Los jóvenes de entre 15 y 29 años representan aproximadamente el 25 por ciento de la población total en México, con 31 millones de habitantes, así lo dijo el ultimo censo de población y vivienda del INEGI, en 2020.
Considero que este sector de población es el más importante para el desarrollo de la sociedad, pues por su edad son precisamente los portadores de futuro; suelen ser más optimistas con el porvenir; pueden todavía dar alas al pensamiento y soñar, y luchar, por un mundo diferente y mejor, representan la frescura mental, la vitalidad e innovación que podrían salvarnos de las próximas catástrofes a las que pudiera enfrentarse el país y el mundo entero. Pero como están las cosas, también pudieran ser nuestros próximos verdugos, convertidos en ladrones, sicarios o narcos.
En diciembre de 2021, el Instituto Mexicano de la Juventud, en su programa especial derivado del Plan Nacional de Desarrollo 2021- 2024, planteó seis problemáticas que aquejan a los jóvenes, identificando como la más importante, la pobreza multidimensional, pues de acuerdo con la Medición Multidimensional de la Pobreza (MMP), realizada por el CONEVAL, en el año 2018, 16 mil 196 de las personas jóvenes estaban en situación de pobreza multidimensional, lo que constituía en aquel entonces el 42.4 por ciento de la población joven total. En segundo lugar, la discriminación que sufren por apariencia física, condición socioeconómica, orientación sexual.
En tercer lugar, la elevada proporción de jóvenes inmersos en contextos de violencia e inseguridad. Un cuarto problema en la lista, es la expansión de la pobreza y la falta de acceso a oportunidades, el quinto, la falta de oportunidades al iniciar su independización económica y, por último, la carencia a lo largo del país de entornos dignos, adecuados y sostenibles para incentivar su desarrollo integral. (https://www.dof.gob.mx/ 31/12/2021)
Entiendo que, basados en los resultados de esa medición (cuando menos para atender a la población joven), el gobierno federal, propuso estrategias para enfrentar lo que en aquel entonces ya eran problemas urgentes de resolver. Fue entonces que la 4T, de manera innovadora estableció los programas federales, que en su mayoría se traducen en apoyo monetario directo a los beneficiarios, tal es el caso de la Beca universal Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el futuro, sembrando vida, apoyo a madres solteras, entre otros. Ahora que ya conocemos los alcances, las deficiencias y los impactos que han tenido estos programas, la pregunta es: ¿dar solamente dinero a la gente está siendo suficiente?
Y si alguna duda queda, para los quisquillosos y seguidores fieles del lopezobradorismo, la cruda realidad responde esa pregunta. El problema empezó siendo, la gran cantidad de jóvenes desocupados, pues México ocupaba el 3er lugar de los países de la OCDE, con mayor porcentaje de jóvenes desocupados, conocidos como ninis, la solución ingeniosa, darles dinero, y ahora tenemos un problema diferente, un aumento acelerado de jóvenes que participan en actividades ilícitas a través del narcotráfico. ¿Será solo casualidad?
Nuestro estado, no ha dejado de ser el centro de atención en los medios nacionales, desde inicios de año que se desató una ola de violencia que no cesa, y que ha cobrado la vida de casi 500 personas y más de 1,400 personas están desaparecidas, sin ni un solo responsable detenido en la cárcel, pero lo peor, sin que nadie este buscándolos o tratando de resolver el caso. Sin una estrategia clara y creíble para frenar esta terrible pesadilla.
Ya en 2017 cuando Tecomán y Colima fueron catalogados como unas de las ciudades más peligrosas del país, decía la experta Elena Azaola Garrido, Doctora en Antropología Social, y especialista en violencia contra niños y jóvenes, que no es casualidad que la tasa de homicidios en jóvenes de 15 a 24 años en Colima haya pasado de cuatro a 90 homicidios por cada 100 mil colimenses en este rango ( en ese año), sino que seguramente se deba a la utilización de menores de edad por los grupos del crimen organizado, pues son estos quienes por su condición de pobreza, falta oportunidades y desintegración familiar, son un blanco fácil de reclutar, además por los altos niveles de impunidad y la facilidad de utilizarlos como carne de cañón en las batallas entre carteles, (https://interactivo.eluniversal.com.mx/2019 ), y creo yo que la hipótesis de esta experta en el tema ,es bastante creíble porque podemos constatarla en la actualidad, la ilegalidad es cada vez más común en nuestros días.
Pero no es que yo esté en desacuerdo en que el Gobierno federal otorgue ayudas monetarias a quien más lo necesite, eso a mi me parece muy bueno. Lo que ya no me parece viable, es entregarlo como apoyo único y exclusivo; pues incluso en ese estudio que refiero presentado en el diario oficial de la federación, se describen 6 problemas que merecen atención, por ejemplo el de crear espacios dignos donde los jóvenes puedan desarrollarse integralmente, y aquí creo yo que entran en primer lugar las escuelas, es decir, toda la infraestructura educativa que garantice la calidad del servicio, pues es el lugar, después de la casa, donde los jóvenes pasan el mayor tiempo de su día.
Sin embargo, como la entrega de la beca universal, se le resta recurso a este importante sector, y ya no digamos a espacios públicos como jardines, canchas deportivas, teatros; o a la implementación de otras medidas para erradicar los demás problemas que se mencionan ahí. Es esto en lo que no estoy de acuerdo, en darles un apoyo, pero restarles otro que es igual o más importante.
Pero repito, no es mi desacuerdo al que deben hacer caso, sino a la realidad que a gritos nos dice a todos que esto no está funcionando, que los jóvenes están en riesgo de torcer sus destinos, que peligran sus vidas, pero no solo la de ellos sino la de toda la población, pues el control del narcotráfico crece cada día más, y al parecer el 40% del país está bajo el yugo del narco. Familias enteras han tenido que abandonar sus lugares de nacimiento y hogares y trabajos, por amenazas de carteles y bandas delictivas.
La situación no está para menos, y todos tenemos que hacer algo para cambiar esto. Y aquí entra un remedio infalible que nos ha regalado la historia, la lucha organizada de todos los que queremos un mundo menos hostil y embustero, los que creemos que sí es posible y que la solución está en nuestras manos, pues si esperamos que el gobierno lo resuelva, seguramente seremos uno más de la lista de fallecidos, o desaparecidos, o encarcelados sin razón. Actuemos hoy que aun podemos.
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