¿Qué es un fideicomiso? Un fideicomiso público es una entidad que el gobierno federal, o alguno de los organismos de la administración pública, crea con la intención de llevar a cabo un fin lícito o determinado, para obtener desarrollo económico y social a través del manejo de recursos que son propiedad del gobierno federal y administrados por una institución fiduciaria.Los elementos que lo conforman son:
Fideicomitente: persona física o moral que hace el fideicomiso y que realiza la afectación de los bienes o derechos de los que será titular el fiduciario.
Fiduciario: son las empresas de servicios fiduciarios.Instituciones aseguradoras, afianzadoras, de crédito o casa de bolsa que tiene autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Fideicomisario: persona física y moral que recibe los beneficios del fideicomiso.
El origen del fideicomiso date del derecho romano, anteriormente para realizarlo solo se necesitaba de la voluntad del fideicomitente y la aceptación del fiduciario y si la relación de confianza se quebraba, el fideicomitente podía revocar el fideicomiso en cualquier momento.
Existen tres tipos de fideicomiso de acuerdo con las leyes mexicanas:
De Administración: se transmite al fiduciario determinados bienes y derechos para que los conserve, custodie, administre y transmita a su favor a un tercero.
De Inversión: son inversiones en instrumentos de renta fija o variable, en las cuales el fideicomitente afecta recursos o valores para que el fiduciario lo destine a operaciones económicas rentables.
De Garantía: es el que permite garantizar el cumplimiento de una obligación, este tipo de contratos puede realizarse en documentos privados, salvo cuando se trate de bienes inmuebles, ya que se requiere de escritura pública.
En México la Ley general de títulos y operaciones de crédito es la que establece la emisión, expedición, endoso y aceptación de los contratos de fideicomisos.
Pueden presentarse fideicomisos públicos sin una estructura orgánica análoga a una institución y son constituidos por el gobierno federal a través de las dependencias y entidades, por conducto de la Secretaría de Hacienda con el objetivo de administrar recursos públicos fideicomitidos destinados al apoyo de programas y proyectos específicos.Actualmente, la Secretaría de Hacienda tiene registrados 374 fideicomisos públicos a nivel federal, de los cuales 19 se consideran entidades paraestatales, que quiere decir que cuentan con estructuras internas de vigilancia y control, como sucede en las dependencias de la administración pública.Asimismo, existe un fideicomiso en el Poder Legislativo; 12 en el Poder Judicial; 5 en organismos autónomos, y 337 se consideran entidades no paraestatales, es decir, como simples contratos financieros.
El pasado 2 de abril del presente año, el Lic.Andrés Manuel López Obrador (AMLO), expidió un decreto de extinción de "fideicomisos públicos sin estructura orgánica, mandatos o análogos de carácter federal" con la finalidad de obtener al menos 250 mil millones de pesos o el equivalente al uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México, para hacer frente a la emergencia que se vive en el país por la pandemia a causa de la Covid-19
La Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa impulsada por los legisladores de Morena para desaparecer 109 fideicomisos "sin estructura" a fin de que estos fondos sean reintegrados a la Federación y se reasignen a temas de salud, así como para financiar programas sociales del gobierno.Al aprobarse esta iniciativa se verán afectadas distintas instituciones que recibían recursos económicos para el desarrollo de sus actividades, entre ellas están las académicas, científicas, culturales y deportivas.
Los 109 fideicomisos extintos a solicitud de Morena cuentan con un saldo de 68 mil millones de pesos, ahora esos recursos serán manejados por el Ejecutivo federal a través de la Tesorería de la Federación.Con esto quedaron cancelados los instrumentos financieros que se encargaban de la distribución de un total de 120,000 millones de pesos, de los cuales 68,000 millones corresponden a recursos de fideicomisos que se encontraban regulados en las normas que se reformaron.La medida, que ahora debe avalar el Senado, fue propuesta por AMLO bajo el argumento de que en el uso de estos fondos había corrupción.Aunque, se ha dicho que los recursos se seguirán entregando, pero ahora de manera directa, no existe ninguna garantía de que esto realmente suceda.Investigadores sostienen que el planteamiento de AMLO es absurdo, ya que nunca fue posible quedarse con los dineros de los fideicomisos debido a que estos tienen reglas estrictas para su operación, agregan además que, sospechan que en realidad el Ejecutivo federal trata de recoger el dinero de los fideicomisos, reintegrarlos al PEF y aplicarlo en otros proyectos aún no revelados y que no les extrañaría nada que esos 68 mil millones de pesos engrosaran la bolsa destinada a las transferencias monetarias directas, programa insignia del Presidente y que ha sido ampliamente cuestionado por construir una estrategia electoral para que su partido continúe en el poder.
Los instrumentos que desaparecerán son: Fondo de la cooperación Internacional en Ciencia y Tecnología, Fondo de Innovación Tecnológica de la Secretaría de Economía, Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía, Fondo de Desastres Naturales (Fonden), Fondo de Financiera Rural, Fideicomiso Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine), Fondo Sectorial Para la Innovación, Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento.También se extinguieron entre otros, el Fondo Institucional del Conacyt, Fondo Sectorial de Investigación Ambiental, Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral para Víctimas, Fondo de Investigación para la Educación, etc. Antes de ser aprobada la iniciativa presidencial se realizaron protestas de inconformidad de los sectores sociales que se verán afectados y a consideración de los manifestantes, contradicen los argumentos de AMLO y rechazan este decreto.
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