"Caminante, son tus huellas / el camino, y nada más; / caminante, no hay camino, / se hace camino al andar". Así dicen los Proverbios y Cantares del poeta español Antonio Machado, y en verdad yo he comprobado que al sendero que Antorcha ha caminado durante 45 años lo ha sembrado de cientos de formas diferentes de lucha social, vivificante y esperanzadora. Antorcha ha caminado creando un camino inédito, cualitativamente nuevo; allí donde pone el pie florecen bailes, versos declamados, historias contadas y caricias cantadas. En las huellas de Antorcha hay actores en creciente catársis que todo lo permea; hay Filípides que corren sobre las mieses; hay maestros que siembran certeza y seguridad en los profundos y doloridos surcos del alma del pueblo; el sendero de Antorcha ha dejado atrás la oscuridad, y su flama tiene por combustible miles de canciones mexicanas vibrantes que iluminan el alma.
Yo he comprobado que el camino de Antorcha está sembrado de escuelas de todos tipos y aduzco como prueba mis propias manos y las de cientos de miles de mis compañeros, que han levantado muros de aulas, talleres de cooperativas, casas de estudiantes humildes; nuestras manos, con la devoción del poeta de Caborca, han empuñado machetes para abrir carreteras; han alisado caminos con el cemento del ímpetu de nuestros picos y palas, nuestras manos han pintado a nuestro paso escuelas, casas de la cultura o de salud, y nuestras pinturas han sido las risas verdes, las risas anaranjadas y rojas, las risas amarillas y violetas y azules de los activistas de Antorcha, de los plenistas y sus equipos de trabajo.
Antorcha camina de una manera diferente los caminos ya caminados; allí por donde todos pasan sin hacer camino ha encontrado nuevas veredas; por las calles desoladas sus huellas dejan sistemas de agua potable arrancados a funcionarios insensibles; dejan drenajes que sanean almas podridas, pavimentos que conducen la ilusión, banquetas que camina aquella señora con su mandado y postes y cables con electrones que encienden progreso.
En el camino de Antorcha se miran unidades deportivas y habitacionales, decenas de albergues estudiantiles, carreteras, puentes, pero no como estructuras muertas: tienen la viveza de la vida, del cambio. Es extraño, porque también caminan...con nosotros.
En el camino de Antorcha hay festivales y concursos de teatro y canto, espartaqueadas deportivas y culturales, competencias de pintura, de declamación, torneos de voli, básquet y fut; de ajedrez, de matemáticas. Las huellas de Antorcha las puede usted ver y escuchar en miles de lecturas en voz alta cada semana ante multitudes atentas y con ganas de aprender por todo el territorio nacional. El camino de Antorcha por los intrincados vericuetos de la conciencia popular es el único en México por el que cabalga el hidalgo amado en su rocín manchego: sólo en las asambleas de estudio de Antorcha se leen a nivel popular las aventuras del Quijote. ¡Quién lo dijera: la hermosa alma de Miguel de Cervantes labra su camino centenario junto con nosotros y deja aquí su impronta! Las huellas de Antorcha son al mismo tiempo pasado, presente y futuro, no son inmóviles, son porque dejan de ser, porque crecen, porque cambian en cantidad y perfeccionan su calidad, porque hacen movimiento, movimiento antorchista.
Pero las más importantes huellas de Antorcha son la unión, la fraternidad y la decisión de luchar organizadamente: por eso las huellas de Antorcha son millones de caminantes más; no son zombies, ni cuerpos desalmados ni robots aherrojados; las huellas de Antorcha son estelas de chispas creadoras: son mexicanos cada vez mejores, más luchadores, nuevos. Las huellas de Antorcha son la certeza construida en los caminantes, cada vez mayor, de que es posible transformar para bien este mundo de iniquidades que nos tocó caminar, y la consecuente confianza para pisar firme. Y ahora daremos otro paso en esta brega diaria: nos reuniremos en una magna asamblea 20 mil antorchistas de cuatro estado del Noroeste de México en el audiorama El Trompo, de Tijuana, este próximo 20 de octubre para celebrar 45 años de hacer camino. ¡Venga, camine con nosotros, sume su esfuerzo para que dejemos estas huellas de gloria a nuestro descendientes!
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