El día 3 de marzo de 2024 los titulares en los principales diarios, los canales de televisión y las redes sociales se llenaron de fotos, videos y notas sobre la movilización del pueblo trabajador estadounidense, principalmente jóvenes y de ellos muchas mujeres. Éstos fueron los encabezados:
Miles marcharon por palestinos en varias urbes estadounidenses. Las protestas en Nueva York, Chicago, San Francisco y Washington exigieron cambios en la política exterior estadounidense. La mayor protesta se vio en Nueva York… Miles de personas en la céntrica plaza de Washington Square Park, recorrieron la sexta avenida y otras calles. En la capital estadounidense, en Chicago, en San Francisco, California (www.dw.com miles…)
Son ya más de 30 mil las personas muertas en Palestina, entre ellas más de 21 mil mujeres y niños, la ONU advirtió de una hambruna inminente en el norte del territorio y son millones los desplazados. Por ello las protestas no sólo en los EE. UU. Sino en todo el mundo.
Lo mismo sucedió hace más de un siglo: “…es muy oportuno recordar que, en 1917 recién estrenado en Rusia el 8 de marzo como Día Mundial de la Lucha para las Mujeres, las obreras rusas de Petrogrado –Antigua capital del imperio zarista, ahora San Petersburgo– aprovecharon ese día para cerrar las fábricas y lanzarse a las calles de la ciudad, en número de 80 mil trabajadoras, exigiendo el alto inmediato a la guerra (la Primera Guerra Mundial), paz inmediata, mejores salarios y reducción de la jornada de trabajo… Las obreras rusas se echaron a la calle contra toda prohibición y opinión…” (Aquiles Córdova Morán, 2022)
“El número de trabajadoras asistentes a la protesta, así como el valor y el entusiasmo combativo, sacudió la conciencia de los obreros varones y de las clases populares, que se convirtió en el inicio del levantamiento del pueblo ruso contra el zarismo. Desde la manifestación del Día de la Mujer, la lucha ya no se detuvo, la ola revolucionaria creció como la espuma y el zar tuvo que renunciar siete días después… (ibid.)
Los reportes de periódicos, noticieros televisivos y redes sociales informaron que “el gobierno de la Ciudad de México, estima en 180 mil las manifestantes en la marcha por el “Día de la Mujer” este 8 de marzo de 2024 en la capital del país -para que el gobierno de la CDMX, reporte esa cantidad, quiere decir que la marcha convocó a muchísimo más mujeres- y estás se replicaron a nivel del país y a nivel mundial. La historia se repite, pues, aunque los medios intentaron acallar la denuncia contra el genocidio y la protesta por la agresión en Palestina, está se dio y prueba de ello son las pancartas, consignas, cantos, atuendos y pintas que a lo largo y ancho del mundo se presentó en las movilizaciones de este 8 de marzo.
La brutal pérdida de más de 20 millones de seres humanos que acaba de sufrir la humanidad por la guerra del virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, contra la especie humana; la limpieza étnica que cobró miles de vidas a manos del nazi fascismo ucraniano de Zelensky contra la región del Donbas, y que obligó a Rusia, a recurrir al llamado de auxilio y protección de la región.
Así como ahora la agresión del ministro israelí Netanyahu contra el pueblo palestino en la franja de Gaza, apoyado por el imperialismo decadente encabezado por los Estados Unidos de Norteamérica y sus acólitos europeos, todos pertrechados en la organización del Atlántico Norte, la OTAN, por sus siglas en inglés. La agresión a los pueblos árabes: el 12 de enero contra la capital de Yemen; Irak y Siria este 3 de febrero de 2024.
Todo esto más el crecimiento brutal de la desigualdad en el mundo, donde más de 3 millones 700 mil viven en la pobreza, mientras la riqueza generada a nivel mundial fue a parar a manos del 1% más rico de la población mundial (OXFAM).
Nos dice que esta es la nueva realidad después de que hace 104 años Rosa Luxemburgo y Clara Zetkin, lograron en 1910, la conquista de conmemorar un “Día Internacional de Mujer” o “Día de la Mujer Trabajadora”. Hoy es una celebración mundial que agrupa y moviliza miles y millones de mujeres trabajadoras.
Y puede y debe convertirse en el ariete que golpee el muro “podrido y vetusto” como dijo Lenin para que caiga, para ello debemos luchar porque las mujeres se aglutinen en una organización permanente con una estructura, que les permita enfrentar con mayor claridad los problemas que padece, los cuales tienen como causa principal el mismo que los problemas del resto de los trabajadores. El entusiasmo y respeto que suscita la lucha de la mujer, entre la población, y la unidad con el resto del pueblo trabajador y sus problemas: el desempleo, la informalidad, la inseguridad en general y la de la mujer en particular, la salud y protección de ella y su familia, la falta de educación para sus hijos, etc.
Todo esto nos lleva a concluir que el problema viene del Sistema de Mercado en que vivimos, y de la ingente necesidad de luchar para cambiarlo, de unir fuerzas, experiencia, entusiasmo y aprender de la vitalidad de la lucha de las mujeres, recordemos a las obreras rusas de 1917. Su enseñanza nos debe llevar a recordar la lucha, el asedio a la fortaleza del Sistema basado en el Mercado, para la obtención de la ganancia. Cinco años de marchas, movilizaciones, exigencia, pero la autoridad siguió sin escuchar, y ahora nuevamente el país se encuentra en la lucha electoral, la cual se muestra más letal que las anteriores. Se elegirá un presidente, 128 senadores, 500 diputados y nueve gobernaturas. Han sido asesinados 23 políticos de noviembre 2023 a la fecha. Son ya 171 mil 85 homicidios de estos 4 mil 892 se tratan de feminicidio.
Esta es la realidad y es la que exige que la lucha de la mujer avance, viéndose como una lucha que cuestiona el fenómeno completo, es decir: la explotación contra el trabajador sea mujer u hombre, es la que mantiene el alto número de muertes aquí y en el mundo. Luchemos por parar tan grave situación y para lograr gobernar nuestra patria.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario