MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Exigimos solución a nuestra justa demanda de vivienda

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El hombre, es el único animal pensante -creo yo-, capaz de transformar y copiar para su provecho a la naturaleza misma con consciencia, para bien o para mal. 

La piedra natural con la que tropezaban aquellos primeros hombres, la pulió para darle filo y así poder usarla para matar y cortar la carne de los animales que cazaba; con el apoyo de los palos alargaba su brazo para enfrentarse con mayor ventaja a sus enemigos cotidianos; y con la creación de toscas herramientas como el arco y la flecha, el mazo, la lanza y otros enceres, cazaba mejor, abundaba y aseguraban los alimentos para todo el clan. El trabajo colectivo garantizaba la seguridad y la sobrevivencia ante sus enemigos naturales o tribales. La habilidad para crear herramientas u otras actividades, propició la acumulación de bienes en unos cuantos miembros del grupo, que luego se hicieron pronto con el poder y liderazgo de la tribu; pero, en la sociedad matriarcal los hijos eran hijos de todos, y los bienes acumulados no se podían heredar, fue entonces cuando el hombre eligió una mujer que le pariera hijos, que pudiera reconocerlos como propios y traspasar así los bienes acumulados. Y es así como nace la propiedad privada, grosso modo.

Las etapas históricas del desarrollo humano, dan muestra de la imposición inhumana del hombre a sus semejantes biológicos, pero socialmente diferentes. Así aparecieron las clases sociales fundamentales: el esclavo y el amo, el siervo y los señores feudales, ahora, el obrero y el burgués, el capitalista. Dista mucho la forma de explotación del esclavismo al capitalismo actual; al día de hoy, la explotación es más sutil, más fina, pero explotación al fin. 

Es importante conocer la historia de las diferentes sociedades que nos antecedieron para entender mejor la sociedad actual; saber el lugar social al que pertenecemos, para estar conscientes del porqué del maltrato social de este gobierno que se dice ser afín al pueblo, pero que, en los hechos, no resuelve las necesidades tan apremiantes de los diferentes pueblos y colonias que se encuentran en la miseria.  

Y no es difícil resolver semejante enigma:  1) La inmensa mayoría, hombres y mujeres, venden su fuerza de trabajo, que es lo único que poseen para poder vivir, y son los que producen en el campo las hortalizas, la fruta, los cereales y otros productos más; los obreros de la ciudad que transforman la materia prima en nuevos productos. Esta es la clase trabajadora.  2) Los otros, son los dueños de los medios de producción, como las fábricas, máquinas industriales, herramientas; pero necesitan mano de obra barata para mover la maquinaria, y compran la fuerza de trabajo del obrero, fijando un salario para mantenerlo vivo, y para que se reproduzca para contar con mano de obra disponible para el trabajo.

Ricos y pobres. Los ricos son los que gobiernan en nuestro país, en nuestro Estado y nuestro municipio; ellos han creado una “superestructura” para gobernar a todos los habitantes de México. Los dueños del dinero imponen su ideología en cada una de las actividades de la sociedad, su moral, su religión, la educación, y hasta lo que se debe de comer. 

Cuando escucho a López Obrador decir, “primero los pobres”, y luego se rodea de la misma gente que a gobernando el país por años enteros, es una muestra de que es más de lo mismo, o tal vez peor. Y como dice la gente” buena y sabia”: “puro atole con el dedo”. López Obrador no puede ser un gobierno de la clase trabajadora, de los pobres, cuando quita los servicios de guardería que ayudaban a las madres trabajadoras, cancela comedores comunitarios, suprime los medicamentos para los niños enfermos de cáncer y otros servicios de salud; cuando desaparece fideicomisos para la ciencia y tecnología. 

Y como si esto no fuera suficiente, ahora eliminan el programa de las Escuelas de Tiempo Completo, cuando datos estadísticos muestran que cada día tiene una mayor demanda la matriculación de niños de estas escuelas con horario extendido, y es en las zonas rurales y centros de habla indígena donde se concentra una mayor necesidad de este servicio escolar, donde asisten niños y niñas con la esperanza de un alimento diario. ¿Este, es el gobierno de los pobres? Yo no lo creo.

No es necesario buscar demasiado o hacer lejanos viajes, para constatar el maltrato que describo. Un hecho concreto se da con los trabajadores agrícolas y de la ciudad. En el municipio de Tecomán, familias pobres que necesitan un lugar propio donde vivir, se han organizado con el Movimiento Antorchista buscando alternativas, después de un largo peregrinar tocando puertas. Al fin un día, les dijeron que hay un predio que el gobierno compró con recursos públicos, destinado para la vivienda popular. En el periodo de gobierno pasado, Nacho Peralta se comprometió vender el predio a los solicitantes de lotes para la vivienda, y envío topógrafos de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano del Estado, para sacar los puntos georreferénciales para lotificar, y así se hizo. 

El predio en mención lo mantienen limpio de malezas los propios solicitantes; todos los días asisten al predio, sin invadirlo, porque quieren hacer los trámites como lo marca la ley; son respetuosos del ordenamiento urbano. Pero, se están agotado los canales formales para ser escuchados. No han logrado ninguna audiencia con la gobernadora Indira Vizcaíno. Ya no les quedará más, que dejar sus actividades laborales y acudir en masa a Casa de Gobierno, exigiendo ser escuchados. Cuánta razón tiene el maestro Luis Enrique López Carreón, nuestro dirigente estatal, cuando dice: “tenemos la razón, nuestra demanda es justa, y no les pueden negar su petición; es por eso que se vuelve importante que el pueblo se organice y exija la solución de sus demandas”. A preparamos pues, para exigir nuestra justa y elemental demanda. Debemos ser escuchados. 

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