Se terminó el festejo del Día del Niño, pero la triste y complicada realidad en que viven muchos millones de ellos México no, esa no se terminó.
Recordemos que la Asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde 1954, recomendó a todos los países del mundo que destacasen un día en el calendario para dedicarlo especialmente a la promoción de los derechos de los niños, realizando actividades para promover el bienestar social, estableciéndose en México el 30 de abril, cuando era ministro de Educación Pública, José Vasconcelos.
Los niños, junto con las mujeres, son un sector vulnerable y es importante preguntarnos si a lo largo de los años se ha cumplido el objetivo de respetar y promover los derechos de los niños en México, la respuesta evidentemente es no. Lejos de ello en muchas ocasiones las autoridades han tomado la fecha del Día del Niño como diversión o para promover la imagen de políticos en campañas presentes o futuras.
Hablar de esos derechos muy poco o casi nada ayuda a evaluar la intervención del Estado en su obligación de cubrir los aspectos de alimentación, salud, seguridad y educación. En el mejor de los casos sedan cifras de niños con desatención y sufrimientos, pero nadie se siente responsable de combatir el problema.
De acuerdo con datos proporcionados por el INEGI, en México se contabilizan 38.3 millones de personas de entre 0 a 17 años. De esta población el 52.6 por ciento vive en situación de pobreza, es decir 19.5 millones de niños y adolescentes. También según de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), en el país, 2 millones 150 mil 582, es decir el 7.5 por ciento, de niños 5 a 17 años sufren explotación laboral.
Estas instituciones participantes en el sondeo detallaron que, de esa cantidad, se reporta un total de 132 mil 845 tiene labores clasificada como permitidas, sin embargo, 2 millones 17 mil 737 de niños realizan actividades no permitidas y un millón 128 mil 898 participan en labores peligrosas.
En el foro Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil, las dependencias federales resaltaron la importancia de generar una infancia protegida, que los 28 millones 522 mil 295 de 5 a 17 años no efectúen trabajos, menos sin tener la edad, y sean objeto de explotación. No sorprende pues, que el gobierno de Cuarta Transformación no tome medidas inmediatas para revertir la pobreza que viven los niños y adolescente, porque es precisamente entre los dos primeros años de este gobierno, 2018 al 2020 que el porcentaje pasó del 50.3 al 52.5 por ciento, de acuerdo a las cifras del Coneval.
Conviene también, no dejar de lado que en muchas ocasiones, las niñas, niños y adolescentes trabajan por la necesidad de contribuir al gasto familiar, ya que la difícil situación económica y los bajos salarios de los padres no dejan otra alternativa, lo que confirma que el actual gobierno no es de transformación y bienestar de todos los mexicanos, especialmente de la niñez, sino de retroceso o en el mejor de los casos, de continuidad del régimen de libre mercado; un régimen capitalista al que le urge que los infantes se incorporen a la actividad laboral, para sobreexplotarlos como sucede en el caso de las mejores, por su nula defensa legal.
El rezago educativo en los infantes aumentó de 11.5 por ciento a 12.3 por ciento a nivel nacional. Las malas decisiones del gobierno morenista han colocado al país entre los que más tiempo han mantenido las escuelas cerradas por negarse a vacunar contra el coronavirus a la población de 2 a 14 años, lo que les impide acudir a clases presenciales, seguros de no contraer el virus. ¿Qué festejaron en su día los niños mexicanos?
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