El más reciente informe presentado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señala que en nuestro país se redujo en 8.9 millones su número de pobres, por lo que ahora hay, 46.8 millones de personas, contra las 55.7 millones en esa situación que había en 2020. Lo que significa que, el porcentaje de población en situación de pobreza bajó 36 por ciento, frente a la proporción de 43.9 por ciento de 2020, lo que representa un descenso de 7.6 puntos porcentuales, de acuerdo con el último dato del organismo encargado de la medición oficial de la pobreza en México, con cerca de 126 millones de habitantes.
De acuerdo con dicha institución, en el país, se añadieron 3.8 millones de pobres en 2020 por la crisis de la pandemia de Covid-19, pero el Coneval mostró que la pobreza también disminuyó frente a la medición previa de 2018. El país entonces, señalan los datos, redujo en 5.1 millones de personas el número de pobres ante 2018, cuando el 41.9 por ciento de la población estaba en esta condición, lo que implicaría una reducción de 4.3 puntos porcentuales desde entonces.
Ante ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha salido a presumir la reducción de la pobreza en su sexenio. En su conferencia matutina presumió los resultados que presentó el Coneval y comparó su administración con la de los últimos gobiernos, al tiempo que, advirtió que en su administración es donde más se ha reducido la brecha entre ricos y pobres. Quien también lo hizo fue, la aspirante a la candidatura presidencial por Morena, Claudia Sheinbaum, quien dijo que, por primera vez en el país, el gobierno se está enfocando en mejorar las condiciones de vida mediante programas asistenciales y otras iniciativas que han logrado reducir la pobreza y las grandes disparidades.
Ante esta situación, ¿Es momento de echar las campanas a volar? Indudablemente que no, lo que se pretende pasar sin ser advertido es que, en salud, y pobreza extrema, por ejemplo, en México se ha deteriorado significativamente en el gobierno de AMLO y los retrasos no deben atribuirse al impacto por el Covid-19.
De acuerdo con el mismo informe presentado por Coneval, el porcentaje de población con carencia por acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 por ciento a 39.1 por ciento, entre 2018 y 2022, lo cual representa un cambio de 20.1 a 50.4 millones de personas en esta situación, respectivamente.
En la prestigiada revista Lancet, aparece un artículo del doctor Julio Frenk y otros 10 autores, donde se señala que, el sistema de salud en nuestro país va en retroceso en el último sexenio y enumera una serie de indicadores que deben preocupar a todos.
Lo que se pretende pasar sin ser advertido es que, en salud, y pobreza extrema, por ejemplo, en México se ha deteriorado significativamente en el gobierno de AMLO y los retrasos no deben atribuirse al impacto por el Covid-19.
Se señala como algo grave la desaparición del Seguro Popular, en medio de una pandemia, y la aparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que resultó ser un fracaso. No se debe de olvidar que fueron cerca de 700 mil mexicanos los que perdieron la vida, a consecuencia de una irresponsable política de salud implementada por el gobierno federal ante la pandemia.
El número de hogares que gasta ahora mucho más en la compra de medicamentos, prácticamente se duplicó y se les presenta la disyuntiva de o comes o te curas y todos somos testigos del enorme dolor que representa que, al dolor de la enfermedad hay que sumarle el dolor de la bancarrota, ante lo costoso de los medicamentos y ya no contar con el servicio de salud.
Explica además que hay un retroceso de 30 años en esperanza de vida, en los últimos cuatro años, situación que no se veía en un siglo; Ahora con el IMSS Oportunidades la población tiene menos derechos que con el Seguro Popular (ahí están los padres de niños con cáncer que deben manifestarse para que atiendan a sus hijos).
Teníamos el 90 por ciento de cobertura en vacunas, ahora estamos a 30 por ciento, enfermedades como el sarampión vuelven a aparecer, después de 20 años; La mortalidad materna se ha incrementado en 30 por ciento, ahora es mayor el número de madres que pierden la vida por dar vida.
Con relación al porcentaje de la población en pobreza extrema que pasó de 8.7 a 9.1 millones de personas en este periodo, no se debe olvidar que se considera en pobreza extrema a quienes viven en la miseria e indigencia, cuando el individuo no puede satisfacer varias necesidades básicas, como el alimento, agua potable, vivienda, educación y sanidad.
De que les sirve a los mexicanos contar con un poco más de recurso económico, que recibe por las ayudas asistenciales, que además se usan como mecanismo de compra de consciencias y por las remesas que envían los paisanos que viven al otro lado de la frontera, si debe gastarlos ahora, en curar las enfermedades que el gobierno no quiere atender.
Y a esto se debe sumar, el terrorífico nivel de violencia en el que está sumido el país, donde más de 160 mil personas han perdido la vida y más de 100 mil están desaparecidas. No es momento de cantar victoria, por el contrario, la necesidad de acabar con la pobreza y los males que con ella existen, es más vigente hoy que nunca.
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