Desde la pasada reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), realizado en la Ciudad de México en septiembre, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, mandó un mensaje claro y contundente de confianza a los mandatarios de la región para que se unan al proyecto de desarrollo que el gigante asiático ha emprendido. Sin embargo, para Estados Unidos, fue una amenaza gravísima que pone en peligro sus intereses imperiales.
Desde hace semanas, México ha sido “visitado” por personajes muy importantes de la política estadounidense, por ejemplo: Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional; Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional; Merrick Garland, fiscal general de EE. UU. y Antony Blinken, secretario de Estado. Todas esas reuniones llevan el título de “reunión de alto nivel de seguridad”. ¿Será?
Sin embargo, el 27 de septiembre, Daleep Singh, el asesor adjunto de seguridad nacional de Joe Biden inició una gira por varios países de América Latina con un solo objetivo: bloquear el avance económico de China con “plan de infraestructura” que “prevé”, según medios internacionales, un amplio beneficio para los países.
La encomienda era preguntar “cómo puede Estados Unidos ayudarles a resolver sus problemas” para diseñar un proyecto de infraestructuras que Biden llama “One Belt, One Road” (Una ruta, un cinturón), y que busca implementar de manera rápida y urgente, esto, según lo afirmó un alto funcionario estadounidense a la agencia de noticias Efe.
Según Biden, este plan de infraestructura es parte de una iniciativa que presentó en la reunión del G7 que llamó “Build Back Better for the World” (Reconstruir mejor para el mundo), que prácticamente tiene el mismo fin de inversión en los países en desarrollo, pero que en el fondo busca el mismo objetivo contra China.
Este viernes llegó nuevamente Antony Blinken a México después de que AMLO ha tensado las relaciones bilaterales con las violaciones al T-MEC con la reforma eléctrica, la declaración de Marcelo Ebrard de desaparecer la Iniciativa Mérida y la demanda contra las mayores empresas fabricantes de armas. El título de la reunión es el mismo: “reunión de alto nivel sobre seguridad”.
Pero no es coincidencia que México ocupe la dirección de la CELAC y que después de su reunión se hayan notado las múltiples fisuras entre los países que la conforman, lo que le abre paso a EE.UU. para un dominio más fácil de esos países. Y con López Obrador en el cargo, la entrega de la CELAC a EE.UU. avanza, tal como lo advirtió el Ingeniero Aquiles Córdova Morán en uno de sus posicionamientos semanales sobre temas de política nacional o internacional.
La indicación del vecino del norte es que China no llegue a dominar los países latinoamericanos y AMLO es quien tiene parte de la tarea para no dañar los intereses del gran imperialismo estadounidense. Sin embargo, ¿qué gana México?, ¿nuestra autonomía como país sigue intacta? México nos guste o no, seguirá siendo un país tercermundista y seguirá estando bajo el yugo estadounidense, pero, ya veremos qué pasa y hasta cuándo seremos un país verdaderamente libre. Por el momento, querido lector, es todo.
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