Según la versión del Gobierno federal morenista "se apoyó” a todos los afectados de las dos inundaciones que sufrieron en octubre y noviembre pasados habitantes de los 17 municipios de la entidad.
Todos, de acuerdo con esta versión, recibieron los 10 mil pesos y están recibiendo su paquete de enseres domésticos; 200,400 hogares apoyados, que representan la totalidad.
De acuerdo con esta versión, propagada ampliamente por los medios oficialistas en la entidad y en el país, el pueblo tabasqueño debe estar agradecido con esos nuevos héroes llamados "servidores de la nación” y debe reconocer en AMLO al gobernante que les dio lo que nunca antes les habían dado.
Pero la realidad que viven y sufren los tabasqueños que no tienen voz pública, porque no tienen poder ni riqueza, dista mucha de esa visión color de rosa.
Con el paso del tiempo mucha gente en Tabasco se está dando cuenta que se hizo un uso político-electoral del censo y, por tanto, de la tragedia.
El resultado de ello fue que se censaron y apoyaron -por ser un atractivo mercado de votos- colonias enteras que no se fueron al agua y, en cambio, pueblos enteros y colonias que sí se inundaron no fueron considerados; abundan también los casos de calles, callejones, sectores de colonias que tampoco fueron atendidos; casos individuales de personas que por razones que desconocen no fueron visitados; otros que fueron censados y recibieron su folio de apoyo de los 10,000 pesos, pero no les han pagado ni les dicen cuando les pagarán y, por último, ya se ventilan, hasta judicialmente, denuncias de venta de folios y escandalosos casos de corrupción en los cuales, según manifiestan los denunciantes, funcionarios de bienestar, hoy precandidatos a las diputaciones por el partido en el poder, entregaron folios a sus operadores políticos y eran esos operadores quienes dirigían a los "servidores de la nación” y quienes direccionaban los escasos apoyos alimentarios de despensas, dándose casos escandalosos, como el ocurrido en Macuspana, donde el Ejército tuvo que sacar del DIF municipal las miles de despensas que tenían ahí guardadas los señores diputados y que repartían en el Distrito 01 federal, no sin antes tomarse una foto y subirla a la red, con un carrito de supermercado en una tienda comercial, para presentarlas como adquiridas por ellos; dicen los habitantes de Jonuta, por ejemplo, que después de que el ejército sacó las despensas del lugar referido, los dadivosos despenseros ya no "compraron” ni repartieron nada.
Eso explica lo que la gente que no fue apoyada no puede explicarse. Por ejemplo, dice una señora de la colonia Asunción Castellanos, de Villahermosa, junto con sus vecinos, "nos fuimos al agua, vino Protección Civil, vio nuestros daños, pero nos dijeron que no podían hacer nada”; o los habitantes de los pueblos del Centro Integrador de La Estrella, en Centla, como la barra de San Pedro, que por un lado tiene el mar y por otro el rio, "aquí no censaron a nadie, en estos pueb solo a los dos pueblos con menos habitantes, a los demás no porque le protestamos a la presidenta municipal, y sólo nos dieron garrotazos y tiros, hubo hasta un herido; después, con engaños, nos dieron una despensita de medios ki con engaños, porque nos dijeron que no venía de ningún político, y luego supimos que la mandó la presidenta, si hubiéramos sabido, no la hubiéramos aceptado”; otros muchos, habitantes de Villahermosa, que tienen folio, pero que no les han pagado: "Vamos a la oficina de Bienestar, no nos dejan entrar, a nadie, de adentro de la reja nos toman los datos y nos dicen que nos van a llamar, pero nunca nos llaman. Somos muchos, hemos hecho grupos de whatsApp entre nosotros”. Hay quienes calculan que son 30 mil los que están en esa situación. La cifra exacta no se sabe.
Estas versiones, tomadas directamente de los afectados, corresponden a la verdad del pueblo, no a la pretendida "verdad, que nos quieren hacer creer quienes nos gobiernan.
Pero en Tabasco, en el laboratorio de Morena, además del cuento de que todo apoyo es directo y sin intermediarios (pero bien direccionados por los operadores políticos del partido en el poder) opera la Ley Garrote, que condena a prisión sin derecho a fianza a quien se atreva a bloquear una vialidad o impedir un trabajo gubernamental "para proteger a los empresarios y al gobierno&rdquo, dijo el gobernador cuando esta Ley se aprobó. "Nadie se hubiera imaginado -me decía un líder de organización que apoyó a Andrés Manuel- que el hombre que promovía los plantones y las tomas de los pozos petroleros y se apoyaba en las organizaciones sociales fuera a prohibir las protestar y a destruir y golpear a las organizaciones que lo llevamos al poder”.
(Apoyos directos, sin intermediarios, + Ley Garrote), ese binomio de recursos propios de la derecha más reaccionaria -¡los conservadores¡-, pero aplicados por una supuesta izquierda, pretenden, y si nos descuidamos los luchadores lo logran, atomizar al pueblo, dividirlo, fraccionarlo, dejarlo sólo con su fuerza individual frente a todo el poder del estado; pretenden negarle en los hechos el derecho a protestar, a levantar la voz y a exigir que se le de lo que en justicia merece, pues el pueblo llano no tiene más recursos que su número, su unidad y su conciencia para oponer resistencia a los abusos y a la discriminación.
Por ello, desde estas modestas líneas les digo a los afectados: démonos cuenta que no somos solo nosotros y nuestros vecinos, somos miles quienes hemos sido excluidos; démonos cuenta que no estamos so que si nos unimos podemos constituir una gran fuerza ciudadana capaz de hacer que el gobierno nos atienda, porque es su obligación, porque somos tan tabasqueños y tan mexicanos como el que más.
Más de 30,000 afectados nos han firmado ya la petición que llevaremos al Palacio Nacional y al H. Congreso de la Unión; unamos cada gota, cada arroyo de legítima inconformidad, de legítimo reclamo y convirtámoslos en un poderoso torrente humano capaz de conseguir la solución de nuestras legítimas demandas.
Démonos cuenta de que aquellos líderes que antes recogían nuestras inconformidades para echarlas contra el gobierno ahora son gobierno, y ahora no quieren que se les moleste; porque no se piensa igual en una choza que en un palacio; el único camino que tenemos es unirnos entre nosotros, entre los que sufrimos los problemas; formemos comités en cada pueblo, en cada colonia, unámonos en los municipios y en todo el estado y haremos, en lo inmediato, que el compromiso que hizo el presidente de que se apoyaría a todos los afectados se cumpla, en esta su tierra que es Tabasco.
Y más adelante, por qué no, transformaremos nuestro estado: un estado que está a media tabla entre los 32 del país en la producción de riqueza (PIB), pero cuyos habitantes ocupamos el tristísimo primer lugar en carencia por acceso a la alimentación (1,1511,000 personas en ese caso); el séptimo lugar en población con ingreso inferior a la línea de pobreza (1,382,000 en este caso); el primer lugar en desempleo; y en donde solo el 10% de la población no es pobre ni es vulnerable (250,000 tabasqueños), entre los cuales se encuentran, naturalmente, los políticos que nos niegan los apoyos.
Este estado de cosas debe de cambiar. No esperes que otro lo cambiará por ti y en tu beneficio. De ti, de tu participación depende. únete a nosotros. Vale.
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