La educación en México no solamente no avanza, sino que desde hace mucho tiempo se ha venido rezagando cada vez más, pero debido a la pandemia de covid-19, el deterioro es cada vez más profundo. Según datos, publicados por la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado de Puebla, se sabe que más de 100 mil niñas, niños y jóvenes poblanos se quedaron sin educación este año. La razón principal por la que una gran mayoría abandonaron la escuela fue por no contar con una televisión digital o no tener acceso al internet gratuito. Estos datos muestran con toda claridad las deficiencias del sistema educativo en nuestra entidad, situación que es obligación del gobierno resolver.
A nivel nacional la situación no es distinta, pues según datos de la misma fuente la deserción en este ciclo escolar en el nivel básico alcanzó un 10% de la matrícula total. El sistema de educación básica en México suma 25 millones 780 mil estudiantes, lo que significa que más de dos millones y medio de alumnos de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato abandonaron sus estudios en plena contingencia sanitaria. Además, de acuerdo con el reporte, 305 mil 89 universitarios también desertaron, lo que equivale al 8% de la matrícula en ese nivel educativo.
Agregado a esto. A dos semanas de concluir el primer semestre en Bachilleratos Generales, la Secretaría de Educación en el estado de Puebla promueve que se aplique un plan de "reforzamiento” de los aprendizajes, pero la condición de vulnerabilidad sigue siendo la misma. ¿De qué reforzamiento se habla? Sin descartar la falta de interés por aprender en línea de los pocos alumnos que pudieran contar con el servicio, es evidente que, por el contexto situacional, los alumnos de la escuela pública del estado de Puebla, digo sin temor a equivocarme, que la educación en toda la República es un caos.
En su momento, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), realizaron un estudio que evidenciaba los problemas antes mencionados, advirtiendo que los países de la región latinoamericana debían tomar medidas para evitar el abandono escolar, debido a que existían grupos socialmente vulnerables que no podían acceder a ningún medio educativo extraordinario, otorgado por los gobiernos, lo cual provocaría aumento en el incremento de la pobreza y la desigualdad; pero en México el gobierno en turno no hizo caso a la delicada situación.
Si al gobierno poco o nada le preocupa la atención a la educación de los niños y jóvenes de las clases trabajadoras, algo debemos hacer los maestros y las familias afectadas para hacer valer el derecho constitucional de que la educación impartida por el Estado mexicano, además de obligatoria, de calidad, laica y gratuita, sea verdaderamente universal e inclusiva.
Por lo tanto, invito a los padres de familia, alumnos y todas aquellas personas con hambre de progreso, a mantener la guardia en alto. Somos la mayoría y podemos hacer que nuestra situación cambie, a nadie que no viva lo que vivimos nosotros le va a importar nuestro sufrimiento, tenemos derecho a vivir dignamente, y para eso debemos sembrar en los jóvenes, en nuestros hijos el deseo de progreso y bienestar, para formar una sociedad más justa. Les aseguro que con la experiencia y guía del Movimiento Antorchista Nacional nuestra historia puede cambiar.
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