MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Las cosas deben cambiar

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La realidad en que nos movemos a diario es cambiante y diversa, pero, sobre todo, abstrusa, pues su comprensión es difícil de lograr al primer intento, ya que los fenómenos en que se nos presenta son tan disímbolos, tanto en el espacio como en el tiempo. 

Por ejemplo, en el planeta Tierra, la materia se nos presenta, ya sea en estado sólido, líquido o gaseoso; sin embargo, en el espacio exterior, la materia aparece en forma de plasma, compuesta por iones y electrones sueltos, a pesar de lo cual, no deja de ser materia.

Lo mismo ocurre con la transferencia de energía: mientras que en la Tierra al empujar algo, por ejemplo, un coche en un espacio plano, el contacto directo con ese objeto es una transferencia de energía mecánica, en el espacio exterior las partículas pueden transferir energía sin siquiera tocarse, ya que se realiza a través de ondas de plasma y campos eléctricos y magnéticos. 

Pues bien, lo mismo ocurre en los fenómenos sociales, sean estos económicos, políticos o bélicos: la forma en que se presentan ensombrece a la sociedad para entender su complejidad, pero eso no debe ser motivo para renunciar a su comprensión, ya que las afectaciones, positivas o negativas, serán inevitables.

Una prueba de ello es la edición del Foro Económico Mundial (FEM) 2024 celebrada en días recientes en Davos, Suiza, en donde se reunieron las élites empresariales y políticas del mundo y que tuvo como eslogan “reconstruir la confianza”. 

Inicialmente había previsto la discusión de temas como la guerra en Ucrania, la agresión de Israel sobre Palestina, así como los desafíos climáticos actuales y el escenario de incertidumbre que provoca el avance de la Inteligencia Artificial (IA) y el consabido desempleo que pudiera generar. Sin embargo, “reconstruir la confianza” en un mundo tan polarizado como el de hoy en día no es más que un grito del capitalismo por mantenerse.

Una de los voces que confirmó esta idea fue Javier Milei, actual presidente de Argentina, quien como esbirro del capitalismo dijo: “Occidente está en peligro, está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de Occidente, se encuentran cooptados por una visión del mundo que –inexorablemente– conduce al socialismo, en consecuencia a la pobreza […] Lejos de ser la causa de nuestros problemas, el capitalismo de libre empresa, como sistema económico, es la única herramienta que tenemos para terminar con el hambre, la pobreza y la indigencia, a lo largo y a lo ancho de todo el planeta. La evidencia empírica es incuestionable” (T y N Magazine, 24 de enero de 2024).

Es sabido que la declaración de Milei no es gratuita, pues en su idea de dolarizar la economía de su país, está haciendo el trabajo sucio del Gobierno de Estados Unidos para lograrlo: una muestra fue su participación en Davos. 

Por otro lado, una manifestación de lo vano que se vuelven actos como el FEM es la siguiente que recogió la prensa: “Rich Lesser, presidente de Boston Consulting Group explica a la agencia AP: “No es realista pensar que Davos, o cualquier reunión, en cualquier parte del mundo, pueda reconstruir la confianza, cuando está fragmentada en tantas dimensiones”, dijo Lesser […]” (France 24, 20 de enero de 2024).

La declaración de Rich, quien además es asesor jefe de la alianza de líderes del clima en el FEM, evidencia lo estéril que se vuelven reuniones como esas, pues la polarización social que se presenta en el mundo es tan aguda, que las naciones, pero sobre todo sus habitantes, ya no ven un camino de progreso y bonanza en el capitalismo actual.  

Y como una muestra de esa decadencia del capitalismo actual, el informe Desigualdad S.A. El poder empresarial y la fractura global: la urgencia de una accio?n pu?blica transformadora, elaborado por la Oxfam, publicado al inicio del foro de Davos, estima que las fortunas de los cinco hombres más ricos del mundo —el CEO de Tesla Elon Musk, Bernard Arnault y su familia de la compañía de lujos LVMH, el fundador de Amazon Jeff Bezos, el fundador de Oracle Larry Ellison y el inversionista Warren Buffett— han aumentado en 114 % en términos reales desde 2020, pues han acumulado 869 mil millones de dólares, mientras que 4 mil 770 millones de personas, algo así como 60 % de la población mundial, ha disminuido en 0.2 % en términos reales sus ingresos. 

Es decir, el capitalismo ha producido una bestial desigualdad económica que genera pobreza y marginación, lo cual ya no puede aceptarse como norma; el mundo entero no puede permitirse que la desigualdad continúe, pues mientras unos pocos tienen todo para vivir plenamente, miles de millones de seres humanos en el mundo apenas pueden sobrevivir.

El afán de ganancia de los poderosos alimenta guerras económicas generando con ello cambios drásticos en el clima, pandemias, que millones mueran por no poder curarse, etcétera, por lo que las cosas deben cambiar, pero esto será posible sólo con la unión de todos los hombres que peleamos por un mundo mejor, uno más justo, equitativo y racional.

Esa debe ser la tarea y a ella debemos responder los antorchistas: a eso dedicamos nuestra actividad. Parafraseando al poeta: “aunque pobre y humilde parezca y sea, hay que luchar por todos los que no luchan; hoy es el egoísmo torpe maestro”.

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