Desde las elecciones de 2018 las diferencias y divisiones dentro del partido del presidente López Obrador se han persistido. Por un lado están los que ganaron algún puesto en la administración pública y por el otro los que fueron desplazados del escenario político y no pudieron acceder a algún cargo público. Los dos bandos dicen ser defensores de la Cuarta Transformación que encabeza AMLO y se han dedicado a descalificarse en lo que va del Gobierno de Morena, llegando en algunos estados hasta ya en denuncias penales y a un eventual desbandada de los inconformes a otros partidos.
Baja California Sur (BCS) no se escapa de este fenómeno. Luego de que se repartieran los principales puestos en los dos municipios más importantes, La Paz y Los Cabos se dejaron venir varias denuncias y quejas de que estos puestos se quedaron en manos de priistas, panistas y perredistas y que a los "verdaderos morenitas” no los tomaron en cuenta. Se dijeron traicionados, ya que habían votado por el partido del presidente porque confiaron en el cambio verdadero que planteaba su proyecto de nación, y no por el amiguismo que se había practicado en gobiernos anteriores. En aquel entonces le pidieron al presidente de la República su intervención para poner orden en esta cuestión, cosa que no ocurrió.
Estas divisiones y diferencias siempre prevalecieron, pero ahora, derivadas de los procesos internos de selección de candidatos a la gubernatura del estado, proceso que concluyó con la designación de Víctor Castro Cosío, se han manifestado con mayor fuerza. Tanto Rubén Muñoz como Armida Castro, alcaldes de La Paz y Los Cabos, respectivamente, se inconformaron e incluso se habla de que Rubén Muñoz tome la decisión de salirse de Morena para buscar oportunidad en otro partido político. Unos quieren seguir conservando un puesto, otros pretenden tener la oportunidad de contender por uno, pero no han podido ponerse de acuerdo. Cada quien trata de obtener la candidatura aludiendo que son los buenos, los puros y de estar por el camino correcto de la 4T que ha dictado AMLO.
Tal es la división que existe en Morena, que hasta Mario Delgado tuvo que visitar el estado para "tranquilizar” las aguas, pero al parecer las cosas les salieron al revés, ya que según los medios, recibió críticas de parte de algunos morenistas, uno de ellos el síndico de Los Cabos Alejandro Fernández Briseño, quien llamó traidor a Mario Delgado por no convocarlos a la reunión que tuvo lugar en La Paz. Con su respaldo a Víctor Castro, Mario ha abonado más el terreno para la confrontación en el partido; dijo que "Morena no es un pastel a repartir” pero los hechos dicen todo lo contrario.
Tal vez la gente piense que este hecho no es de importancia, pero no es así. Recordemos que tanto Rubén Muñoz como Armida Castro, que andan metidos en estas trifulcas políticas, son todavía presidentes municipales y en municipios con mucha importancia para el estado; y Víctor Castro fue delegado de la secretaría del bienestar en BCS, por lo tanto, lo que hagan o dejen de hacer tiene repercusiones en la ciudadanía. Pero en dos cuestiones debemos centrar la atención.
Primero, como Rubén Muñoz y Armida Castro están metidos en esas peleas por conseguir algún puesto, están dejando a un lado la atención y solución a los problemas más graves que aquejan a las familias más humildes. Muchísimas colonias no cuenta con agua potable, electrificación, drenaje, pavimentación, vivienda, etc. Por eso se debe de alzar la voz, la gente tiene que protestar para que estos funcionario no olviden que su obligación es atender a sus gobernados y no andar distraídos en asuntos electoreros.
La segunda cuestión que requiere atención es que tanto los arriba mencionados como Víctor Castro están buscando ser candidatos para un cargo en los siguientes años, y la opinión pública conoce que el común denominador en la gestión de los tres funcionarios es prácticamente de cero solución a las necesidades básicas de las familias sudcalifornianas. Por lo que debemos reflexionar nuestros votos, porque si vuelven a ganar, ya sabemos cuáles van a ser los resultados que vamos obtener. Estas riñas internas que traen es con el afán de llegar al poder a como dé lugar para beneficiarse ellos; no es cierto que quieren puestos para resolver las demandas sociales, porque si así fuera ya lo hubieran hecho ahora que son funcionarios.
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