Luego de que el sector empresarial de Jalisco informó que se generó el doble de empleos en el estado en el primer mes del año, en comparación con los últimos 11 años, el académico del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Christian Sánchez Jauregui refirió que la generación de empleo en enero y febrero no es un buen determinante para medir la tasa de ocupación en la entidad, es un falso positivo, porque no se cuenta la verdad completa de la situación macroeconómica.
El Doctor en Políticas Públicas y Desarrollo por la UdeG explicó, la generación de empleo de los primeros dos meses del año es un falso positivo, porque los empresarios dan de baja a sus trabajadores en diciembre para que no generen antigüedad, no pagar utilidades y derechos laborales, y como no pueden estar sin empleados, entonces las empiezan a recontratar entre enero y febrero.
Otro problema que se está encontrando, es que esta generación de nuevos empleos es bajo una precariedad salarial, es decir está creciendo el número de las personas que menos ganan y esto se ve desde la reforma laboral impulsada por los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. Es oportuno recordar que la reforma Constitucional que impulsaron estos exmandatarios consistió en una mayor flexibilidad para acceder al mercado laboral.
Hoy en día, es una realidad que en Jalisco el 51% de los trabajadores no ganan más de dos salarios mínimos, mientras que los que más ganaban entre 10 a cinco salarios mínimos va hacia la baja. La situación económica en la entidad es difícil por distintos factores, entre ellos el comportamiento de la economía estadounidense, la inflación, la nueva cepa ómicron, desaceleración mundial; razón por la cual no se puede hablar crecimiento económico.
Por otra parte, casi la mitad de los trabajadores jaliscienses, trabajan en la informalidad. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición (Enoen) del Inegi, de las 3 millones 924 mil 612 personas ocupadas que tenía Jalisco hasta el cuarto trimestre de 2021, el 46.8 por ciento, es decir 1 millón 836 mil 879, son informales, lo que significa que no son reconocidos legalmente por su fuente de trabajo. Esta situación es debido a que la economía en el país no está creciendo lo necesario y por tanto los empleos, la reducción en informalidad y salarios se encuentran estancados.
El panorama laboral que prevalece que en el país, es similar o peor al de Jalisco. La creación de empleos formales en México, medida por los afiliados al IMSS, registró en enero la cifra más alta de los últimos 24 años, al contabilizar 142 mil 271 plazas. Es una cifra sin precedente, desde que hay registros disponibles, a partir de 1982. Con ello, el número de trabajadores se ubicó en 20 millones 762 mil.
Asimismo, indicadores manejados por la Presidencia de la República precisan que el avance de enero de este año fue 196.9% mayor al registrado en el mismo mes del año pasado, cuando se generaron 47 mil 919 fuentes laborales. El presidente López Obrador presume que el empleo en México rompió récord en enero, pero lo que no menciona es que son plazas de bajos salarios, como señalan los expertos, quienes consideran que los empleos generados no son de buena calidad.
Las consecuencias de la falta de oportunidades para obtener el sustento diario son graves. Los que tienen empleo lo realizan con bajos salarios y falta de seguridad social. Los que laboran por su cuenta sufren los inconvenientes de la falta de protección y de la incertidumbre de los ingresos. En ambos casos los trabajadores están siendo afectados en su sano desarrollo físico, mental y profesional por su bajo nivel educativo.
Con lo que exponen los académicos, evidencia la necesidad de diseñar y ejecutar un plan de gobierno, en el que se impulsen acciones concretas y viables que aseguren empleos suficientes y de calidad para los millones de mexicanos en edad de trabajar y desean hacerlo, además estos empleos deben estar bien pagados, solo así habrá cada vez menos pobres, es decir, acabar primeramente con la precariedad laboral. Pero en materia laboral, pese a sus presunciones, el presidente López Obrador está logrando lo contrario, pues como se ve en pleno sexenio de Cuarta Transformación, el empleo es más precario y peor pagado, además de que la mano de obra está siendo explotada al máximo.
Los millones de mexicanos que tienen trabajar soportando jornadas más largas a cambio de ganar menos, para poder llevar algo de comer a sus hijos, deben entender que muchos de ellos fueron engañados en 2018. Ninguno puede esperar nada del Gobierno de la Cuarta Transformación, ya que mientras en Jalisco y el país, en generación de empleo, hay falso positivo, entre otros graves problemas nacionales, el presidente López Obrador, con todo el poder político está abocado en la defensa de su hijo mayor por haber sido descubierto que vivió en una lujosa mansión en Houston, Texas, casualmente, propiedad de un poderoso contratista de Pemex.
Ha llegado la hora en que el pueblo trabajador, deje de confiar en falsos redentores y se decida a organizarse y educarse para tomar las riendas de la nación y desde allí, con base a un estudio científico de la sociedad, impulse medidas para acabar a fondo con la pobreza, que azota a la inmensa mayoría de los mexicanos.
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