Al parecer, la corriente morenista que sustenta el Gobierno federal de México, en esta última etapa del sexenio, empieza a despedir un hedor cada vez más fuerte; considero que esto se debe al alto grado de corrupción interna que existe entre todos ellos y, principalmente, en el presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Por qué vislumbro esto?, porque en la medida en que transcurre el tiempo, al presidente le urge llevar a cabo maniobras que están a su alcance con la finalidad de mantenerse en palacio nacional.
El que siempre juró que no ha sido corrupto, que nunca viviría en palacio nacional, que los funcionarios de alto nivel se atenderían en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que incluso acabaría con la corrupción, y un rosario de fantasías eterno, con el único fin de captar votos para llegar en donde está hoy, pero, ¿qué ha pasado entonces?, si él sabe que ha cumplido y en buena medida, por qué le preocupa tanto hacer cambios en el Instituto Nacional Electoral (INE), por ejemplo.
Por qué desapareció tantos programas de apoyo a la población, por qué hay tanta violencia en el país, tanta inseguridad y muchos etcéteras más. Si él sabe que ha cumplido, pero vemos que todas sus maniobras no son más que el reflejo y resultado de su mal proyecto de gobierno, pero que todavía se resiste a perder lo que hace tiempo ya perdió, la credibilidad de su palabra, y esto también es corrupción.
Mentirle al pueblo para mantenerlo esperanzado, quitarle sus programas y empujarlo a una lenta agonía por la vía del engaño, y pensar todavía que él todo lo hace bien, que tiene una mentalidad perversa y manipuladora. Por eso hoy, en esta última etapa de su sexenio, ya no sabe qué hacer para seguir en el poder, gastándose todo el presupuesto del pueblo en sus programas de transferencia directa para no perder, por ejemplo, la gubernatura del Estado de México y Coahuila; ahí se están invirtiendo todos nuestros impuestos.
La interrogante continúa, ¿hay corrupción en Morena? Sí la hay, los escándalos de la familia del presidente y más. Qué nos dice del combate al narcotráfico, no ha hecho nada todavía, cómo lo piensa aminorar, pues su estrategia de “abrazos no balazos” no está funcionando, parece que no sabe nada de eso.
Todas las maniobras presidenciales nos están diciendo que no debemos seguir confiando en los morenistas porque le han fallado a sus electores y se han corrompido con el poder que el pueblo les dio, y porque al atacar al INE están atacando también a todos aquellos 30 millones que lo llevaron al poder presidencial, y atacan también a otras instituciones a la vez con el pretexto de que salen muy caras y son corruptas, y ¿Cuánto nos está costando lo que el morenismo viene haciendo? Los proyectos de relumbrón que ahora ni ellos saben cuánto costarán cuando se terminen y si es que se terminan, los mexicanos humildes solo vemos malgastar nuestro dinero en obras que seguramente nunca disfrutaremos porque con estas crisis económicas no alcanzará ni para tomar un camión para ir a trabajar.
Los mexicanos tenemos que reaccionar, la administración morenista no está impulsando el desarrollo del país, porque con su política errónea lo sigue hundiendo más; y cada día que pasa los que ayer tenían para comer hoy ya no tienen, la clase trabajadora empobrece más, el salario mínimo no alcanza, perdió su capacidad adquisitiva lo que significa que las familias con tendencia a la depauperación constante están siendo obligadas a delinquir si es necesario con tal de comer, pero de esto ¿quién tendría la culpa? ¿Acaso el que roba por necesidad? ¿El que sale a la calle a vender lo que pueda con tal de sobrevivir y que los policías terminen robándole su mercancía y deteniéndolo?, no, los culpables de todo esto son los que están al frente de un país, y no se conduelen de las necesidades de su gobernados, y no lo harán mientras ellos sí tengan que comer, y los morenistas son de estos también.
A los morenistas ya no les interesa lo que pasa en el país, les interesa cómo mantenerse en el poder. Por lo tanto, los movimientos y cambios que suceden en un determinado país no son resultado del gusto o capricho de alguien en particular, sino de las condiciones como estas que se están gestando y empujan a todo un pueblo para reorganizar lo que está mal organizado, desde hace mucho tiempo, por culpa o irresponsabilidad de los que dicen que ellos sí saben gobernar, pero que, una vez en el poder, se pierden y hacen lo que el poder del dinero les dicta nada más.
Hay muchas veces lecciones duras y experiencias difíciles, pero hay que afrontar nuestra realidad, si marchamos juntos y hermanados de manera consciente lograremos que este país cambie.
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