero ahora, se están convirtiendo en el pan de cada día. Nos dicen que las oportunidades para prosperar se van a multiplicar, pero eso se está dando de acuerdo a las necesidades de los empresarios, no de acuerdo a las necesidades de la población trabajadora.
La economía de Quintana Roo es muy vulnerable pues depende casi exclusivamente del turismo, la pandemia significó una seria advertencia para los que dirigen los destinos del estado y del país; sino se diversifica la producción y la actividad económica, una crisis profunda en el mundo capitalista nos va a afectar mucho más que una pandemia, situación que se empieza a vislumbrar con la desaceleración económica de E.U.A. (por eso les urge provocar guerras por todos lados, para vender las armas que producen, para otorgarles “asesoría militar” y préstamos millonarios a sus “protegidos” y aliados para utilizar el inmenso arsenal de mercancías que necesitan vender para seguir obteniendo las máximas ganancias y no paralizar sus industrias en general.
A nivel estatal y municipal, cuando el pueblo en general y el pueblo organizado en el Movimiento Antorchista, en particular, piden atención y solución a las múltiples carencias y problemas que padece la inmensa mayoría de la población, se nos dice que no hay suficiente presupuesto, que los anteriores dejaron endeudadas a los gobiernos actuales (lo cual no negamos que sea cierto), pero si le acercamos la lupa al problema, nos daremos cuenta que los gobiernos municipales y estatales adquieren deuda porque las partidas que reciben del gobierno federal se han venido reduciendo sustancialmente, principalmente, en este sexenio, pues el presupuesto federal, año con año, se ha venido utilizando para la construcción de las obras faraónicas de este sexenio, para darle dinero a la gente a través de los programas asistencialistas, en lugar de crear más fuentes de empleo y mejor pagados, de impulsar la diversificación económica con la creación de industrias de transformación con tecnología de punta, aprovechar las ventajas competitivas de las distintas regiones de los estados y del país entero, para diversificar la producción agropecuaria y crear agroindustrias en el campo para darle mayor valor agregado a los productos del campo y su beneficio sea para los productores organizados en cooperativas y sociedades de producción rural, etc.
Si realmente le interesa el bienestar del pueblo, el gobierno debe fortalecer la economía nacional y lograr una mejor distribución de la riqueza, a través de mejores salarios, de una política de impuestos progresiva (que pague más el que gane más), que los recursos públicos se inviertan productivamente y también en infraestructura social (mejores escuelas y educación en general, en servicios de salud efectivos y eficientes, en servicios públicos de calidad para el bienestar de toda la población, que se invierta en cultura y deporte para lograr su masificación y tener un desarrollo más sano e integral de nuestros hijos y de las futuras generaciones, que se invierta suficiente en investigación científica y desarrollo de nuestra propia tecnología de punta para ya no seguir dependiendo de otros países.
Por esto y más, porque las familias vayan mejorando sus condiciones materiales y espirituales de vida y lleguen a vivir felices y no llenos de preocupaciones y de miedos como ahora vivimos; por eso el Movimiento Antorchista los exhorta, los llama a salir del marasmo y la apatía ante los grandes problemas que tienen nuestra colonias, nuestros pueblos, y empecemos a levantar la voz de nuevo, a manifestarnos públicamente, en las calles y a través de “las benditas redes sociales”, para solicitar y, cuando corresponda, exigir soluciones concretas y satisfactorias a todas nuestras demandas y carencias; porque dinero si hay (el gobierno planea gastar 9 billones de pesos para el próximo año 2024) pero lo piensa y va a gastar (mientras el pueblo se lo siga permitiendo) en sus programas asistencialistas que, dicho sea de paso, no van a acabar con la pobreza que aqueja a millones de mexicanos, sino que van a servir para “matar un rato el hambre” pero no son una solución a largo plazo, pero si van a servir para tener contenta a la gente un tiempo más, para que vote nuevamente a favor de la coalición que conforman Morena, PVEM y PT, que representan y defienden a los mismos grandes empresarios que existen desde hace varias décadas y a los nuevos ricos que, aprovechando las influencias del poder presidencial, se van haciendo de sus propias y grandes fortunas.
Por eso, compañeros, acudamos a nuestra lección de toma de conciencia y de lucha, para conformar y consolidar a la vanguardia que conducirá al pueblo, a un cambio verdadero. Nos vemos el próximo viernes 27 de octubre, en punto de las 9:00 am, en el museo de la Cultura Maya, de la ciudad de Chetumal, hasta ese día compañeros. Conste.
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