MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Estadísticas oficiales contra realidad

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Decía Marx en el Prólogo a la primera edición de su gran obra El Capital: “Y si nuestros gobiernos y parlamentos instituyesen periódicamente, como se hace en Inglaterra, comisiones de investigación para estudiar las condiciones económicas; si estas comisiones comisiones se lanzasen a la búsqueda de la verdad, pertrechadas con la misma plenitud de poderes de que gozan en Inglaterra, y si el desempeño de esta tarea corriese a cargo de hombres tan peritos, imparciales e intransigentes  como los inspectores de fábricas de aquél país, los inspectores que tienen a su cargo la redacción de los informes sobre “Public Health”, los comisarios ingleses encargados de investigar la explotación de la mujer, el niño, el estado de la vivienda y la alimentación, etc., nos aterraríamos ante nuestra propia realidad.  

Bueno pues el tema viene a cuento, porque según los datos del Consejo Nacional de Población (Conapo) presentan la situación de marginación de Oaxaca de Juárez. Los datos indicaron que la población del municipio era de 258,636 habitantes, de los cuales el 39%; es decir, 100 mil, se encontraban en alguna situación de pobreza (extrema o moderada), también se encontró que el 23.3% de la población se encontraba vulnerable por carencias y el 6.1% vulnerables por ingresos. Solo el 27.60 % es población no pobre y no vulnerable.

Los datos indican también que en el municipio el 27.2%, es decir, alrededor de 70 mil personas tienen rezago educativo, 23.3% (43 mil) sufren de carencia a los servicios de salud, 77% (alrededor de 200 mil) carencias por acceso a la seguridad social, 59% (alrededor de 150 mil) carencias por acceso a los servicios básicos de vivienda y el 32.2% (alrededor de 83 mil) carencias por acceso a la alimentación. 

La situación de la calidad de las viviendas resulta ser el punto más crítico ya que, aproximadamente el 60% de la población, es decir, 6 de cada 10 aviéntales, presentan alguna carencia relacionada con la vivienda. 21% de la población se encuentra en condición preocupante: 11 mil cuentan con pisos de tierra; 25 mil tiene viviendas con muros de material endeble y 23 mil viven en hacinamiento. Pero las carencias en las viviendas también hacen referencia a los servicios básicos, aproximadamente 50 mil personas, es decir, la quinta parte de la población total carece de alguno de los servicios básicos en ellas. 15 mil, sin acceso al servicio de agua, 14 mil no cuentan con drenaje, 1200 sin electricidad y casi 9 mil utilizan leña o carbón para cocinar pero no cuentan con una chimenea par ventilar la la vivienda y evitar una intoxicación por el humo. 

Como parte de las tareas de un proyecto político que busca hacerse con el triunfo en la contienda hacia la presidencia de Oaxaca de Juarez, hemos estado recorriendo las agencias y, dentro de ellas, las zonas más marginadas, para desde ahora, recoger las demandas más sentidas de las familias oaxaqueñas y, a la vez, hacer compromisos serios de atención y solución. 

Y la realidad es, en efecto, como dijo Marx, terrible, en cada recorrido que nos lleva por lo general, de dos y media a tres horas, hemos constatado que los porcentajes ocultan la gran cantidad de familias oaxaqueñas que se debaten, en esta pandemia, en zonas agrestes, en las que donde hay calles, estas no están pavimentas, pero en algunas no hay ni siquiera andadores que permitan transitar en la ingrata orografía; no hay red de agua potable y dependen de un costoso servicio de pipas de agua porque SAPAO no se da abasto a surtir del vital líquido; no hay drenaje y por tanto, abundan las letritas en los hogares, con las complicaciones que esto significa; falta un tendido de red eléctrica; y sobre todo, un problema exacerbado de inseguridad en todas ellas. 

Este es el estado de cosas, un escenario que las estadísticas oficiales, cuyo objetivo no es el de los peritos arriba mencionados, no miden a cabalidad, pues su intención no es servir de base para proyectos verdaderamente ambiciosos de solución, sino para ocultar con sofismas la cruda realidad y no acrecentar la inconformidad social ni dar elementos de juicio a los detractores de los gobiernos en turno. 

Pero no solo eso es lo que hemos encontrado. Los recorridos nos han demostrado que a pesar de que las familias oaxaqueñas llevan décadas padeciendo estas carencias, agravadas por la pandemia, falta que reflexionen al respecto, porque siguen pensando que la única oportunidad de plantear sus peticiones o manifestar sus exigencias es en los procesos electorales a los candidatos o posibles funcionarios. Y eso es al final de las cuentas la causa principal de que sus demandas no sean atendidas.

No han llegado a la conclusión que lo que necesitan es educarse, organizarse y luchar, haya o no haya elecciones deben hacer uso de la única arma que las liberara de la pobreza y la injusticia. La fuerza organizada que surge de su numero y de su conciencia de la realidad. 

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